“Solo urgencias”: por el éxodo de médicos, el único hospital pediátrico de La Matanza restringió sus servicios
Se trata del que está ubicado en San Justo: en el centro solo se atienden emergencias; no hay control de niños sanos ni seguimiento de aquellos que son dados de alta y los turnos dependen de la cantidad de profesionales que haya cada día; el municipio señaló que tiene abiertas la búsqueda de nuevos profesionales
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“Señora, ¿no escuchó? La guardia está cerrada, renunciaron más de 25 médicos”, le informó el agente de seguridad a una mujer que intentaba ingresar al Hospital del Niño de San Justo, en La Matanza, con su hijo de 8 años que tenía fiebre. Por eso, decidió ir al de Morón. “Pero voy a ir a la noche porque es un mundo de gente y tardo una hora en llegar”, explicó. En ese centro, los médicos cuentan que no dan abasto y en el último tiempo la mayoría de los pacientes que atienden vienen de otras localidades. “¿Y ahora qué hago?”, preguntó otra madre que llegaba con su hija. Atrás, caminaba lento una mujer que traía a su bebé de dos meses en brazos envuelto en una frazada. Como desde hacía días que estaba con fiebre y las mejillas llenas de ampollas, le permitieron el acceso.
Por el éxodo de médicos, el Hospital del Niño de San justo, el único centro de salud pediátrico de la zona oeste del conurbano bonaerense, debió limitar sus servicios. Este centro que atiende diariamente a entre 180 y 300 chicos, no cuenta con especialistas suficientes. Los domingos solían haber tres médicas en la guardia, pero renunciaron las tres. El lunes, la cubrió la directora del hospital, Ana Castrucci. Sin embargo, el martes ya tuvieron que cerrar.
“La guardia no está cerrada porque estamos de paro, sino porque no llegamos a cubrirla”, resume Nair Alarcón, jefa de Residentes de Clínica Pediátrica.
Hoy, en todos los servicios del centro médico solo se atienden emergencias. No hay control de niños sanos ni seguimiento de aquellos que son dados de alta, como, por ejemplo, pacientes convulsivos o con cardiopatías. En su mejor momento, la guardia del hospital contaba con ocho médicos. Hoy, apenas son tres y algunos días. Sin embargo, los martes, los viernes, los sábados y los domingos no hay personal para cubrirla. De los cuatro días de este fin de semana largo, solo lograron cubrir el servicio hoy. El número de médicos es todos los días menor. Ayer, renunciaron dos más. “Esto es el día a día, está recién empezando”, relató Mauro Otero, jefe de Residentes.
“Pediatría. Controles de Salud Niño Sano: solo se realizan hasta los dos meses de vida. Consultorio externo: atiende la urgencia del día”, informan los carteles pegados en la puerta de entrada del hospital ubicado sobre la calle Dr. Ramón Carrillo. “Odontología. Se dan 10 números por día”, “Endocrinología: Lunes, miércoles, jueves y viernes; cuatro turnos”, “Neurología: solo pacientes”, “No se darán turnos para traumatología”. La lista podría seguir. Actualmente, denuncian los médicos, el hospital solo cuenta con un profesional por especialidad. Los turnos dependen de la cantidad de personal que haya ese día. Allí, los pediatras contaron que cerca de las 2 ya hay pacientes durmiendo en la puerta para poder acceder. “Ahora que está empezando el frío tratamos de abrirles para que por lo menos esperen acá”, relató uno de los profesionales.
Informaron que tampoco hay un equipo de salud mental, sino un solo psiquiatra en todo el hospital. En promedio, calculan que por cada 10 pacientes, disponen de un enfermero.
“Estamos en una situación muy crítica. Estamos funcionando con el 30% del personal empezando la temporada que nosotros llamamos IRAB (Infecciones Respiratorias Altas y Bajas)”, sintetizó la licenciada en enfermería Graciela Amarilla, que trabaja en el hospital desde hace ocho años. “Nosotros no podemos ni dar una mano [en la guardia] porque salvo sábados o domingos estamos funcionando con un solo pediatra y uno o dos residentes para 70 camas. Estamos haciendo que el servicio funcione”, agregó Vanesa Doria, medica pediatra especializada en Emergentología.
Los trabajadores reclaman mejoras en las condiciones laborales, más presupuesto para el área de Salud y que no haya ningún salario por debajo de la línea de la pobreza. Piden respuestas al intendente de La Matanza, el kirchnerista Fernando Espinoza, como también al gobernador, Axel Kicillof. Hasta el cierre de esta nota, no habían tenido ninguna comunicación oficial. “Debemos comprender que este no es solamente un reclamo gremial, sino que estamos defendiendo la salud pública, el respeto de la salud entendida como derecho humano”, apuntó Eugenio Luis Emiliano Spagnoli, médico psiquiatra infantojuvenil.
“Es una decisión política, porque el año pasado el presupuesto se subejecutó. Hay un ajuste desde el nivel nacional hasta el municipal en Salud. Si va por este camino, va a tender a desaparecer lo público. ¿Por qué no designan una partida de emergencia?”, dijo Miguel Miranda, licenciado en enfermería.
Sin contar bonificaciones ni los extras de cada uno, indican los profesionales, los sueldos básicos de un enfermero están en casi $65.000. En el caso de las médicos, cobran la hora $1100. “Ganamos alrededor de $120.000 con bonificaciones. Es penoso, jamás pasó esto, yo hace 30 años que trabajo acá y hay una relación espectacular entre todos y con los pacientes. Es muy triste”, relata una de las enfermeras que se identificó como Nancy.
“Uno tiene vocación, pero eso no justifica la explotación a la que estamos sometidos”, apuntó Gabriela Rodríguez, jefa de guardia, mientras trasladaba una camilla. Hasta el martes debieron cargar a los pacientes en brazos porque los dos ascensores no funcionaban. Actualmente, está operativo solo uno de ellos. “Trabajar en estas condiciones es insalubre”, agregó Rodríguez, que, indicó, tiene otros cinco trabajos para sumar al salario del hospital. En promedio, trabaja cerca de 60 horas por semana.
El intendente de La Matanza anunció en abril un aumento salarial del 70% para los empleados municipales. Sin embargo, los trabajadores del Hospital del Niño de San Justo indicaron que no es real e informaron que los incrementos alcanzaron a solo un 40%: recibieron un 18% en marzo, 6% en mayo, otro 6% en junio y un 10% en julio. La Secretaría de Salud de La Matanza, a cargo de Gabriela Álvarez, no accedió a contestar las preguntas de este medio y derivó la comunicación al área de prensa del municipio. Desde esa oficina no respondieron a la consulta de LA NACIÓN sobre la situación salarial en el hospital.
En cambio, señalaron que realizan diariamente convocatorias en búsqueda de profesionales. Destacaron que Pediatría se encuentra entre las especialidades críticas porque no hay especialistas y que hay un faltante a nivel país, tal como informó la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). La entidad había indicado que el país tiene un 30% menos de los profesionales de ese área necesarios para cubrir las residencias médicas.
Por su parte, desde el Ministerio de Salud bonaerense, a cargo de Nicolás Kreplak, indicaron que el hospital es de administración municipal e insistieron con que la falta de pediatras es parte de una crisis más grande que se da a nivel nacional y mundial.
Según cuenta el personal del hospital, la mayoría está con contratos temporales. Y ejemplificaron con el caso de una de las enfermeras que está con este tipo de vinculación desde hace ocho años. Otra lleva 13 años, pero la formalizaron hace dos. Agregaron que cuando pasan a planta permanente pierden toda la antigüedad.
“Uno ha elegido este hospital, pero las condiciones actuales obligan a la mayoría a renunciar”, lamentó Alarcón, quien además es la encargada los domingos de la Sala de internaciones. Y agregó: “Es un contexto poco alentador y quienes buscan formarse no tienen dónde”.
“Al no tener pediatras nuestra formación también se ve afectada. ¿De quién aprendemos? Somos médicos generales que queremos especializarnos”, apuntó una de las médicas residentes.
“La gente no tiene otra, somos conscientes y por eso nos seguimos quedando”, cerró Miranda.
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