Incongruencia: los contrastes entre la vacunación con Sinopharm en jóvenes y con Sputnik en mayores
Solo el 40% de los mayores de 60 que recibieron el producto ruso tiene las dos dosis; muchos de ellos tienen hijos con el esquema completo de la vacuna china o AstraZeneca
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María Mazzeo tiene 66 años y hace cuatro meses recibió la gran noticia: tenía turno para darse la vacuna contra el Covid-19. Sin dudarlo, fue a la dirección en que la citaron, en el partido de Temperley, y se puso muy contenta cuando le aplicaron la Sputnik V, porque según había escuchado era de las que tenían mejores resultados y eficacia. Una de las cosas que más le entusiasmaba era que pronto, cuando recibiera las dos dosis, su limitada vida social podía volver a incluir a nietos y amigos, siempre con los cuidados del caso. Pero la espera hoy resulta interminable. Aunque revisa con frecuencia su teléfono y su correo electrónico, nunca recibe la notificación para el segundo componente. “Me dicen que es porque está en falta”, dice. Pero lo que la sorprende es que a sus hijos ya los vacunaron con las dos dosis de Sinopharm y AstraZeneca.
El contraste que Mazzeo experimenta dentro de su propia familia le llama la atención, y sobre todo la inquieta. Porque la demora en la entrega de las segundas dosis de Sputnik V hace que aún haya muchos adultos mayores con un esquema incompleto.
Según un cálculo de LN Data, actualmente son 1.156.114 las personas que ya superaron los 90 días desde que recibieron la primera aplicación. Sin embargo, por ahora no hay stock disponible para inocularlos con el segundo componente, porque el 93% de esas dosis que llegaron al país ya fue aplicada. Mientras tanto, hay un porcentaje que crece entre la población joven, y sin comorbilidades, que ya recibió el esquema completo de otros laboratorios, como Sinopharm o AstraZeneca.
Eso sí, hay que tener en cuenta también que el intervalo entre las vacunas es diferente: para la Sputnik V se prevé uno de 90 días, para la vacuna de AstraZeneca, 56 días; y para la de Sinopharm, solo de 21 días.
Hasta ayer, y según los datos procesados por LA NACION sobre la base de la información oficial disponible, el grupo priorizado que conforman las personas de 60 años o más, acumula la mayor cantidad de dosis aplicadas: un total de 9.450.079. Sin embargo, aun hacen falta otras 5.378.293 dosis para que el 100% de los 7.414.186 de personas que integran este universo tenga el esquema completo.
De acuerdo con los datos recopilados por LN Data, desde el 21 de junio llegaron 13 vuelos con 10.018.000 dosis de Sinopharm, cantidad suficiente para inocular con el esquema completo a 5.009.000 personas. Se aplicaron 4.319.397 en total hasta el momento: 4.009.637 como primera dosis, y 309.760 como segunda. La mayor parte de estas segundas dosis aplicadas de la vacuna china fue en menores de 60 años.
Mientras que entre los cargamentos de Sputnik V, hasta ahora arribaron a la Argentina 11.868.830 vacunas. De ese total, 9.375.670 corresponden a la primera dosis, y 2.493.160 a la segunda. En el cálculo se obtiene una diferencia de 6.882.510 entre las cantidades recibidas de ambos componentes. De esos arribos, entre la última semana de junio y las primeras de julio, llegaron tres vuelos con 953.000 dosis del segundo componente de Sputnik V, y la mayoría fue a parar a los brazos de los mayores de 60 años.
Y otro dato clave para entender el contraste entre la cantidad de adultos mayores que tienen el esquema completo es desde la óptica de la vacuna que les haya sido asignada: a los que les tocó AstraZeneca, el 75% tiene la segunda dosis. Los que fueron inoculados con Sinopharm, el 89% ya tiene el esquema completo. Mientras que los que recibieron la Sputnik V, solo el 40% recibió el segundo componente.
“Por favor, hagan algo”
Anteayer, la Provincia de Buenos Aires anunció en Twitter el envío de más de un millón de turnos para los próximos nueve días: 513.605 de primeras dosis, y 619.690 de segundas dosis. El dato es alentador, otro paso más en la campaña de vacunación que avanza, pero al igual que Mazzeo, hay muchos que siguen esperando.
En respuesta a @BAProvincia, un usuario expuso el caso de su padre. “Tiene 63 años, diabetes insulinodependiente. Tiene obesidad, hipertensión. Tiene el plazo de la segunda dosis vencido. Mi papá NO TIENE turno para la segunda dosis. Por favor, hagan algo”, reclamó el vecino bonaerense.
El hilo sigue con otro tuit de Paula Chiarella, que también opinó: “Estaría bueno que las segundas dosis sean para personas mayores y con comorbilidad. No está bueno que personas “sanas” ya tengan su segunda dosis, y personas mayores o con alguna enfermedad todavía están esperando su turno. Habría que ver como solucionarlo lo antes posible”.
Ante la preocupación por la falta del segundo componente de la Sputnik V, y para saber cuál es la planificación a futuro, LA NACION consultó a los Ministerio de Salud de la Provincia y la Ciudad. Fuentes de la cartera bonaerense dijeron: “Ya se explicó hasta el cansancio que la efectividad de una Sputnik es casi como tener las dos Sinopharm. La garantía de la protección ya está”, asumieron.
“Con una dosis de Sputnik la inmunidad es del 78 %, y con las dos dosis la eficacia para mortalidad aumenta casi en un 20%, por lo tanto hay que dar las dos dosis —afirma el infectólogo Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y asesor presidencial—. El incumplimiento del Instituto Gamaleya [de Rusia] fue la causa principal de este retraso. Ellos no cumplieron con lo que tenían que enviar. Por eso se está trabajando en los estudios clínicos de combinación de vacunas para comparar los resultados de aplicar Sputnik como primera dosis y Sinopharm o AstraZeneca como segunda. Qué respuesta tienen y si los efectos adversos son similares. Sería óptimo que llegue Cansino, porque el componente que utiliza es igual que de la Sputnik V”, sugiere López.
López estima que los primeros resultados de los estudios sobre esquemas combinados podrían estar disponibles la primera semana de agosto. “Si son buenos y se aprueba rápidamente en el país, calculo que en unas tres semanas aproximadamente podría comenzar a revertirse el hecho de que tengamos un grupo importante de gente mayor de 60 años con una sola dosis”.
Garantizar la segunda dosis para los mayores de 60
En mayo pasado, y como una de las estrategias claves para evitar el colapso del sistema sanitario, los expertos advertían sobre la urgencia de completar el esquema de vacunación en los mayores de 60 años, que son unos 7,4 millones en todo el país. La recomendación, entre otros, era del mismo Eduardo López. “Deberíamos garantizar la segunda dosis para este grupo lo antes posible, y recién después seguir con los segmentos por debajo de los 59 años que presentan comorbilidades. Una dosis ha demostrado eficacia, pero completar el esquema es la manera más segura para hacerle frente a las diversas cepas –señalaba López hace dos meses–. La mortalidad en los mayores de 60 es la más alta a nivel global, y también son estos pacientes los que más se hospitalizan y requieren de cuidados intensivos. Es cierto que hubo un aumento preocupante y una suba en los cuadros graves de las personas de 45 a 59 años. Pero esta realidad no debe opacar la urgencia del grupo por encima de 60 años”.
Antonella Giménez se siente una afortunada. Tiene 44 años y ya tiene dos dosis de la vacuna contra el Covid-19. A ella le aplicaron la Sinopharm en uno de los vacunatorios porteños, y justo cuando se cumplían las tres semanas la convocaron y le dieron la segunda dosis. “No se entiende mucho. A mí me dieron las dos dosis, y mi suegra, que tiene 73 años, todavía está con la primera dosis de Sputnik. Por otro lado, tenemos unos amigos en Luján que tienen un hijo de 18 años que ya está vacunado. No se comprende qué lógica están teniendo. Los de la Sputnik son los más perjudicados”, sostiene.
¿Cuál podría ser la mejor combinación para los adultos mayores?
En medio de esta situación, y ante el contexto de escasez, la médica infectóloga Elena Obieta, jefa del servicio de Enfermedades Transmisibles y Emergentes de la Municipalidad de San Isidro, también espera con ansiedad los resultados preliminares de los estudios de combinación de vacunas. “Ya hay experiencias en otros países, y ante el faltante del segundo componente de la Sputnik V es una buena alternativa recibir la segunda dosis de otra plataforma, como AstraZeneca, Sinopharm, Moderna o Pfizer, si llega al país. Es importante tener el esquema completo, y cuanto antes. Pero dicho esto, y para generar tranquilidad, con una dosis de Sputnik V también se vio un fuerte impacto en la disminución de la mortalidad -señala Obieta-. Por otra parte, el hecho de que en simultáneo se vacune a un grupo de la población más joven, y sin comorbilidades, tiene un impacto secundario positivo en la disminución de la transmisión del virus en la comunidad, que está dada aproximadamente en un 40 por ciento. De todas formas, la eficacia de las vacunas está en la posibilidad de disminuir las formas graves de la enfermedad y las muertes, y es cierto entonces que con una sola dosis esta eficacia puede ser menor ante la aparición de nuevas variantes. Un ejemplo claro es Inglaterra, que con más del 50% de la población vacunada con dos dosis tienen ahora unos 30.000 casos por día, pero casi sin fallecidos”.
Desde el Ministerio de Salud porteño, consignaron que con respecto al estudio de combinación de vacunas, todavía “hay que esperar una días para las tomas de muestras y ver qué resultados se obtienen”. En referencia a la estrategia, explicaron que la Ciudad trabaja en torno “a la estrategia nacional”; y en cuanto al contraste de la vacunación que se potenció durante este último mes, admiten que ese escenario es real. “También hay que tener en cuenta los intervalos que tiene cada vacuna, que no son todos iguales”, dijeron fuentes del equipo que conduce Fernán Quirós, ministro de Salud porteño.
Con respecto de la importancia de la segunda aplicación, o dosis de refuerzo, Obieta explica su importancia en el proceso de inmunidad celular. “A pesar de que haya demora en el intervalo de aplicación entre cada dosis, el proceso de inmunidad celular está comprobado. Además, es importante evaluar los diferentes escenarios ante la posibilidad de combinar vacunas. Los adultos mayores suelen responder menos a las vacunas, y quizá para los que ya recibieron la primera dosis de Sputnik, sería más efectivo una segunda dosis de AstraZeneca, Moderna o Cansino, si llegara al país, ya que utiliza el mismo componente que la segunda dosis de Sputnik”, coincide la experta.
Con la colaboración de Delfina Arambillet
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