Soledad Acuña: “Tenemos que mejorar la comunicación con el sistema”
El 2018 fue un año muy conflictivo en la ciudad en materia educativa. La polémica por el cierre de escuelas nocturnas, la creación de la Unicaba y la mudanza de establecimientos al nuevo Polo de las Artes fueron algunos de los temas que generaron debates y mucha resistencia en un sector de la comunidad educativa. Al respecto, la ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña, admitió que es un desafío para su administración mejorar la comunicación con todas las instancias del sistema. Pero pretende que las discusiones se puedan dar con los chicos adentro del aula.
–¿Cierran o no las 14 escuelas nocturnas?
–No, las escuelas no se cierran, nunca dijimos que se iban a cerrar. Nosotros desde un principio venimos hablando de una transformación de la educación en general, y en la de adultos en particular, buscando que tengan mejores opciones. Lo que estamos cerrando es la inscripción a la modalidad de comercial nocturno, pero siguen abiertas y se van abrir más opciones para las modalidades que dan mejores herramientas. En los comerciales nocturnos hoy tenemos solamente que tres de cada diez adultos que se inscriben terminan en esta modalidad y en la mayoría de las comerciales, en agosto, después de las vacaciones de invierno, ya el 50% de la matrícula se cae o está en condiciones de quedarse libre. Entonces lo que estamos buscando es que, como pasa en otras modalidades, los adultos tengan las herramientas que necesiten y no que sea una frustración más volver a empezar en una modalidad que no los acompañe.
–Entonces la persona que ahora va a inscribirse en un primer año en estas escuelas que tenían modalidad comercial, ¿con qué se va a encontrar?
–La realidad es que hoy tenemos 7000 vacantes disponibles para cualquier adulto que quiera empezar sus estudios en las modalidades presenciales y semipresenciales. Que pueden ser las escuelas de reingreso, puede ser Adultos 2000, pueden ser bachilleratos con orientación artística, pueden ser centros de formación profesional y terminalidad, y pueden ser bachilleratos comunes nada más que nocturnos.
–Esas son las que ya estaban…
–Sí, pero esas son las modalidades que nosotros estamos ampliando también. Lo que nosotros estamos trabajando ahora es cuáles son las más adecuadas para reincorporar. La verdad es que nadie se inscribe a esta altura del año, porque en estas modalidades de adultos, y de comerciales en particular, se inscriben a partir de marzo o abril, sobre todo los jóvenes de 17 o 18 que dan las materias que deben en febrero y no las aprueban y repiten. Pero a pedido de los sindicatos que insistieron en que haya igual una instancia de inscripción, abrimos un lugar presencial en San Juan 250 para quienes quieran ir a inscribirse. Y a partir de marzo o abril vamos a tener definido en cada uno cuál es la mejor modalidad, y lo estamos trabajando con los inspectores y con los supervisores, pero dentro de esas cinco modalidades. No es que vamos a inventar una nueva. Lo estamos viendo de acuerdo al perfil de los estudiantes: donde hay más jóvenes de 16 a 18 repitentes, ahí creemos que es mejor una modalidad como las escuelas de reingreso. A la zona centro, Retiro, donde creemos que por el perfil de los estudiantes la mayoría son adultos que tienen que trabajar, para donde funcionaba un comercial hay modalidades como Adultos 2000 que son más adecuadas. El análisis de cada caso es en función de los perfiles de los estudiantes.
–Respecto de la mudanza de la Escuela de Cerámica y la Yrurtia al Polo de las Artes, ¿no piensan que pueden perder un porcentaje de alumnos que no estén, por ejemplo, dispuestos a viajar desde Almagro hasta Mataderos?
–La realidad es que las escuelas secundarias, y sobre todo las escuelas secundarias que tienen una orientación muy específica como las artísticas o las técnicas, son elegidas por las familias no por la ubicación geográfica sino por el perfil de la escuela. Esto sucede especialmente en el Cerámica donde vos analizás el mapa de distribución de la ciudad y las familias no son todas de cinco cuadras a la redonda de Bulnes y Rivadavia. Están distribuidas por toda la ciudad. El Polo de las Artes lo que nos permite es ampliar muchísimo el espacio físico, ampliar los espacios de producción, ampliar la cantidad de vacantes posibles. Y además, el hecho de juntarse con el Yrurtia, que también es una escuela artística, lo que explota es la potencialidad del trabajo conjunto. Lejos de creer que perjudica a los estudiantes creemos que los beneficia.
–¿Y por qué cree entonces que se generó tal resistencia, no solo de alumnos sino también de padres y docentes?
–Eso no es cierto. Lamentablemente cuando se producen todas estas reformas educativas, en general son los grupos minoritarios los que gritan fuerte. Y la mayoría son silenciosos. Tenemos un montón de familias que están de acuerdo, que están contentas, pero no se manifiestan de la manera en que se manifiestan los que están en contra.
–Este va a ser el segundo año de la Secundaria del futuro. ¿Qué balance hacen del primero?
–Este año se suman 25 escuelas más a las 19 del año pasado. Estamos súper contentos por el impacto que hemos tenido. Sobre todo en el nivel de promoción y retención, es decir cuántos chicos aprobaron y pasaron de año y cuántos chicos se quedaron comparado con años anteriores. Y los números son muy alentadores.
–¿Cambiarán algo para este año?
–Tenemos que trabajar mucho más en la capacitación docente para que se sientan más cómodos en estas nuevas maneras de enseñar. Entendemos que es un proceso que hay que fortalecer, tenemos que trabajar mucho más en la comunicación con respecto a la nueva forma de evaluar para que las familias puedan acompañar el proceso, que los chicos también se involucren más y fortalecer mucho más todo lo que es el paso de trabajar por materias separadas a trabajar por áreas de conocimiento. La forma en que hoy se forma a los docentes es para que sigan carreras individuales, no de trabajo conjunto. No están formados para trabajar en parejas pedagógicas o de forma colaborativa y eso sí es algo que tenemos que transformar para la formación docente en adelante.
–Fue un año de mucho conflicto. ¿Tienen autocríticas al respecto?
–Tenemos todavía un desafío por delante que es el de mejorar las instancias de comunicación con el sistema, y llegar con la información a tiempo para que no haya sorpresas y se entienda que todo es parte de una mirada integral. Es un sistema muy amplio al cual es difícil llegarles sin intermediarios.
–¿El 6 de marzo empezarán las clases normalmente?
–Estamos confiados en que vamos a poder empezar. Venimos trabajando este año que pasó con mucho diálogo con los sindicatos. Fue un año más difícil de lo que esperábamos o hubiéramos querido todos. Pero lo que nos propusimos durante el año es que pudiésemos sentarnos a discutir todas las veces que hiciera falta. Y por eso casi una vez por mes nos juntamos para ir acordando los aumentos salariales para tratar de que no pierdan contra la inflación. Y espero que esas instancias de diálogo permitan que este año se priorice que las discusiones se den con los chicos adentro del aula.
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