Socios extranjeros se alejan de los hermanos Rohm
Duhalde y Batlle trataron el tema
Los socios extranjeros del Banco General de Negocios (BGN) les soltaron la mano a sus representantes locales, los hermanos José y Carlos Rohm, y se están alejando de los directorios porque se sienten defraudados, dijeron fuentes ligadas a los socios foráneos. Pues mientras el primero se encuentra con un pedido de captura de la jueza María Servini de Cubría, el segundo está preso por supuestas maniobras para sacar dinero del corralito.
En un acta labrada ante autoridades bancarias, se indicó que "los accionistas del exterior habrían perdido la confianza en el management local" del BGN.
Representantes locales del J. P. Morgan Chase, el Dresdner Bank y el Credit Suisse First Boston, que controlan una parte del BGN, se reunieron anoche para analizar la desmentida de José Rohm a LA NACION sobre denuncias contra su hermano Carlos y ratificaron la seriedad de sus imputaciones, dijeron fuentes ligadas a ellos.
El lunes último sus socios extranjeros denunciaron ante el Banco Central que José Rohm acusó a su hermano Carlos de haber defraudado por 250 millones de dólares al Banco Comercial y a la Compañía General de Negocios, de Uruguay, y vinculados con el BGN. Ayer la jueza Servini de Cubría pidió a los representantes de los bancos que ratifiquen su denuncia.
Al mismo tiempo, el gobierno uruguayo y el argentino realizaron ayer discretos contactos con los socios extranjeros para que aporten el dinero faltante y evitar una corrida en Uruguay, dijeron fuentes ligadas a las entidades financieras. Las conversaciones son la primera consecuencia de la entrevista que mantuvo anteayer el presidente Eduardo Duhalde con su par uruguayo Jorge Batlle, donde se habló de las consecuencias para la plaza bancaria uruguaya de la investigación de Servini de Cubría. El Banco Central del Uruguay dijo en un comunicado que abrió una investigación y que los Rohm renunciaron al directorio del Banco Comercial.
El acta -a la que accedió LA NACION y cuya existencia confirmó ayer Servini de Cubría- que dictó Marcelo Podestá, del J. P. Morgan, en la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias, señala que José Rohm se reunió en Suiza con el presidente del Credit Suisse. Allí le dijo que sabía que su hermano Carlos había cometido un fraude. La maniobra "estaría relacionada con la utilización de títulos que se mantenían en custodia por aportes de aproximadamente 250 millones de dólares del Banco Comercial y de la Compañía General de Negocios".
El acta dice que esos documentos se usaron "para cancelar deudas que mantendría la sociedad panameña San Luis y otra sociedad ligadas a la Compañía General de Negocios, que se relacionarían con ventas de cartera irregular de crédito en estado de mora y atraso, que habrían sido realizadas por el Banco General de Negocios en los años 80". El acta la firman Podestá, Guillermo Lesniewer, superintendente del área, Alberto Tulosai, subgerente de supervisión y seguimiento, y la gerenta de supervisión de entidades financieras Delia Cortelletti.
Anteayer, José "Puchi" Rohm desmintió desde Nueva York haber denunciado a su hermano y allegados a los banqueros dieron otra explicación para la misma reunión en Suiza. Admitieron que José Rohm habló "durante una desafortunada conversación" de un faltante de 250 millones de dólares, pero explicaron que se debió a "una pérdida en un ejercicio de hace 8 o 10 años. Ahora llegó el momento de hacer un aporte de capital". Las fuentes dijeron que el tema "no tiene nada que ver con la Argentina, sino con Uruguay". Interpretaron que el J. P. Morgan denunció a los Rohm para curarse en salud luego de los problemas con la quebrada Enron, que le costaron 807 millones de dólares.