Sin vuelos, Bariloche está en crisis
No se concretó la reapertura del aeropuerto; aumentaron las mudanzas y los comerciantes se quejan por el pago de impuestos
SAN CARLOS DE BARILOCHE.– Las cenizas volcánicas no dan tregua. Aunque los barilochenses intentan atraer a los turistas con descuentos para el verano, la incertidumbre respecto de cuándo se reanudarán los vuelos añadió un factor de angustia. La ciudad está en crisis.
Las esperanzas volvieron a decaer ayer, cuando a pesar de los anuncios acerca de la reapertura del aeropuerto no hubo acto de inauguración ni vuelos. El gobernador Carlos Soria (FpV) pegó el faltazo tras asegurar que no participaría de un acto para inaugurar un aeropuerto en el que no aterrizaría ningún avión. Es que las compañías aéreas, incluso Aerolíneas Argentinas, anticiparon que no volarían a Bariloche mientras no exista un protocolo de seguridad unificado que garantice las operaciones.
El ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer, estuvo horas antes de la culminación de las obras del aeropuerto y anunció la incorporación de un nuevo equipamiento para la medición de cenizas volcánicas en tierra y un avión que medirá la presencia de partículas en el aire. "Se va a tener certeza (del retorno de los vuelos) con la información científica en mano", dijo Meyer ante la consulta de La Nacion. Ese informe estaría en 15 días, según anunció.
Mientras tanto, Aerolíneas Argentinas y LAN –que realizaban vuelos regulares antes de las cenizas– no incorporaron en sus grillas el destino Bariloche al menos hasta marzo a la espera de mayores certezas.
Tras la erupción del volcán, durante la temporada de invierno, el aeropuerto fue utilizado por algunas aerolíneas con vuelos chárter desde Brasil. Luego, en septiembre, Aerolíneas Argentinas rehabilitó los vuelos pero sólo por cinco días. El corte abrupto provocó el desconcierto en Bariloche.
Daniel García, presidente de la Cámara de Turismo, se mostró molesto con la situación: "Pasaron seis meses, mejoraron el aeropuerto y, ahora, por cuestiones de seguridad comenzaron a diagramar un protocolo para determinar cuándo los aviones pueden bajar. ¿Por qué no lo hicieron antes si sabían que se necesitaba?", se quejó.
En el ánimo de los habitantes de esta ciudad paradisíaca hay matices. Algunos sectores continúan con su trabajo o emprendimientos estables con las quejas habituales en los días ventosos cuando se remueven las cenizas.
Otros han optado por mudarse. Se trata de casos de familias que residían en Bariloche desde hacía 2 o 3 años y que ante el panorama general muy gris decidieron volver a sus lugares de origen. Octavio Zubiría, presidente de Mudanzas Los Coihues, comentó a La Nacion que "entre los meses de octubre y noviembre pasados se registró una demanda de mayor fluidez de mudanzas de Bariloche a Buenos Aires o el interior".
El Colegio de Graduados en Ciencias Económicas diagnosticó que la caída de ingresos en general asciende a unos 1200 millones de pesos ante la falta de turistas. Un dato favorable que aún contiene a los sectores de menores ingresos es el subsidio de 1000 pesos para unos 10.000 trabajadores que otorga el Gobierno a través de los planes Repro.
Pero la falta de reglamentación de la ley 26.697, que declaró la emergencia económica, imposibilitó la aplicación de las exenciones impositivas tal como se anunció.
El presidente de la Asociación de Pequeños y Medianos Comerciantes, Oscar Cingolani, afirmó que hay "desconocimiento" de la dimensión de la crisis y consideró que el panorama es complejo. "Esperamos medidas integrales, necesitamos la exención de todos los impuestos nacionales y no sólo una prórroga de vencimientos", afirmó.
CONSECUENCIAS
- Incomunicados. El aeropuerto de Bariloche estuvo cerrado tres meses por refacciones; ayer era la fecha para su reapertura, pero no pudo concretarse por falta de vuelos.
- Frustración. Aumentaron las mudanzas de gente que regresó a sus destinos de origen ante la falta de trabajo y las perspectivas grises por las cenizas.
- Impuestos. La falta de reglamentación de la ley que declaró la zona en emergencia económica es un factor adicional de presión, dado que no hubo exención o prórroga en el pago de impuestos como se preveía.
- Pérdidas. Según el Colegio de Graduados en Ciencias Económicas, la caída de los ingresos alcanza los 1200 millones de pesos por la falta de turistas. El subsidio de 1000 pesos sólo alcanza a los sectores más necesitados.