Las páginas con las que se formó la "generación dorada" de la publicidad
Contrariamente a lo que dicen, los buenos avisos se están yendo de los diarios antes que los lectores. No hay cosa más impactante que un titular genial, nada más cautivante que un diseño bello y nada más efectivo que la combinación de ambas cosas.
¡Amo el tamaño sábana! Pero con el advenimiento de la digitalidad, todo se volvió más efímero. Y también más chico
La llamada "Generación Dorada" de la publicidad argentina, a la que humildemente pertenezco, aprendió a tener buenas ideas haciendo gráficas para diarios. Esas páginas y dobles páginas imponentes que aparecían en LA NACION también eran vistas por los jurados de los grandes festivales, que, como los consumidores, nos daban su premio.
¡Amo el tamaño sábana! Pero con el advenimiento de la digitalidad, todo se volvió más efímero. Y también más chico. ¿Estarán teniendo en cuenta, anunciantes y agencias, el número de hipermétropes y gente con presbicia que hay en la Argentina tratando, sin éxito, de leer sus pequeños banners en los celulares? Lo dudo... Cuando voy por trabajo a Londres, lo primero que hago es agarrar los diarios. Por mi deformación profesional, paso velozmente y con ansiedad las impares en busca de ese aviso, de esa foto o de esa gran idea que me haga suspirar y confirmar por qué sigo trabajando en esto. A Dios gracias, generalmente lo encuentro.
Esa misma adrenalina tengo cuando publicamos algo y abro el diario para ver el aviso que, al mismo tiempo, van a estar viendo cientos de miles. ¿Saldrá bien?¿ Destacará como creíamos? ¿O será ignorado olímpicamente por culpa de la renuncia de un ministro de Economía o de una terrible catástrofe natural? No es fácil competir contra las noticias, nada fácil. Pero quiero decirles que muchas veces les hemos ganado.
Hernán Ponce