Sergio Ramírez: "La creación de LA NACION fue una obra humanista, como ha de serlo el periodismo de altura"
Cuando empecé a escribir para el diario LA NACION hace ya bastantes años, nunca perdí de vista que este es, era y sigue siendo el periódico de mi paisano Rubén Darío, y que la aventura suya de entonces como columnista estelar había sido clave para transformar el periodismo de la época y hacer que entrara en la modernidad, bajo la idea de modernidad que de manera integral tenía Bartolomé Mitre, extendida a la política, a las ciencias, a la cultura y a la información. LA NACION era entonces la modernidad para el mundo hispanoamericano, y la información y la opinión eran parte de un mismo todo creativo e innovador. Y la esencia de todo era la libertad de palabra, el poder de la palabra.
Hoy los desafíos del periodismo son los mismos, solo que multiplicados, y a la lucha por la libertad de palabra se agrega la lucha por la verdad sin dobleces; porque no hay verdades alternativas sino aquella única que se busca a través del rigor de la ética y de la investigación, sobre todo cuando se trata de verdades que el poder y los intereses creados buscan ocultar, ahora cuando la mentira y la corrupción parecieran ser una maldición de la democracia.
La democracia, que está sujeta a tantas pruebas desde los extremos, cuando hay tantos que quisieran invalidar este modelo insustituible al que es necesario defender cada día, primero que nada a través de la palabra libre. Y la mentira oficial, y las verdades únicas, y la pretensión de someter la palabra a la férula de la demagogia, en lugar de ser símbolos enterrados del pasado, tratan de ocupar los espacios de la libertad, avasallándola. Demagogia y populismo y falsas verdades.
Estos 150 años de LA NACION deben servirnos para abrir un espacio de reflexiones sobre la calidad de información que necesitamos afianzar en este siglo cuyos rumbos son todavía tan inciertos en una América Latina desgarrada de contradicciones, pero llena de esperanzas.
La figura de Bartolomé Mitre, como prócer republicano y prócer del pensamiento, debería recordarnos que el periodismo libre es una obra intelectual en su mejor sentido; no en el de la élite ajena al significado de la democracia, sino en el de la construcción de la democracia desde las ideas y el humanismo. Porque la creación de LA NACION fue una obra humanista, y el periodismo de altura nunca dejará de ser humanista.
* Escritor y exVicepresidente de Nicaragua
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