Una heladera natural, clave en una comunidad vulnerable
Preserva medicinas y alimentos en zonas sin electricidad tradicional
MARRUECOS.- Al igual que muchas mujeres que viven sin electricidad en aldeas de todo Marruecos, Fátima ve cómo los alimentos que consiguió para su familia se pudren por los constantes cambios de temperatura y la humedad. Para evitar que eso ocurra, ella aprendió a organizar bien qué se comerá durante la semana. Sin embargo, su método plantea serias consecuencias para la salud: una dieta desequilibrada. A comienzos de la semana, la nutrición es rica en frutas y verduras luego de haber ido al mercado, pero a fines de la semana, se vuelve pesada por el consumo de alimentos a base de almidón y legumbres.
"La idea de este proyecto surgió cuando nos dimos cuenta de la necesidad de heladeras naturales durante una serie de visitas de campo", explica Raowia Lamhar, cofundadora y directora general de Go Energyless. A principios del año pasado, ella y su equipo crearon el primer prototipo de heladera a base de arcilla. El invento permite preservar los alimentos durante un período de entre 10 y 15 días.
Así, las mujeres como Fátima son capaces de reducir sus gastos en alimentos en alrededor del 20%. Además, logran consumir una mayor variedad de productos.
Pero hay otro gran beneficio del invento: conservar sin electricidad medicamentos. Sobre todo, porque en ciertas regiones de Marruecos, donde las temperaturas pueden alcanzar los 50 grados centígrados o más, la falta de técnicas de refrigeración afecta la salud.
De eso sabe Ahmed, un marroquí nativo de una región cercana a la ciudad de Mequinez. Él, que es diabético, se inyectó insulina que no estaba bien conservada y debió ser internado. El método que usaba para mantenerla refrigerada consistía en enterrar la medicina y regar la tierra.
"Con el refrigerador natural, nuestra capacidad de preservar la medicina y los alimentos sin electricidad mejoró enormemente", dice Raowia.
Hoy, la joven empresa ofrece dos modelos de heladera. El primero, el más básico, está diseñado para atender a las comunidades que no tienen ningún acceso a la electricidad y cuesta alrededor de 20 euros. El segundo modelo, que sale unos 33 euros, está dirigido a aquellos que pueden acceder a energías a base de biocombustibles.
Masificarse
Mientras que cursa el quinto año de su diplomatura en ingeniería, especializada en medio ambiente, Raowia también asumió el rol de empresaria.
Go Energyless, la firma que cofundó, planea ir más allá: implementar una fuerte estrategia de marketing e incrementar la eficiencia de su proceso de producción.
Después de la creación de 50 prototipos el año pasado, Go Energyless busca aumentar su tasa de producción para satisfacer una demanda creciente. Para lograrlo, apuesta a que la heladera natural llegue a un público más amplio. Principalmente, por medio de distribuidores capaces de financiar su comercialización en algunas de las comunidades más pobres, donde la necesidad es mayor.
Sabrina Belhouari
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