“Sin plazo de resolución”: derivan pacientes oncológicos del Instituto Roffo por un desperfecto en el equipo de radioterapia
En abril dejó de funcionar un aparato de braquiterapia para tratar internamente tumores pequeños y, desde entonces, está pendiente su reemplazo; preocupación en el personal por la continuidad de los tratamientos
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Pacientes con diferentes cánceres que tenían que empezar a recibir radioterapia o estaban en tratamiento en el Instituto Roffo, en el barrio de Agronomía, están recibiendo una carta para que sus coberturas tramiten en otra institución “una derivación a la brevedad”. El equipo de radioterapia –un acelerador lineal de electrones– que posee ese hospital escuela de oncología, dejó de funcionar la semana pasada y el desperfecto no tiene “plazo cierto de resolución”, de acuerdo con esas comunicaciones.
En abril, cuando este hospital de referencia en la región y que depende de la Universidad de Buenos Aires (UBA) cumplía 100 años, dejó de funcionar también el equipo de braquiterapia (o radiación interna) que se utiliza para tratar cánceres en áreas más pequeñas que con la radioterapia externa. Desde el área de coordinación de hospitales de la UBA, aclararon que ese aparato “caducó”, por lo que hay que reemplazarlo.
“Esos aparatos tienen una determinada vida útil. El Rectorado ya recibió el presupuesto elevado por la coordinadora y está tramitando la compra. Obviamente, esto no es de un día para el otro”, respondieron a LA NACIÓN sobre el equipo de radioterapia interna. En cuanto al otro aparato, afirmaron que la cotización de la reparación a la empresa autorizada para hacerlo “está aprobado y se encuentra en trámite administrativo para la emisión de la orden de compra”. Desde la compañía indicaron que están a la espera de esa aceptación para poder realizar la solicitud de importación de los repuestos de las partes del equipo que están dañadas.
Esto viene generando preocupación en los profesionales por la interrupción de tratamientos y las demoras que demandan las derivaciones, en especial cuando los pacientes no tienen cobertura. Cada año, los profesionales y técnicos del Roffo atienden más de 70.000 jóvenes y adultos con cáncer.
Solución
No es la primera vez que hay problemas con el equipo de radioterapia, ya que entre febrero y julio pasados también estuvo sin funcionar. Oncólogos que conocen el servicio que proporciona el hospital, sobre todo a quienes no tienen cobertura, coinciden al señalar que no habría necesidad de derivar a los pacientes si un centro con la demanda del Roffo pudiera contar con más de un equipo para las terapias que son básicas en el manejo del cáncer. A la vez, eso permitiría que un paciente pueda recibir todo el tratamiento que necesite en el mismo lugar.
Una reparación puede demandar, por lo menos, dos meses entre que una empresa define cuál es el problema y presupuesta el arreglo, se define si se puede pagar y, cuando es necesario, estén los repuestos para la puesta a punto. Esta vez, el desperfecto del equipo de radioterapia demanda el reemplazo de varios repuestos, que son importados y de alto costo. Hay una sola empresa autorizada para hacer la reparación, que es Photonix, y es la que provee esos insumos.
Desde esa firma confirmaron que está pendiente la aprobación de la cotización y la orden de compra que debe emitir una institución para formalizar la solicitud de importación a través del nuevo Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), que administra la AFIP. Luego, habrá que esperar que el Estado autorice esa importación en dólares y la empresa envíe el pedido al proveedor en el exterior.
“El equipo es un acelerador lineal que se averió hace unos días y ya se contactó a la empresa que hará la reparación. Están con el presupuesto y los repuestos, que en estos tiempos no resultan fáciles de conseguir”, indicaron desde la UBA. Y agregaron: “En ambos casos [por el tratamiento con radioterapia y braquiterapia], el hospital ha dado respuestas y se están realizando las gestiones para resolver los inconvenientes que esto ocasiona. De ahí que se derivan a los pacientes, porque lo que se busca es resolverle los inconvenientes a la gente, con la que hay absoluta comunicación”.
Esa información que están recibiendo por correo electrónico del Departamento de Radioterapia del Roffo precisa que el lunes pasado “se determinó que, lamentablemente, no habrá ingresos en el equipo de radioterapia por fallas que presenta”, lo que, según se indica, “hace imposible continuar con los tratamientos”. A esa comunicación se adjunta la nota para que la cobertura asigne otro prestador.
“Por problemas técnicos con el acelerador lineal de electrones, sin plazo cierto de resolución, no se puede realizar el tratamiento en nuestra institución –fundamentan el pedido desde el instituto, al que se pudo acceder–. Se solicita derivación a la brevedad a otra institución por su obra social.”
A la espera de turnos
Fernanda Tremul, de 49 años, difundió su caso por redes sociales. Recibió anteayer la nota para su obra social con la solicitud de derivación urgente. “Tendría que haber empezado el tratamiento el lunes, pero me avisaron por mail que no se podía hacer y que me derivaban para que la obra social busque un centro para poder recibirlo. Me dijeron que solo me podrán hacer la quimioterapia”, cuenta en diálogo con este medio.
En mayo, en una clínica de la localidad bonaerense de Ituzaingó detectaron que podía tener un tumor ginecológico. Como la obra social estaba retirando a ese centro de sus prestadores, la derivaron a otra clínica de Lomas del Mirador para la biopsia, que dio positivo para un cáncer de cuello uterino. El profesional tratante la refirió primero al Hospital de Oncología Marie Curie, de la ciudad, y, luego, al Roffo por su equipamiento para tratar la enfermedad.
La indicación de su médica tratante en el Roffo incluye 25 sesiones de rayos, ocho de quimioterapia y cuatro de braquiterapia. Es decir que los turnos de dos se esos tratamientos los tendrá que absorber otros centros, donde la demanda ya viene siendo alta y, en algunos, como le están refiriendo a pacientes que van a la consulta para presupuestar el tratamiento a la cobertura, empieza a haber dificultad para acomodar estos turnos nuevos.
“Esta es la otra burocracia”, dice la paciente sobre las presentaciones en su cobertura. “Están buscando presupuestos y eso es lo que a una la desespera: todas mis órdenes médicas dicen ‘urgente’ y me vinieron dando todos los turnos para un mes en adelante. Cada vez que llegaba a un médico, me decía ´Dejaste pasar mucho´ y la verdad es que me ocupé desde que apareció el primer síntoma –continúa–. La carga y la espera, con esto, recae en nosotros, los pacientes, mientras el tumor crece. Y con lo que conlleva la palabra cáncer cuando nos dan el diagnóstico. No sabés si tenés los días contados.”
En su caso, el inicio de la terapia se retrasará otras tres semanas, según le informaron hoy a Tremul en el centro porteño al que su obra social la derivó. El especialista que la atendió le anticipó que hay que repetir los estudios de planificación del tratamiento con rayos. Eso es una vez que la cobertura del paciente aprueba el costo presupuestado. Por la braquiterapia, Fernanda ya fue a dos prestadores que le indicó su obra social para seguir deambulando y reunir más presupuestos.
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