“Si tenés un equipo contento, es menos probable que lo pierdas”: cómo se vive la semana laboral de solo cuatro días
Dos empresas en Londres decidieron probar la reducción de las jornadas de trabajo; el grupo que promueve el proyecto piloto espera que se vuelva la norma
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The New York Times
LONDRES.- Hace poco, un miércoles por la mañana, Matt Kimber no se conectó a su trabajo como ingeniero senior en una empresa de software. En cambio, salió a pasear por su vecindario londinense, compró el almuerzo en una cafetería y jugó con sus dos galgos.
Su empleador, BrandPipe, se alegró de oírlo. La firma es una de varias empresas británicas que están probando una semana laboral de cuatro días sin reducción salarial, parte de una prueba de seis meses en la que participan unos 1000 trabajadores y que organiza el grupo activista 4 Day Week.
Tras un proyecto piloto anterior en 2022, 56 de las 61 empresas participantes, es decir, el 92 por ciento, señalaron que seguirían con la semana de cuatro días, declaró el grupo. 4 Day Week espera allanar el camino para que la legislación británica consagre una semana de 32 horas y 4 días, para así reducir el número máximo de horas que permite actualmente la ley. Se han emprendido iniciativas similares en Islandia, Nueva Zelanda, Escocia y Estados Unidos.
“Es de sentido común empresarial”, afirmó Geoff Slaughter, cofundador de BrandPipe. “Si tenés un equipo contento, es menos probable que lo pierdas”.
“Tras examinar la investigación, francamente parecía una obviedad”, dijo Anne-Marie Irwin, socia de Rook Irwin Sweeney, un bufete británico especializado en derecho público y derechos humanos que también participa en la prueba.
Ambos se mostraron optimistas respecto a la posibilidad de que sus empresas mantuvieran o incluso aumentaran su producción. Sin embargo, se dieron cuenta de que la transición a una semana laboral más corta requiere replantearse algunas cosas en la oficina.
‘Mentes más frescas durante más tiempo’
Al cabo de unas dos semanas del experimento actual, que empezó en noviembre, Kimber empezó su jornada laboral en la oficina de su casa tras un día libre entre semana. Consultó sus mensajes, leyó las especificaciones de un cliente y se puso al día con otro mientras sus dos galgos rescatados descansaban cerca de él.
“Se siente muy bien volver ese primer día”, dijo, y añadió que había notado que sentía menos presión para aprovechar al máximo sus fines de semana debido al día libre adicional. “Tengo más mentalidad de trabajo en mis días laborables”.
Para preparar la prueba, BrandPipe, la cual es totalmente remota, asistió durante seis semanas a talleres que forman parte de la campaña de 4 Day Week con el fin de ayudar a resolver la logística. La empresa se decidió colectivamente por un sistema flexible en el que los empleados toman diferentes días libres, para garantizar que los clientes estén cubiertos durante toda la semana. La mayoría de las empresas del proyecto piloto conceden a sus empleados un día libre extra cada semana, mientras que algunas optaron por un día libre cada dos semanas.
Todo el mundo en BrandPipe asiste a una reunión semanal de equipo y las tareas clave tienen “sustitutos” para que un empleado pueda encargarse de ellas si otro está en su día libre, dijo Slaughter. La empresa envió un correo electrónico a los clientes explicándoles su participación en la prueba piloto, dijo Slaughter, y les aseguró que no sería causa de interrupciones.
“Lo que intentamos conseguir aquí es asegurarnos de tener mentes más frescas durante más tiempo”, dijo. “Porque así hacemos nuestro mejor trabajo”.
Desde que empezó la prueba, Kimber dijo que se había involucrado más en varios proyectos de la empresa. “Es algo para lo que te prepara un poco más la semana laboral de cuatro días: esta idea de que tenés que entregar cosas cuando la gente está fuera”, dijo.
Pero la logística requiere mucha comunicación, algo que el equipo discutió en una reunión de noviembre. Una persona recordó a sus compañeros que estaría libre el viernes. Slaughter y su socio se dieron cuenta de que tenían muy poco trabajo superpuesto debido a los días libres que habían elegido. Este mes, cambiaron de horario.
Al otro lado de la ciudad, los trabajadores de Rook Irwin Sweeney también hablaban de logística en su reunión de equipo de los jueves. Desde abril, el bufete ha optado por dar a sus empleados uno de cada dos viernes libres, escalonando al equipo para asegurarse de que la mitad siguiera trabajando. El acuerdo es flexible si alguien prefiere otro día debido a audiencias judiciales u otras fechas límite.
La empresa también ha adoptado otras medidas para mejorar la productividad, además del día libre. Las reuniones tienen un orden del día estricto y se establecen dos bloques de tiempo durante el día como horas de concentración, en las que todo el mundo se desconecta y se dejan de enviar mensajes. “Es cuando bajamos la cabeza, trabajamos y nos concentramos”, dijo Irwin.
Irwin dijo que quería que el bufete desafiara la cultura del sector jurídico que valora los largos horarios de trabajo, el estrés y el agotamiento. “Tan solo queremos darle la vuelta a esa narrativa”, dijo. “No es algo para sentirse orgulloso, es motivo de preocupación”.
El futuro de la semana de cuatro días
Tras la primera prueba, de junio a diciembre de 2022, el 70 por ciento de los casi 3000 empleados involucrados dijeron sentir una disminución del estrés y el agotamiento, mientras que las empresas no declararon ningún impacto negativo en sus ingresos, según un informe de los organizadores del programa.
Después de la prueba actual, la campaña tiene previsto presentar los resultados a las autoridades británicas, las cuales han manifestado su interés por reformar la legislación laboral para los trabajadores británicos.
“Queremos que la semana de cuatro días se convierta en la forma normal de trabajar en este país a finales de esta década”, declaró Joe Ryle, director de la campaña de 4 Day Week.
Por Isabella Kwai
Por The New York Times
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