Shilton, un joven actor que se hizo conocido por la televisión

Para Pablo Shilton, el viaje a Rosario era una buena noticia que se sumaba a otra también buena.

Junto con todo el grupo que hacía el espectáculo El aprendiz , del cual era director, se dirigía a la ciudad de Rosario porque la obra iba a formar parte de un festival. Y estaba contento; tanto que no podía disimularlo.

Es más: anteayer le habían avisado que, con ese mismo montaje, el 29 de este mes iba a formar parte de la Fiesta del Teatro de Buenos Aires. Sentía que, de algún modo, la suerte se estaba poniendo de su lado después de trajinar y trajinar en el mundo del espectáculo.

La obra El aprendiz era su nueva apuesta, su nuevo chiche, cuya otra pata fundamental era Klauz Segretin, encargado del arte electrónico, que también falleció ayer junto con Pablo Shilton y otros dos amigos.

En cierto modo, la obra que estaba presentando en la Ciudad Cultural Konex era la continuidad de Huésped , otro trabajo escénico que estrenó hace seis años.

"En su momento, la crítica me mató. Pero prefiero que me maten a defender un prestigio que ni sé si me gustaría alcanzar", sostuvo a LA NACION a fines de octubre último, ayer nomás, días antes del estreno de El aprendiz .

La carrera de este actor y director de 38 años comenzó en el mítico Parakultural y, en estos últimos años, incluyó experiencias en la escena alternativa londinense.

A lo largo de los años, trabajó mucho en televisión, en programas como Verdad/consecuencia , El sheik , Montaña rusa y Son de diez , entre otros.

"Si hice televisión, fue por una cuestión económica -había dicho en ese mismo reportaje-. Siempre fui un outsider de todos lados y así comencé a construir mi propio recorrido."

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