En cuatro semanas, ya no se podrán emitir recetas en papel y tampoco habrá más prórrogas, según anticiparon en la cartera sanitaria nacional. Desde el año que viene, deberán ser solo electrónicas o digitales al cumplirse el plazo que regía desde julio pasado para la puesta a punto de los circuitos online que siguen esos documentos para su validación y uso. Habrá dos excepciones para el uso del papel: las que todavía se emitan este año y –ya según lo defina cada provincia–, los lugares sin conectividad o que sean áreas de difícil acceso.