Sello generacional: generar pequeños cambios, la meta de los jóvenes del país
El mito histórico de la juventud indica que es liberal en lo social, que cuestiona en mayor medida las reglas rígidas y que es la que impulsa algunos cambios sociales. Los jóvenes argentinos no se alejan demasiado de esa representación, aun con las particularidades que les dieron sus vivencias colectivas y con el hecho de haber nacido bajo el signo de internet.
Algunas de las respuestas que dio este grupo etario en un estudio intergeneracional en América Latina realizado por la firma Tendencias Digitales para el Grupo de Diarios América (GDA) con el apoyo del Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa) lo confirma: los centennials, los nacidos después de 1995, son los que se sienten más cómodos con declarar públicamente orientaciones sexuales diversas y a impulsar debates sociales como la legalización de la marihuana o del aborto. Y son un grupo que apuesta por cambios sociales pequeños, sobre todo en el orden de lo doméstico.
El estudio obtuvo los resultados de 4447 encuestas en 11 países de América Latina. A pesar de que también recaba información sobre los baby boomers (los hijos de la posguerra) y los de la Generación X (los nacidos entre 1965 y 1980), por una mayor representatividad en la muestra está enfocada en los millennials (nacidos entre 1980 y 1995) y los centennials, que constituyen el 64% de los entrevistados.
Algunas conclusiones generales sobre los jóvenes argentinos incluyen una religiosidad levemente menor (por citar una de las respuestas posibles, solo el 2,8% de los centennials se declara "muy religioso" contra el 6,2% de los boomers), una mirada más positiva sobre la legalización de la marihuana para usos medicinales y "recreacionales" (más de la mitad de los millennials está de acuerdo, contra el 17,5% de los boomers) y más declaraciones abiertas de orientaciones homo y bisexuales (ocho de cada 10 centennials se describieron como heterosexuales, contra nueve de cada 10 en todas las demás generaciones).
Como característica general de la juventud argentina, la especialista Ana Miranda, coordinadora del Programa Juventud de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), habla de una generación "movimientista". "Hay una confianza en los movimientos más que en los partidos, quizá más presentes en el imaginario de los millennials, que fueron más participativos en los Jóvenes Pro o La Cámpora. En el caso de los centennials, el tema del género constituye una identidad generacional: a todos nos interpela, pero ellos lo vivieron en términos activos, como los baby boomers con el movimiento antibélico", describe.
Percepción de la política
Mariela Mociulsky, de la consultora Trendsity, dice que no todos quieren ser los abanderados de las grandes causas: "Los centennials prefieren las pequeñas causas: cambios en su hogar, en su comunidad o en su barrio. No son tan románticos como los millennials, no quieren lograr la transformación a nivel planetario", afirma. Uno de estos ejemplos son las conversaciones que tienen en la mesa: "Muchos padres de chicos jóvenes aseguran que fueron sus hijos los que les enseñaron sobre temas de diversidad sexual y de identidad de género. Hasta los varones saben cuáles son los reclamos del feminismo actual", añade.
La Generación Z (los centennials) nació en democracia, casi no vivió la crisis de 2001 y vio el avance del debate por los derechos civiles (legalización del matrimonio igualitario y la ley de identidad de género). En el estudio, esos rasgos históricos traslucen en algunas respuestas sobre cómo los centennials experimentan la política, incluso más allá del "movimientismo" que señalan algunos especialistas. Siete de cada 10 consideran que los partidos políticos son necesarios, y ese número desciende a seis de cada 10 en el caso de los millennials y a cinco de cada 10 en las respuestas de los boomers.
"Las generaciones anteriores fueron socializadas durante la transición y la democracia, tuvieron cierto encantamiento con los partidos y casi fueron ‘seducidos y abandonados’ [por la crisis de 2001] –dice Pablo Vommaro, coordinador del Grupo de Estudios en Políticas y Juventudes (Gepoju) del Instituto de Investigaciones Gino Germani–. Las juventudes actuales, en cambio, tienen un reencantamiento y una nueva confianza en los partidos políticos por la recomposición estatal poscrisis".
Sin embargo, los centennials también son los que se declaran menos participativos en agrupaciones políticas: ante la consulta de si alguna vez formaron parte de una organización de este tipo, 12,9% respondió que sí, contra 40,8% de los baby boomers. "Se ven chicos que están en centros estudiantiles y uno diría que están participando en política, pero ellos responden que se ocupan del bienestar de sus compañeros y que no es una acción política. En cambio, en generaciones anteriores sí hay un reconocimiento más explícito de esta participación", explica. Y añade que el motivo es una forma de entender la política exclusivamente como un sistema donde participan "políticos profesionales".
Ser la generación de la democracia, por otra parte, también los marca en el mundo del trabajo: prefieren la horizontalidad y no le tienen tanto miedo a la autoridad como sus predecesores, resalta Alejandro Melamed, de Humanize Consulting. El especialista advierte que la Argentina es un país particular para hacer generalizaciones de este tipo: según el Indec, el 38,6% de los jóvenes de 15 a 29 años es pobre. "Cuando hablamos en términos genéricos de los millennials y de los centennials parece que todos tuvieran el mismo tipo de vivencias, pero parte del desafío que tenemos nosotros es cómo incorporamos a aquellas personas al aprendizaje de las nuevas tecnologías necesario para el futuro", concluye.
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