Segunda ola de Covid-19: las cinco señales de alerta que miran las autoridades
La evolución de los casos diarios, los viajes, los testeos, la positividad y la vacunación son esenciales para determinar los pasos por seguir ante la amenaza de un nuevo pico, dicen los especialistas
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Con un salto de mil casos de Covid-19 informado el martes, las cifras de la pandemia en el país serán una señal de alerta si se mantienen en los próximos días. Tras el primer pico de octubre pasado, cuando en una jornada se superaron los 18.000 casos informados, la curva de contagios diarios detectados nunca bajó tanto como para darle un respiro al sistema sanitario. Ahora, hay mayor actividad, circulación de nuevas variantes del coronavirus, rebrotes en los países vecinos que presionan en las fronteras por avanzar y faltante de vacunas.
En ese contexto, ¿cuáles son los números se están analizando sobre la evidente meseta alta con casos diarios? Son varios los indicadores que monitorean las autoridades sanitarias para evaluar el curso de la pandemia, incluidos los que son importantes para vigilar las nuevas variantes del virus SARS-CoV-2. Pero hay por lo menos cinco que más atención atraen en este momento para decidir sobre posibles restricciones.
Casos
Hacía más de un mes que no se informaban más de 9000 casos en 24 horas. Anteayer, el Ministerio de Salud reportó 9405 nuevos contagios. La última vez había sido el 2 de febrero, con 9565 y, al día siguiente, con 9196 positivos, para después descender y estabilizarse en entre 7000 y 8000 casos por día efectivamente detectados y notificados por las provincias. Ayer, se informaron 8300 infectados en el día.
“Hay un aumento del número en las últimas tres semanas y ya estamos con un valor alto. Esto es importante porque significa que la meseta empezó a aumentar”, dijo Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez e integrante del comité asesor nacional para Covid-19.
“El otro riesgo es si empiezan a circular las cepas de Manaos y de Sudáfrica, que son las que comparten una porción genómica que puede evadir el sistema inmunológico. Ambas, con la de Reino Unido, son las que más transmisibilidad tienen. Aún no hay estudios que digan que esas variantes tengan una mayor mortalidad”, agregó el infectólogo.
El pico que alcanzó la curva de contagios a mediados de octubre pasado –18.326 casos fue la cifra más alta en un día, el 21 de ese mes– bajó en las siguientes semanas de manera sostenida hasta diciembre y la curva volvió a subir hasta los 13.835 positivos en la primera semana de enero. Luego, ese rebrote cedió, aunque con una meseta de cinco semanas de entre 7000 y 8000 casos cada 24 horas hasta el martes. Con estimaciones de la incidencia de la última semana, en las áreas gubernamentales de Epidemiología evalúan el avance de la pandemia.
Viajes
La circulación de nuevas variantes del virus preocupan en el mundo, y en la Argentina se prevé que empiecen a regir desde el fin de semana restricciones para los viajeros, en especial los que regresen de Brasil, camino a limitar a la menor frecuencia posible los vuelos con ese país. También, para reducir el movimiento turístico en Semana Santa. Las provincias estarán a cargo de hacer cumplir el período de cuarentena a las personas que regresen y el test de Covid-19 al entrar al país.
Con Miami y Cancún, Río de Janeiro está entre los destinos turísticos con más reservas. El martes, en Córdoba se confirmó la muerte de un hombre de 59 años que había vuelto de México: se detectó que se había infectado con la variante de Reino Unido o P.2, a la que se le atribuye un 40% más de transmisibilidad con respecto del resto y, por eso, se la considera de interés para la vigilancia sanitaria.
Las que más preocupación están generando por la velocidad de su diseminación son las variantes de Manaos (P.1) y Sudáfrica.
La de Río de Janeiro se había identificado en enero en el país, en muestras de pacientes principalmente del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), con circulación comunitaria. Al mes siguiente, el equipo de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud Dr Carlos Malbrán (Anlis Malbrán) detectó, también, la variante amazónica (P.1) en dos viajeros que volvían de Brasil. El resto de los casos, por ahora, se mantienen limitados a personas que regresan de viaje y sus contactos estrechos, según se informó desde Anlis Malbrán en los últimos días.
Testeos
Los ministros de Salud del país analizaron el viernes pasado la descentralización de los testeos en las jurisdicciones: que en los centros del primer nivel de atención se pueda diagnosticar Covid-19. Esto va junto con la incorporación de esos equipos de salud al plan de testeo, rastreo de contactos y vigilancia del aislamiento en los barrios. Esto ampliaría la capacidad de detección de los casos y atención de acuerdo con la complejidad de cada caso.
El año pasado, esa fue una de las principales debilidades de la respuesta a la pandemia. A medida que se fue ampliando el plan Detectar, también aumentaron los testeos, con consenso entre los especialistas consultados en la necesidad de reforzar la estrategia. La tendencia fue parecida a la curva de casos, con 35.306 pruebas diagnósticas el 21 de octubre pasado, cuando se registró también la mayor cantidad de positivos detectados. Este año, el número más alto fue anteayer, con 49.703 tests, según informó Salud.
“Sorprende escuchar ahora en declaraciones oficiales que testear más no es testear mejor”, opinó el médico Conrado Estol, que sigue de cerca la evolución de los indicadores de la pandemia. “Y eso llama la atención, porque si se lee la literatura mundial no hay nada que diga que testear no es el pilar fundamental para el control de la pandemia –sostuvo–. Testear es diagnosticar infectados; al detectarlos se pueden aislar y, si se aíslan, no contagian. Otra es la discusión de cuánto hay que testear”.
Señaló, además, la importancia de comunicar lo antes posible el diagnóstico. “Si se testea a una persona y el resultado es positivo, si pasan tres o cuatro o cinco días hasta es muy probable que contagie hasta que sepa que tiene Covid-19. Por lo tanto, es crítico no solo testear a la cantidad de gente necesaria, sino también que se devuelva el resultado lo más rápidamente posible para poder aislar y buscar a los contactos en el caso de que sea positivo”, indicó Estol.
Positividad
Hace meses que este indicador que muestra si es suficiente o no la búsqueda de casos quedó relegado con otros. En los últimos días, ese porcentaje volvió a repuntar por encima del 20% (24,3% esta semana) después de disminuir en enero hasta el 11,3%, casi el valor aceptable para la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS definió un 10% de positividad como aceptable, con un valor ideal en el 5% o menos. Superarlo significa que se está testeando insuficientemente.
“De todos los tests que se hacen en un día, cuántos son positivos indica cuán diseminada está la pandemia en un lugar. Tener un alto índice de positividad (más del 5%) sugiere una alta transmisión y que mucha gente [con Covid-19] en la comunidad no está siendo identificada –explicó Estol–. En la Argentina, en los últimos días, con una cantidad promedio de 8000 infectados la semana pasada, 6000 el fin de semana y 9400 anteayer, se hicieron entre 42.000 y 48.000 tests por día. La positividad de testeos en la última semana fue de entre 15% y 20%, que es un nivel muy alto. Esto significa epidemiológicamente en una región, un país o una localidad que es el momento de agregar algunas restricciones, pero nunca al extremo de cerrar la economía.”
En septiembre pasado, la proporción de positivos sobre las pruebas para diagnosticar Covid-19 alcanzó sus valores más altos desde que se conoció el primer caso en el país, al superar el 50% y sin que escalara la cifra diaria de testeos realizados.
Estol recordó que, el año pasado la OMS había propuesto “que un lugar tuviera menos del 5% de positividad durante dos semanas para considerar relajar las restricciones vigentes en ese momento”.
Vacunas
En las provincias empiezan a faltar vacunas para avanzar con la inmunización de los grupos priorizados, que avanza con diferencias entre los distritos. Aunque aún no hay un cronograma con fechas y cantidades de próximas entregas, en abril llegarán las dosis de AstraZeneca. Anteayer, funcionarios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) aclararon que los primeros envíos a los más de 30 países de la región a través del sistema internacional Covax incluirán “cantidades limitadas”.
En una primera estimación, la Argentina tiene asignadas 1.944.000 millones de dosis en entregas hasta mayo del total de 9 millones reservados. La semana pasada, la OPS comunicó que los países recibirán inicialmente dosis equivalentes a entre el 2% y el 2,6% de su población. Eso, para Argentina, es entre 900.000 y 1.170.000 vacunas Covishield (AstraZeneca) desde India.
Hasta ahora, llegaron 4.880.000 dosis en 11 vuelos desde diciembre pasado. Un 7,3% de los 66,5 millones de dosis acordadas directamente con los productores o a través de Covax. La población a cubrir son 14,5 millones, incluidos 821.394 trabajadores de la salud y 7,4 millones de mayores de 60, de acuerdo con Salud. A la fecha, el 16% de los adultos mayores recibió por lo menos una dosis. Anoche se informó que esta madrugada despegaría otro avión de Aerolíneas Argentinas rumbo a Moscú en búsqueda de un número no precisado de Sputnik V; regresará mañana.
Ante la falta de vacunas, hoy se reunirá la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain) para definir si se posterga la aplicación de la segunda dosis en los esquemas dobles. Y cada vacuna tiene sus singularidades. “La vacuna de AstraZeneca con una dosis tiene una eficacia en las primeras cuatro semanas que no supera el 60% hasta las 11 o 12 semanas, cuando alcanza el 80%. No se está difiriendo la segunda dosis más de tres meses”, aclaró López.
Sobre la Sputnik V, recordó que la eficacia del primer componente al día 21 es del 73-87% y ese es “el intervalo ideal” para aplicar el segundo componente. El Instituto Gamaleya de Rusia dijo a mediados de febrero que ese plazo se podía extender a 60 días, pero López advierte que no hay publicaciones al respecto. “A los 28 días de la primera dosis y con la segunda aplicada, los datos indican que la eficacia es del 92%. En este caso, como son dos componentes distintos, no se puede suspender el segundo”, indicó.
La china Sinopharm, en tanto, no tiene aún resultados publicados de fase III y “no hay datos con la primera dosis, ni cuánto se puede esperar con la segunda”, agregó el infectólogo. “No hay ninguna vacuna que antes del día 14 brinde algún grado de protección suficiente. Por lo tanto, lo mejor es seguir cuidándose con las medidas de protección recomendadas”, finalizó.
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