Según un estudio, el recorte del presupuesto educativo de este año fue del 40%

El panorama no parece sencillo en medio del conflicto universitario nacional. Durante 2025, el gasto en educación se reduciría en relación al porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI), según surge de un análisis elaborado por el Observatorio de Argentinos por la Educación (OAE) sobre el presupuesto presentado por el gobierno de Javier Milei. Según señala el trabajo, las partidas estipuladas serán del 0,88% del PBI, por debajo de lo invertido en 2024 (0,91%) y 2023 (1,48%).

En términos reales, el proyecto de presupuesto estipula que la inversión con fondos nacionales en educación tendrá un incremento en 2025 de un 0,65%, tras una disminución del 40,20% en 2024 respecto de 2023, explica el informe que fue elaborado por Javier Curcio, investigador del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y del Conicet, junto a María Sol Alzú y Leyre Sáenz Guillén, del OAE.

“Para 2025 la función Educación y Cultura por parte de todas las jurisdicciones que componen al sector público nacional prevé un aumento real de 0,65% respecto al cierre proyectado para 2024, considerando la inflación promedio estimada en el proyecto de ley de presupuesto. En los hechos, esto consolidaría la caída para 2024 en un rango cercano al 40% interanual, sin que pueda esperarse una recuperación significativa para el corto plazo”, apunta Curcio.

De todas formas, se destaca que la Secretaría de Educación de la Nación se ubicaría entre las cinco dependencias con mayor incremento esperado para su presupuesto del próximo año. “Al analizar las variaciones para las distintas funciones, se evidencia que, de las 29 funciones contempladas en el proyecto de Ley del Presupuesto 2025, solo 14 reciben más recursos que los asignados en 2024. La función Educación y Cultura se posiciona en el puesto 14 de las funciones a las que se le asignan más recursos”.

En términos de participación del Presupuesto total, la Secretaría de Educación pasa del séptimo al quinto lugar de 2024 a 2025, y su participación aumenta de 4,60% en 2024 a 5,12% en 2025. La función Educación y Cultura ocupaba el cuarto puesto en 2024 y el tercero en 2025. En 2024, representaba el 5,49% de los gastos mientras que en 2025 el 5,77%”, detalla el informe.

Las variaciones en la participación de los distintos programas en el total del presupuesto de la Secretaría de Educación “evidencian que los dos únicos programas que experimentarían un incremento real en 2025 respecto del año anterior serían ‘Gestión Educativa y Políticas Socioeducativas’ y ‘Desarrollo de la Educación Superior’”, según se lee en el informe. Justamente, esta última recibirá el 66,5% del presupuesto de la Secretaría de Educación, seguido por el Plan Nacional por la Alfabetización (11,6%).

La ley establece el 6% del PBI para educación

“La Ley de Educación Nacional sancionada en 2006 establece en su artículo número 9 que el presupuesto consolidado del Estado Nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires destinado a la educación no debe ser inferior al 6% del PBI. Sin embargo, transcurridas casi dos décadas desde ese mandato legal, el mismo fue cumplido únicamente en el ejercicio de 2015, acumulando desde 2006 a 2020 una deuda de 5% del PIB de 2020″, señala el trabajo. Y aclara que en esa ley no se especificó cuánto del 6% debería ser financiado por la Nación y cuánto por las provincias.

Actualmente, los distritos en su conjunto asumen el financiamiento de aproximadamente el 75% del presupuesto educativo, ya que a partir de finales de la década del 70 y en particular como consecuencia de la sanción de la Ley 24.049 de 1992, las escuelas y otras instituciones educativas de nivel inicial, básico, medio y superior –con excepción de las universidades nacionales–, fueron transferidas a las jurisdicciones. De esta forma, el gasto educativo incluido en el presupuesto nacional se limita a una proporción cercana a una cuarta parte del total de los recursos invertidos en el sector”, explica el informe. Por eso, el presupuesto universitario tiene un peso tan fuerte en los números de la Secretaría de Educación, del el 66,5% de las partidas totales.

“Actualmente el Congreso se encuentra debatiendo el proyecto de ley del Presupuesto Nacional que incluye la suspensión durante 2025 de este piso de financiamiento con obligación legal (del 6%)”, apunta el informe.

Cómo se compone la caída

A partir de 2018 se ve un descenso continuo en los gastos efectuados en educación por el gobierno nacional, tocando un mínimo en 2020, se lee en el documento. “En ese año, la inversión en educación fue equivalente a solo el 67% de la realizada en 2017. Posteriormente, se observó un incremento en 2021, 2022 y 2023, alcanzando el 96% de lo invertido en 2017 siempre evaluado a precios constantes. Para 2024, según el crédito vigente actualizado al 22/09/2024 y suponiendo una inflación de 215% durante el año (promedio interanual estimada a diciembre 2024), se espera una abrupta caída de la inversión en educación, equivalente al 40,2% de las erogaciones de 2023 medida en términos reales (y al 41,2% respecto del pico de 2017). Para 2025, teniendo en cuenta los datos y estimaciones del Proyecto de Ley, la inversión en educación repuntaría 0,6% representando solo el 60,2% de la inversión de 2023 y el 59,2% del pico de 2017″, se lee en el informe.

Al analizar la inversión en educación en términos del PBI, se puede observar, explica Curcio, que tras el pico máximo de inversión educativa a nivel nacional en 2015 (1,59%), “le siguió una tenue caída en los dos ejercicios siguientes a ese año. Desde 2018 en adelante nunca se volvió a alcanzar niveles similares de inversión en educación por parte de la Nación. El mínimo de inversión en términos del PBI durante el período analizado se dio en 2019 alcanzando 1,08% de ejecución en educación sobre el total del PBI. A partir de 2019, la inversión en estos términos fue creciendo de forma continua alcanzando el 1,48% en 2023. En 2024, en base al crédito vigente y a la estimación del PBI nominal incluida en el mensaje del Proyecto de Presupuesto, se estima una inversión al cierre del año equivalente a 0,91% del PBI. Para lo presupuestado en 2025, la inversión estimada caería aún más representando 0,88% del PBI. Estos datos dan muestran el incumplimiento para 2024 del artículo 130 de la Ley de presupuesto 2023 (prorrogado en el marco del decreto de presupuesto para el presente año) que especifica que la inversión en educación de la APN respecto del PBI no debe ser inferior al 1,33%”, dice el trabajo.

Y destaca que, en el periodo 2022-2023 se observó un aumento en términos reales en el gasto del Ministerio de Educación (12,60%) y en la función “Educación y Cultura” (10,72%); mientras que en el periodo 2023-2024 hubo una fuerte caída en términos reales, tanto en el gasto del Ministerio/Secretaría de Educación (-42,99%) como en la función “Educación y Cultura” (-40,20%).

Las variaciones en la participación de los distintos programas en el total del presupuesto de la Secretaría de Educación evidencian, señala el informe, que los dos únicos programas que experimentarían un incremento real en 2025 respecto del año anterior serían “Gestión Educativa y Políticas Socioeducativas” y “Desarrollo de la Educación Superior”. El programa “Gestión Educativa y Políticas Socioeducativas” presenta un incremento esperado del 15% entre 2023 y 2024, y del 14% para 2025. Por su parte, “Desarrollo de la Educación Superior” registra una disminución del 30% entre 2023 y 2024, recuperándose marginalmente en 2025 con un incremento del 2%.

“Al analizar las variaciones en el gasto entre la previsión de cierre de 2024 y lo previsto en el Proyecto de Ley del Presupuesto 2025, se evidencia que, de cumplirse los supuestos estimados y de aprobarse la ley en los términos en que fue presentada, la función ‘Educación y Cultura’ experimentaría un aumento del 0,65% en términos reales. La Secretaría de Educación de la Nación tendría un aumento presupuestario del 6,87% en relación con la proyección de cierre para 2024, y se ubicaría entre las cinco jurisdicciones con mayor incremento esperado para su presupuesto del próximo año”, indica.

El informe analiza detalladamente a qué programas se destinarán los fondos asignados a la secretaría. “Los dos únicos programas que experimentarían un incremento real en 2025 son Gestión Educativa y Políticas Socioeducativa y Desarrollo de la Educación Superior. Todos los demás programas sufrieron ajustes en ambos periodos, y algunos fueron eliminados por completo”, se indica. Este año se eliminaron los planes “Erogaciones Figurativas a la Fundación Miguel Lillo” y “Erogaciones Figurativas a la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria”, mientras que en 2025 se suprimieron “Mejoramiento de la Calidad Educativa”, “Conectar Igualdad”, “Fortalecimiento Territorial”, “Acompañamiento de Organizaciones Educativas” y “Transferencias Varias”.

Por otra parte, se implementarán los programas “Plan Nacional de Alfabetización” y “Erogaciones Figurativas”. Si se considera la variación en el gasto entre los programas eliminados este año y aquellos que se implementarán en 2025, se obtiene un incremento del 312%. Esto se explica en gran medida por la aplicación del Plan Nacional de Alfabetización, que tiene una participación significativa en el presupuesto de la Secretaría de Educación.

Isidro Guardarucci, economista asociado en FIEL, aporta: “La función educación, según este informe, se sostiene en niveles de gasto similares a los del año en curso. En medio de las discusiones aún vigentes sobre el presupuesto universitario, era difícil esperar otro escenario. No parece estar en los planes del gobierno cambiar la posición tomada en este tema. El análisis llama a avanzar profesionalmente sobre otras dimensiones, tales como la calidad, evaluación de resultados y eficiencia del sistema educativo argentino en general”.

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