“¡Se mueve el edificio!”. Qué medidas tomó la Ciudad por el recital que hizo temblar a Caballito

Martín B. estaba anoche mirando televisión en su departamento frente al Parque Chacabuco cuando sintió que se le movía el piso. Al principio, pensó que le había bajado la presión y trató de tranquilizarse. Pero al ratito, tuvo la misma sensación. En medio de la incertidumbre, se le ocurrió mirar el chat de vecinos. “¿Alguien más siente cómo se mueve el edificio?”, leyó. “Inmediatamente agarré mi celular y bajé por las escaleras a toda velocidad porque creí que había riesgo de derrumbe”, repasa. Al llegar a la calle, buscó la palabra “temblor” en la red social X y ahí encontró decenas de comentarios de usuarios que habían atravesado situaciones similares. También encontró la explicación: todo se debía al recital del rapero YSY.

Ayer a la noche, los edificios de Caballito y alrededores temblaron por el recital del rapero YSY A en el estadio de Ferro, ubicado sobre la avenida Avellaneda al 1240. Así lo registraron diversos vecinos de la zona a través de las redes sociales, en comentarios y videos que mostraban el impacto de las vibraciones en estanterías, plantas y luces. Fue un momento que se vivió con una mezcla de incredulidad, miedo y enojo, y algunos hasta lo compararon con un sismo. Aunque esto no generó graves inconvenientes más allá del temblor, la Agencia Gubernamental de Control (AGC) labró un acta de infracción a la productora por haber sobrepasado los límites de sonido permitidos.

Así lo afirmaron fuentes del Gobierno de la Ciudad en diálogo con LA NACION. “La AGC, en función de los controles que realizó en el estadio de Ferro durante el show, labró un acta de infracción a la productora al cierre del evento en la que se registró el incumplimiento de los límites de sonido autorizados. Ahora, deberá hacer su descargo y la AGC evaluará una sanción”.

Este exceso quedó evidenciado en las expresiones de quienes vivieron en carne propia el terremoto musical. Por ejemplo, algunos de los comentarios en X (ex Twitter) hicieron referencia a las afectaciones que esto puede ocasionar: “Hay un recital en Ferro Carril Oeste y los vecinos nos vemos afectados por el sonido abrumador y el temblor en los edificios. Personas mayores, bebés, niños con autismo y mascotas son quienes más lo padecen. Exigimos una solución”, denunció Viviana, en un posteo en el que arrobó al Gobierno.

Otra usuaria mencionó a Jorge Macri, jefe porteño, y a la Subsecretaria de Emergencia de CABA en su descargo: “Temblor en Caballito por recital en Ferro. Estamos descompuestos hace más de una hora. El celular cayó del movimiento”.

También los grupos de WhatsApp estallaron con la incertidumbre de qué significaban los movimientos. Marina V. compartió algunas charlas con sus vecinos: “Buenas. A riesgo de sonar raro… Alguno siente que se mueve un poco el edificio?[sic]”; “Tengo mucho miedo porque no entiendo qué es. Si es acá solo o en todos lados”; “Es un recital de trap. Mucha gente saltando al mismo tiempo”; “Creo que debe ser el recital, pero da un poco de miedito [sic]”. De la conversación se desprende que algunos sintieron algo parecido el viernes pasado en la misma localidad, pero por el recital de Trueno, que también se llevó a cabo en el club Ferro Carril Oeste.

Las mismas fuentes de CABA aclararon, respecto de esto, que tanto bomberos como Defensa Civil acudieron a los domicilios de la zona, debido a la enorme cantidad de llamados de vecinos preocupados, y “no constataron peligros estructurales en los edificios ni caídas de mampostería o rotura de vidrios que justificaran alguna otra medida”. También remarcaron que esto fue un evento entre privados —el club y la productora— y que “la Ciudad trabajó en tiempo y forma sobre el control y la infracción posterior”.

Pese a esto, como establecieron en el Gobierno, la única destinataria del acta de infracción fue la productora. Así lo confirmaron también fuentes del Club Ferro Carril Oeste a LA NACION, quienes explicaron que todo lo que implica el desarrollo del show, de principio a fin, depende de la productora. “Desde el momento en el que la productora dice ‘a partir de este horario necesitamos el predio’, todo el lugar queda a disposición de ellos. Los accesos se cierran y no pueden entrar ni socios ni autoridades”, detallaron.

Traslado de los eventos a la zona sur

El hecho surge varios meses después de que el Gobierno porteño anunciara la intención de trasladar los recitales desde el norte hacia el sur de la Ciudad. Como se explicó en aquel momento, el objetivo es desconcentrar el eje norte y brindar una mejor experiencia para quienes asistan a este tipo de eventos, especialmente en lo que se refiere a accesos, transporte y estacionamiento. Los principales estadios afectados serían River Plate, en el barrio de Belgrano, el Campo Argentino de Polo y el Hipódromo de Palermo, y se iba a priorizar, por sobre esto, el Parque de la Ciudad y el Parque Roca, ambos en Villa Soldati, y el Autódromo de Villa Riachuelo.

El club Ferro se ubica en el centro de la Ciudad, por lo que no se vería alcanzado por la decisión del gobierno. Aunque las locaciones del norte tampoco se vieron del todo afectadas: independientemente de la medida, la zona sigue activa. De hecho, aunque en abril dijeron que la intención de CABA era “no otorgar nuevas fechas de acá en más y mudar este tipo de espectáculos masivos a toda la zona sur”, ya hay por lo menos dos artistas internacionales agendados para el año que viene: Shakira, que llegará a la Argentina con dos fechas en el Campo Argentino de Polo el 7 y 8 de marzo de 2025; y Oasis, que, por su reencuentro después de 15 años, se presentará el 15 y 16 de noviembre en el Monumental.

A pesar de estas habilitaciones, desde el Gobierno aseguraron que el impacto de los traslados ya se empezó sentir: “Desde abril, en la zona sur se hicieron eventos como el Buenos Aires Trap [el 7 y 8 de diciembre pasado en el Parque de la Ciudad], el recital de Iron Maiden [el 1° de diciembre en el estadio Huracán, en Parque Patricios], el partido de despedida de Del Potro [el 1° de diciembre en Parque Roca], la Creamfields [el 16 y 17 de noviembre en el Parque de la Ciudad]. Se trata de eventos multitudinarios, donde se movieron hasta 100.000 personas, y que fueron realizados sin problemas con una amplia organización, operativo de tránsito y seguridad, y se adicionaron medios y frecuencias de transporte”.

Por esto mismo también destacaron que no se trata de impedir los recitales en los mencionados lugares, sino de llegar a un acuerdo para impulsar la zona sur y, a su vez, evitar inconvenientes a los vecinos de esos otros barrios. “Las productoras se mostraron interesadas y acompañan la reactivación del sur, teniendo en cuenta las buenas condiciones para organizar festivales allí”, afirmaron. Para esto se entabla un diálogo entre ambas partes con el fin de acordar en conjunto en dónde se realizarán los conciertos y, según dijeron, “la mayoría han sido trasladados”.

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