Se debe crear conciencia
Por Diana Galimberti Especial para La Nación
La ligadura de trompas debe ser considerada un método anticonceptivo. Sin embargo, en este caso, la mujer debe reflexionar mucho más antes de decidirse. Aunque la ligazón de las trompas no implique un estado definitivo, y pueda revertirse por medio de una nueva cirugía, es distinta del resto de los métodos anticonceptivos.
A mi juicio, la mujer debería requerirla sólo después de haber probado con las demás formas de evitar el embarazo:pastillas, diafragmas, DIU, preservativos y otras.
Especialmente en un país como el nuestro, con graves deficiencias en la oferta de planificación familiar, considero muy peligroso difundirlo a la ligera, sin antes crear una conciencia pública sobre este tema.
Hoy en día está permitida en situaciones muy concretas:en caso de un estallido del útero durante el embarazo, hipertensión, diabetes, deficiencias cardíacas serias o en pacientes que, como consecuencia de varias cesáreas, tienen el útero lesionado.
Hay que tenerla en cuenta por razones sociales, en casos de pobreza extrema. Por ejemplo, si a una pareja se le han muerto hijos por desnutrición y el hecho de tener otro le representase un serio problema familiar y de salud.
No debemos olvidar que la práctica de la ligazón de trompas no está legislada. Las obras sociales no la cubren, excepto una cobertura médica mendocina.
Después de haberse sometido a una intervención de este tipo, la mujer puede revertir su estado por medio de una nueva cirugía. En el 75 por ciento de los casos de recanalización, las pacientes pueden quedar embarazadas otra vez.
Pienso que es una decisión que debe tomar la mujer sin la participación del esposo ni del profesional, pues, como dije, no se trata de un método anticonceptivo más.
La autora es presidenta de la Asociación Argentina de Salud Reproductiva.