Tuvo leucemia, es maratonista y quiere juntar un donante de sangre por kilómetro corrido
"Somos lo que hacemos con lo que nos pasa", repite Fernando Mahmet, de 42 años, en la carta que escribió para Fundaleu cuando, desde la fundación, le pidieron que contara su historia de vida, marcada por la lucha contra la leucemia. Tiempo después de curarse comenzó a correr por su ciudad, luego, en maratones y hoy intenta generar conciencia sobre la importancia de la donación, a partir de una campaña personal: por cada kilómetro que corra, quiere que alguien done sangre.
Fernando se enteró que tenía cáncer casi de un día para el otro. Aunque él mismo dice que "surgió de la nada", también reconoce que tenía una vida sedentaria, estaba estresado y "hacía un montón de actividades que hicieron que descuidara un poco la salud". De inmediato pudo comunicarse con Fundaleu, lugar que investiga, diagnostica y trata las enfermedades oncológicas de la sangre, y su patología tuvo nombre: leucemia de células vellosas.
"Mi vida era plena. Vivía de lo que me gustaba hacer, tenía familia, amigos, vacaciones, salidas y gozaba de buena salud. O eso creía. Más no podía pedir. Sobre finales de abril de 2016, me habían aparecido unos moretones en las piernas raros e infrecuentes", cuenta.
Oriundo de Bragado, provincia de Buenos Aires, cuando llegó a Capital Federal los médicos le pidieron que se quedara, dado que su condición clínica era compleja. En diálogo con LA NACION, Fernando recuerda que "tenía que estar recontra cuidado" y por eso perdió contacto con las personas: "Me aislé. Hasta tuve prohibido ver a mis dos hijos".
Después de estar dos meses internado, pasar por quimioterapia, consumir Cladribina, "la droga mágica que lo sacaría adelante", y necesitar una transfusión de plaquetas, logró superar la enfermedad. Pero no fue sencillo, porque "nadie está preparado para que le den este tipo de noticia, que tenés una enfermedad potencialmente mortal", dice.
En su cotidianidad, tuvo que cambiar cuidados y reorganizar prioridades. Por eso, cuando regresó a su ciudad, comenzó a hacer ejercicio ya que su estado físico estaba un poco deteriorado: "El primer día caminé un kilómetro, luego dos y así seguí una semana [...] Casi un año después, me encontré subiendo el puente de Av. Udaondo con el Estadio River Plate a la vista. El cartel indicador de la Maratón de la Ciudad de Buenos Aires marcaba que ya había recorrido 40 kilómetros. Me faltaban tan solo dos para completar la exigente prueba. Diecisiete meses antes, apenas caminaba en mi habitación nº 10 del primer piso de Fundaleu", describe en la carta.
Sus amigos cuestionaron la magnitud de las maratones en las que se anotaba, pero él les explicó que era la reina madre de las pruebas atléticas y que cuando le tocó afrontar un problema, "fue leucemia y no una gripe", entonces apuntó alto: "Esto requiere de parte mía un esfuerzo superlativo. La verdad es que no tuve miedo al fracaso. Hoy me miro un año atrás y pienso que estaba loco, porque tenía muchísimas posibilidades de fracasar, de no terminar la prueba, pero tuvo que ver con la determinación de encarar algo y terminarlo, como se dio con la enfermedad", confiesa.
El próximo 3 de junio, Fernando competirá en los 42 kilómetros de la Maratón de Río de Janeiro. "Por supuesto, una vez más, llevaré mi remera con el logo de Fundaleu en el pecho", dice. Pero esta vez, su objetivo es conseguir un donante por cada kilómetro corrido para el Servicio de Hemoterapia del Hospital de Bragado.
A su vez, el 23 de septiembre piensa correr en la edición 2018 de la Maratón de Buenos Aires y relanzar la campaña "42K = 42 Donantes para Fundaleu ", que ya había propuesto y no pudo alcanzar el número.
Su deseo es que se tome conciencia sobre la necesidad de la donación de sangre y los beneficios que trae en la salud pública. "Habitualmente yo donaba sangre, no cuesta nada, no duele nada, le hace bien al organismo y ayudas a un montón de gente, pero hoy me es imposible", cuenta.
Actualmente, Fernando tiene su propio staff de médicos: generalista, nutricionista, kinesiólogo y también sumó a un personal trainer para la elongación. Se realiza estudios cardiológicos, hemogramas y los pertinentes controles en Fundaleu, aunque cada vez con menor frecuencia.
"Si pudiese elegir y borrar lo que ocurrió, solo lo haría para evitar el dolor de mis seres queridos. Por todo lo demás, no cambiaría lo que me pasó, aunque esto suene extraño o raro. Fue una experiencia dolorosa, cruel, terrorífica pero sin dudas la más enriquecedora de mi vida", concluye.
Requisitos para la donación de sangre
- Tener entre 18 y 65 años
- Tener un peso mayor a 50 kilos
- Los hombres pueden donar 4 veces al año y las mujeres 3. Es necesario respetar un lapso mínimo de 8 semanas entre cada donación
Previo a la donación, se realizan estudios como: parámetros vitales, entrevista clínica y hemograma completo.
Los tres mitos más frecuentes sobre la donación de sangre son: que se baja de peso, que la persona se debilita y que se contrae enfermedades.
Para mayor información, acercarse a Fundaleu de lunes a viernes de 8 a 12 , ubicado en Pte J. E. Uriburu 1520 (CABA) o comunicarse al 4877-1099 (hemoterapia). Presentarse con DNI, LE, LC, CI o pasaporte.
La carta completa
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