Santa Fe, en alerta: preocupa “una bajante extraordinaria” del río Paraná
Los informes de los ambientalistas coinciden en sostener que peligra la reproducción de peces y se está integrando un escenario favorable para el fuego
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SANTA FE.- El río Paraná se está quedando sin agua. Y la situación podría ser peor que en 1944, la última referencia crítica de su nivel. “Analizamos el comportamiento de todos los ríos y la bajante hidrológica en los principales cauces: Paraguay, Iguazú, Paraná y, en menor medida, en el Uruguay. El Paraná es lo más crítico en este momento. Del análisis de los registros, la actual bajante tiene características absolutamente extraordinarias”, sostuvo el presidente del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Carlos Bertoni. Pero eso no es todo. “La tendencia no es auspiciosa y la situación podría agravarse”, vaticinó.
Por su parte, el subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del INA, Juan Borus, confirmó: “No se espera una mejora sensible en los próximos meses. Julio será especialmente crítico, con afectación a todos los usos del recurso hídrico, especialmente la captación de agua fluvial para consumo urbano, por lo que en los próximos meses el río se acercará a esos valores. Literalmente, estamos contando las gotas porque estimamos que habrá una reducción muy drástica de caudales”, señaló.
“Si buscamos años parecidos con este tipo de situaciones, los peores fueron 1944 y 1945. Pero con la situación que vivimos hoy y lo que se espera para el segundo semestre, el bienio 2020/21 podría convertirse en el más bajo de la historia, desde 1884 a la fecha”, explicó.
El especialista insistió en sostener, en declaraciones periodísticas: “Las perspectivas son desalentadoras. porque es probable que los ingresos de agua a la cuenca se reduzcan aún más. En el caso de Santa Fe (esta mañana marcó 0,58 metros, bajó 6 cm desde ayer), donde venimos trabajando con la perspectiva de una altura de 25 centímetros sobre el cero en un futuro cercano, ahora pensamos si lo que estamos previendo se cumple posiblemente estemos muy cerca del 0, es decir, 25 cm menos durante julio”.
El experto añadió: “Las variables hidrológicas nos están mostrando que estamos en una situación realmente extrema. Eso hace que cualquier lluvia sea bienvenida pero debe darse especialmente en la zona de respuesta más rápida. No es lo mismo que llueva en los Esteros del Iberá que en el tramo misionero-paraguayo del Paraná. Desde el punto de vista hidrológico, la diferencia es enorme”.
Borus aclaró: “No son buenos pronósticos a corto plazo, a ocho días. Hubo muy pocas lluvias y lo mismo se aguarda para las semanas siguiente. Creemos que hasta el 31 agosto la tendencia climática es pobre en lluvias”.
También señaló que la actual bajante “es el mismo escenario de los últimos dos años, con el mismo componente hidroclimático. Está claro que la situación es tan grave que motiva la toma de medidas urgentes”.
El informe del INA se refirió también a la situación de la alta cuenca del río en Brasil, una zona caracterizada en los últimos meses por una sequía extraordinaria, con lluvias escasas e insuficientes como para generar excedentes hacia los ríos. “El escenario es más grave que el registrado durante el otoño de 2020, con una menor disponibilidad de reservas en los embalses. El caudal aportado por la mitad norte sigue siendo inferior al normal y continúa disminuyendo”, se remarcó.
“La situación se ha agravado seriamente” porque el río Paraná “se forma en la alta cuenca en Brasil, donde tiene aporte del río Paraguay y del Iguazú. Los tres están en una situación de seca extrema. En toda la zona de aporte, en el caso de Brasil, hay cinco estados en emergencia hídrica, donde se restringe el uso del agua. Estamos contando las gotas”, recalcó Borus.
Caudales
Las represas hidroeléctricas son otro factor. Según el INA, “entre el 23 y el 31 de mayo se llevó a cabo una operación especial de descarga de todo el sistema de embalses para favorecer la navegación fluvial, especialmente en el tramo paraguayo-argentino del río. En lo que va de junio, se registró un rápido retorno a las condiciones anteriores, con caudales inferiores a los normales. La tendencia climática actualizada no permite esperar una recuperación sensible en el trimestre de interés”.
Como ejemplo, se indicó que “en Guaira, cola del embalse de Itaipú, el caudal presentó oscilaciones con tendencia descendente durante todo el mes”, con descargas inferiores al promedio histórico mensual de 6070 m³/s y menores a las del año pasado.
Complicaciones
En ese sentido, debe recordarse que en la mayoría de los puertos de la costa del Paraná están restringidas tanto la navegación como la pesca comercial y deportiva, y en el caso del sur de Santa Fe, en todos los puertos cerealeros y agroexportadores, se trabaja en carga y descargas con navíos de bajo calado, con los perjuicios económicos que ello ocasiona.
Los informes de los ambientalistas coinciden en sostener que peligra la reproducción de peces y se está integrando un escenario favorable para el fuego.
El caso más relevante es el de la fauna ictícola ya que los desoves son escasos y peligra el recurso porque se acumulan períodos sin condiciones óptimas. Se ve comprometida la reproducción de los peces por segundo y hasta tercer ciclo consecutivo.
Además, la presencia de mayor biomasa de combustible alimentará la posibilidad de potenciales incendios accidentales o intencionales, a lo que se suma la erosión de las riberas, con constantes desbarrancamientos de costas.
Pero el mayor interrogante que se plantea entre los santafecinos es lo que puede ocurrir con el agua potable, especialmente para el verano próximo. Desde Aguas Santafesinas (Assa), la empresa que tiene a su cargo el servicio en las principales ciudades, entre ellas Rosario y Santa Fe, Guillermo Lanfranco, gerente de Relaciones Institucionales, se encargó de aclarar que no faltará el suministro aunque pidió un “consumo responsable” y adelantó obras para aumentar la captación en el Paraná. “Este va a ser un fenómeno que nunca en la historia del servicio se registró, excepto que se produzca una variante climática importante. Por eso, ya estamos pensando en el próximo verano y en renovar equipos para estar preparados”.
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