Salir a la calle vs. abrir una app. ¿Por qué hay cada vez más usuarios que deciden volver al taxi?
Los largas esperas y el aumento de los precios ahuyentan a los clientes de las aplicaciones de transporte; algunas empresas como Didi y Uber incluyeron la opción de taxi a sus plataformas como parte de su oferta de servicios
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Cuando en 2016 comenzaron a aparecer en escena las aplicaciones de transporte privado de pasajeros, como Uber, Cabify y Didi, los bajos precios, la comodidad, así como la trazabilidad y seguridad que ofrecía este servicio hizo que las personas se volcaran masivamente a su utilización, en desmedro de los taxis y remises. Hoy, los largos tiempos de espera, la utilización de las nuevas tecnologías por parte de los taxis y, fundamentalmente, los altos costos de los traslados en las aplicaciones equilibró la balanza en favor del clásico servicio urbano.
Una competencia más ajustada fue el puntapié para que se transformaran las opciones de prestación y se adaptaran a las demandas de los usuarios. La respuesta de las apps fue dispar: mientras que Uber y Didi incorporaron a sus plataformas la posibilidad de pedir un taxi, y así comparar los precios, Cabify se resiste a esta opción y desestimó una baja en sus servicios. La Ciudad de Buenos Aires, por su parte, incorporó la aplicación BA Taxi, por medio de la que se pueden solicitar viajes sin la necesidad de hacerlo en la calle y con mayores medidas de seguridad.
“Son una locura los precios de las aplicaciones de transporte. El taxi sale mucho más barato”, afirmó Milena Porcille, de 25 años. Como ella, otras personas en diálogo con LA NACION señalaron los considerables aumentos que observan en los servicios que ofrecen estas empresas. Si bien este hecho es un disparador para la consideración de otro medio de transporte, una pequeña porción de las personas consultadas destacaron que igual siguen siendo parte de su clientela por la comodidad de pedir un auto por medio de un botón, así como por los pagos electrónicos que todavía muchos taxis no han incorporado.
Porcille, que es música y niñera, indicó que a pesar de que su principal medio de transporte es la bicicleta, utilizaba Beat -que dejó de prestar servicio en el país en noviembre- y a veces usa Uber cuando sabe que tiene poco tiempo para llegar a algún lugar o cuando es muy tarde en la noche. “Empecé a notar un aumento de sus precios hace un mes porque me volví a bajar la app de Uber, pero creo que pasa desde principios de año por hablarlo con amigos que me comentaron que volvieron al taxi”, destacó.
“Desde hace dos años, después de la cuarentena, utilizo solo taxi. Antes las aplicaciones ofrecían un servicio diferente y eran más baratas, pero ahora están más caras”, señaló a LA NACION Fiama Garde, empleada estatal de 31 años.
Y sumó: “Después de que se empezaron a habilitar las actividades sociales, aumentaron un montón los precios. Había mucha diferencia y en ocasiones los costos de las apps eran un sinsentido. En Uber, además, te incluyen el monto de lo que te puede salir un taxi, y cuando vos comparabas era significativamente menor. Entonces directamente desestimaba viajar con ellos. Ahora utilizo radio Taxi Premium o me tomo un taxi en la calle”.
“Alineados con la inflación”
Al respecto, fuentes de Cabify enfatizaron en que los números de su empresa no registran un descenso en la prestación de sus servicios. “En lo que va del año la cantidad de viajes con la aplicación Cabify registra un crecimiento de un 12% mensual promedio”, precisaron.
Además, consideraron que la variación en sus precios se mantuvieron “alineados con la inflación”. Y detallaron: “El precio del viaje se determina a partir de una tarifa base que está compuesta por la bajada de bandera y en función de los kilómetros y los minutos de viaje, más suplementos por alta demanda”.
En la misma línea, Juan Labaqui, jefe de comunicaciones de Uber en el Cono Sur, explicó el funcionamiento de la “tarifa dinámica”, que se activa cuando hay muchas personas que necesitan viajar en el mismo momento y en un lugar determinado. “Cuando la demanda supera a los conductores con posibilidad de aceptar esos viajes, las personas se hacen la siguiente pregunta: ‘¿Estoy dispuesto a esperar o estoy dispuesto a pagar?’”.
Respecto de los taxis de la Capital, la tarifa está regulada por el gobierno porteño. En este sentido, fuentes del Ministerio de Transporte de la ciudad detallaron a LA NACION los precios actualizados, en el que se produjo el último aumento del 20% el mes pasado: “La ficha pasó a costar $22,50 en el horario diurno y $27 para el nocturno. La bajada de bandera diurna, en tanto, está a $225 pesos y la nocturna asciende a $270″.
Este medio no logró establecer una línea de comunicación con ninguna persona representante de Didi Argentina.
“El principal competidor de Uber es el auto particular”
Labaqui explicó que la decisión de habilitar la opción de pedir un taxi en la plataforma se puso a disposición a partir de noviembre de 2020, como un producto por separado al servicio de UberX, la opción estándar de su marca.
“El taxi es un factor clave en la movilidad y por eso lo incorporamos como opción en la aplicación. En Uber Buenos Aires están las siguientes opciones: UberX, que es el producto clásico; Uber taxi, que es regulado por el reloj calibrado por el Gobierno de la Ciudad; UberX Juntos, que opera sobre la base de UberX y comienza a bajar la tarifa a medida que los usuarios empiezan a matchear con otras personas que hagan viajes similares. Además, la aplicación tiene la información de cómo llegar y cuánto te cuesta utilizar el transporte público”, precisó Labaqui, quien además sentenció: “Queremos que siempre haya opciones para moverse, pero que todas estén dentro de la aplicación de Uber. Para nosotros el taxi es complementario, y no hay rivalidad. El principal competidor de Uber es el auto particular”.
Según especificó el jefe de Comunicaciones de Uber, el estimado de taxis registrados en la aplicación es de 5.000 en la provincia de Buenos Aires. “Sin embargo, eso no significa que estén todos disponibles todo el tiempo”, aclaró Labaqui.
Uno de ellos es Diego -a quien se le modificó su nombre para preservar su identidad-, que trabaja como taxista desde 2006, y que se sumó con este perfil a Uber en diciembre de 2020. “Fui uno de los primeros en registrarse”, destacó.
Si bien aclaró que nunca dejó de operar de manera particular, Diego enfatizó que el principal beneficio que encontró en recibir viajes a través de la plataforma es la posibilidad de “eliminar el tiempo muerto”: “Cuando estoy cerca de terminar un viaje me está llegando otro, y así sucesivamente, sin tener que estar buscando pasajeros con el auto vacío por la ciudad”.
Respecto de la razón por la que decidió sumarse a la empresa que se consideraba la férrea competencia de los taxis, Diego indicó a LA NACION: “Con el avance de la tecnología, la gente hoy utiliza las plataformas para solicitar un vehículo debido a la comodidad y eficiencia que esto brinda. Ya son menos los que están esperando un taxi en la calle, por lo tanto, en cuanto Uber nos dio la posibilidad de incorporar nuestros autos, no dudé en registrarme”.
Clara Rodríguez, de 27 años, coincidió con el análisis de Diego. Si bien la joven, que trabaja en el área de datos de un banco, admitió que desde hace alrededor de un año ve aumentos significativos en el servicio que proveen las aplicaciones de transporte, indicó que las sigue utilizando porque “buscar un auto en la calle maneja un nivel de incertidumbre no acorde a la época en la que todo está cronometrado y es a demanda con un simple botón”.
El Gobierno de la Ciudad, consciente de los avances tecnológicos y de las demandas sociales, lanzó en 2017 la app BA Taxi mediante la que se puede solicitar un viaje, calcular la tarifa y el tiempo estimado de traslado, pagar con medios electrónicos y efectivo, así como visualizar los datos del conductor. Según datos oficiales, actualmente utilizan esta plataforma alrededor de 400.000 pasajeros y más de 11.000 conductores.
Menos taxis en la calle
Una posible razón del incremento de los precios en las aplicaciones podría ser la baja en la cantidad de vehículos que circulan con licencia de taxis en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores. Las personas con la necesidad de trasladarse se ven en una encrucijada: pagar más en una aplicación o bien esperar en la calle hasta conseguir un auto.
“El tema es que no hay taxis circulando en la calle, entonces cuando decidís entrar a una app para mirar te das cuenta que los precios están muy altos, a veces más del doble, ya me pasó varias veces. Terminé tomando taxi y esperando porque es mucha la diferencia”, explicó Melisa, de 33 años, a LA NACION.
Por el contrario, Esteban Méndez, de 32 y gerente de una pyme, opta por la opción que demora menos, a pesar de destacar que “desde hace un año” ve un incremento en los precios de las plataformas de viaje. “El problema es encontrar un taxi a horario y no llegar tarde”, enfatizó.
Ante la consulta de este medio a fuentes en el Ministerio de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires, destacaron que si bien cuentan con el número de cantidad de licencias que se renuevan por año, no necesariamente es el total del padrón activo de vehículos. En este sentido, precisaron que en 2021 se renovaron más de 31.000 licencias de taxi y en 2019, el año anterior a la pandemia, 32.275.
“Antes, un dueño de taxi podía contratar a un peón para que le maneje el auto. Sin embargo, la crisis provocó que muchas personas ya no le puedan pagar a alguien más para que conduzca su auto, y eso deriva en que ese vehículo tenga menos horas de trabajo”, explicó una fuente de la cartera de Transporte de la Capital sobre la menor circulación de taxis en las calles.
Para Natalia Díaz, de 31, es al revés: las demoras las nota en las aplicaciones de transporte. “Vivo sobre una avenida con mucha circulación vehicular, así que consigo taxi bastante rápido, contra la espera de varios minutos que usualmente arroja cualquier plataforma de viajes”.
Pagos electrónicos
El dinero en efectivo, cada vez menos utilizado entre las personas jóvenes, es otro de los elementos que se consideran al decidir la forma de viajar. “Lo que tienen las aplicaciones es la facilidad del pago con tarjeta de crédito o débito, aunque cada vez hay más taxis que ahora cuentan con la opción de pagar con Mercado Pago”, explicó Evelyn Sigot (38), que trabaja como empleada estatal.
Sigot, además, precisó que al elegir trasladarse en auto, su elección predilecta es la opción de taxi de DiDi porque, según señaló, “suele ser lo más económico”. En la misma línea, Clara Rodríguez detalló a este medio que suele utilizar Uber o Cabify por la facilidad de pagar con medios electrónicos.
Al respecto, el jefe de comunicaciones de Uber en el Cono Sur destacó en diálogo con LA NACION que por el aumento en la disminución de la utilización de efectivo durante la pandemia, la plataforma concretó una alianza con Mercado Pago, mediante la que se puede utilizar el dinero en cuenta o las tarjetas asociadas a esa aplicación para abonar un viaje.
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