Rosental Calmon Alves: "Era inimaginable producir un diario fuera de la Redacción"
Rosental Calmon Alves -periodista brasileño, director del Centro Knight para el Periodismo en las Américasy docente de periodistas- reside hace muchos años en Austin, Estados Unidos, aunque su habitual travesía por el mundo -ahora interrumpida por la pandemia de coronavirus- le permite estar en permanente contacto con la realidad de su país natal y la región.
Organizador y maestro de ceremonias de uno de los seminarios de periodismo más prestigiosos del mundo que ya cumplió 20 años (el ISOJ), Rosental (tal el nombre con el que se lo conoce en ámbitos profesionales, corporativos y académicos) contestó por WhatsApp a las preguntas de LA NACION y, además de hablar sobre la crisis sanitaria mundial, dejó numerosas definiciones sobre la actualidad de la industria, el rol que cumplen las grandes marcas informativas en este contexto, el teletrabajo y las enseñanzas que deja la pandemia para la labor del periodismo a futuro.
- ¿Qué le espera a la industria de medios a la salida de la crisis sanitaria?
- Cuando termine esta crisis, el mundo será bastante diferente. Habrá una nueva normalidad en muchas actividades. Y no será diferente para los medios de comunicación, que han llevado otro gran empujón para la plataforma digital. La pandemia y sus efectos económicos están acelerando cambios que ya venían desde hace 25 años hacia nuevas formas de producción, distribución y consumo de informaciones, y hacia nuevos modelos de negocio de las empresas periodísticas. Los medios que desde antes de la pandemia ya se estaban adaptando seriamente al nuevo ecosistema creado por la revolución digital estarán aptos a sobrevivir. Otros, que resistían y aún estaban rezagados, atados a modelos antiguos, van a continuar desapareciendo.
- ¿Qué aspectos puede rescatar como positivos de la cobertura de los medios sobre esta noticia de impacto global?
- El periodismo profesional, independiente, basado en la disciplina de la verificación y en principios éticos y deontológicos, ha demostrado durante la pandemia que es indispensable en una sociedad democrática, especialmente en momentos de crisis. La información periodística se destacó en contraste con la desinformación. El periodismo es la vacuna contra la desinformación, ese otro virus que afecta la humanidad y que encontró un espacio favorable para propagarse en el nuevo ecosistema mediático digital. El periodismo está prestando un servicio público vital al desmentir las noticias falsas que se diseminan por maldad o por pura estupidez de inocentes útiles que no usan el mínimo de sentido común al compartir cualquier cosa en sus redes sociales. Es muy positivo que todos los medios serios que conozco en el mundo están rompiendo récords de audiencia, llegando a mucha gente que no conocían esas marcas, que ojalá sigan conectados con esos medios por mucho tiempo.
Los medios que desde antes de la pandemia ya se estaban adaptando seriamente al nuevo ecosistema creado por la revolución digital estarán aptos a sobrevivir
- De todos los contenidos publicados en los medios, ¿cuáles son para usted los que mejor conectan con las audiencias?
- Durante la pandemia, los contenidos que más conectan con las audiencias, en mi opinión, son aquellos que huyen de la banalización de los números y/o del sensacionalismo y entregan, con sinceridad y sencillez, historias humanas y datos útiles para la supervivencia de la gente. Vivimos en un mundo donde la predominancia de la comunicación visual sigue creciendo, por lo tanto las imágenes, fotos o videos, las visualizaciones de datos, todo eso conecta más con las audiencias.
- ¿Por qué Brasil, su país natal, es uno de los más afectados de la región?
- Habrá muchas razones para que esté peor que Argentina y otros vecinos, pero seguro que una de ellas es tener un presidente al cual no le gustan ni la ciencia ni el periodismo libre e independiente. Un presidente que desde un principio viene en la contramano de las propias autoridades sanitarias de su gobierno, primero diciendo la irresponsable tontería de que el coronavirus era un gripecita, después combatiendo el distanciamiento social y promoviendo como milagrosa una medicina sin eficacia comprobada, que puede ser peligrosa para la salud. Pero, por otro lado, el periodismo brasileño está salvando vidas, a través de un trabajo excepcional, empezando por TV Globo, que alteró completamente su programación para tornarse un vehículo de utilidad pública, expandiendo su periodismo a niveles que yo nunca había visto antes.
- Cuáles son los procesos de transformación de las redacciones que se van a acelerar por la pandemia
- He escuchado de colegas de varios países que ellos nunca podrían imaginar que era posible producir un periódico sin que nadie estuviera en la sala de redacción. Y no cualquier edición del periódico, sino excelentes, fuertes ediciones como las que están haciendo desde que todos se fueron para casa. Así que una de las transformaciones más obvias será la reconfiguración física de las redacciones, dando un lugar mayor al teletrabajo. Durante la pandemia, el uso de las videoconferencia se volvió rutina y eso va a ayudar para siempre el acceso a las fuentes y consecuente producción de videos. La importancia de la distribución de contenido en otras plataformas se va a expandir, con la necesidad de reforzar el equipo dedicado a redes sociales y a otros distribuidores de información. El periodismo de datos, de visualización, de chequeo de informaciones puntuales que están circulando en las redes, el periodismo científico, todo eso tendrá más importancia y las redacciones tendrán que adaptarse. Finalmente, hay que mencionar que para las redacciones de periódicos que todavía no hicieron esa reconversión (y las hay, por increíble que parezca), será imprescindible entender que el impreso se tornó un subproducto de la operación digital. Cuanto mejor la entrega digital hoy, mejor saldrá la edición impresa del día siguiente.
El periodismo brasileño está salvando vidas, a través de un trabajo excepcional, empezando por TV Globo, que alteró completamente su programación para tornarse un vehículo de utilidad pública, expandiendo su periodismo a niveles que yo nunca había visto antes
- ¿No es riesgoso para los medios que muchos protagonistas de la información se hayan volcado a publicar sus lives e historias sin preguntas periodísticas?
- No es que ese proceso de desintermediación sea peligroso solo para los medios. Eso es peligroso para la sociedad en general y para la democracia, pues la prensa es parte esencial de los pesos y contrapesos necesarios para que un sistema democrático funcione. Es verdad que la revolución digital ha empoderado a los actores políticos, sociales y empresariales a crear sus propios medios. Hace ya casi dos décadas que digo que íbamos a pasar de la era de los medios de masa a la era de la masa de medios. Pues aquí estamos. Con más de 80 millones de seguidores en Twitter, unos 30 millones en Facebook y unos 20 millones en Instagram, Trump consigue tener una audiencia directa, desintermediada, del tipo que antes de la revolución digital era monopolio de los medios comunicación tradicionales. Pero, entonces, ¿por qué el es tan obsesivo en atacar a los medios tradicionales, tratarlos como enemigos al estilo y con las palabras usadas por los peores dictadores? Porque los medios siguen siendo importantes e influyentes, capaces de exponer lo que los poderosos quieren ocultar, darle luz a la oscuridad donde los deshonestos hacen sus trampas para engañar el pueblo. Imagine cómo sería Brasil hoy sin una prensa valiente e independiente, con el pueblo informado apenas por los lives de Bolsonaro y por el llamado gabinete del odio, el ejército de bots y fanáticos que diseminan noticias falsas y atacan violentamente por internet a periodistas, jueces y políticos opositores.
- ¿Qué debería hacer y qué no un medio basado en un modelo de suscripción y en periodismo de calidad en medio de esta cobertura?
- A mi me gusta más que sea un modelo de membresía que de suscripción. Para mí, suscripción es un concepto anacrónico, más apropiado para los tiempos en que el periódico era apenas un producto manufacturado estático y no para los días de hoy, cuando es un servicio dinámico. Así que lo primero que debería hacer un medio basado en ese modelo es no tratar la suscripción como hacía en la era industrial, aunque no cambie el nombre. Tratarla como una membresía, quizás algo más similar a un club, donde los socios tienen privilegios y voz. Necesitamos crear un nuevo tipo de relación con los lectores, principalmente con aquellos que pagan esta cuota anual o mensual para acceder a nuestros contenidos. Este es uno de los grandes retos para la sustentabilidad del periodismo en el la era post-publicidad, en la cual se depende mucho más de los pagos de los lectores que de los avisos. Hay que hacer el lector sentirse parte de nuestra operación y no un mero consumidor.
¿Por qué Trump el es tan obsesivo en atacar a los medios tradicionales? Porque siguen siendo importantes e influyentes, capaces de exponer lo que los poderosos quieren ocultar, darle luz a la oscuridad donde los deshonestos hacen sus trampas para engañar el pueblo
- ¿Cuál es el medio digital que más lo ha sorprendido en estos últimos meses?
- Se llama Stat y es un pequeño sitio de noticias sobre salud y ciencia, creado por un periódico, el Boston Globe, como una empresa independiente. Fue la primera publicación en Estados Unidos en darse cuenta de la importancia de la aparición del coronavirus y a dar la cobertura que el tema merecía, desde que era solo una amenaza distante.
- ¿Qué consejos les da a sus alumnos de periodismo sobre cómo cubrir mejor la crisis sanitaria?
- En el Centro Knight para el Periodismo en las Américas estamos ofreciendo un curso online gratuito sobre eso que cuenta con la participación de periodistas de 162 países. Hay más 8.500 alumnos en el curso que se puede tomar en cuatro idiomas simultáneamente. La versión en español cuenta con el liderazgo del periodista científico argentino Federico Kukso, que escribe para LA NACION.
- ¿Qué estrategias adoptó para seguir con su actividad profesional sin poner en riesgo su salud?
- Por mi edad, 68 años, estoy en el grupo de riesgo. Por ello, estoy en casa desde marzo, con muy pocas salidas a la calle. Pero sigo trabajando como siempre o quizás más. Desde marzo mis clases se pasaron a Zoom y felizmente terminé con éxito el semestre. Pero tenemos muchos proyectos en el Centro Knight y en muchas de las otras organizaciones en las cuales participo en consejos y juntas administrativas. Todo ese trabajo se puede hacer online, Me estoy divirtiendo también con encuestas sociales en Zoom, done disfruto de un buen Malbec argentino mientras hablo con grupos de amigos por videoconferencia.
- ¿Cómo está viviendo la comunidad académica de Austin la cuarentena?
- Estamos todos en casa desde marzo. La universidad sigue cerrada, pero es impresionante cómo logramos adaptar a las videoconferencias y seguir trabajando. Los cursos de verano serán online, pero estamos aguardando la decisión sobre el semestre largo, en el otoño norteño. Ya sabemos que por lo menos algunos cursos imposibles de transferir al modo online serán presenciales, pero con extremas medidas sanitarias. Espero que mis clases sigan online. Desde 2003 dirijo el programa de enseñanza a distancia para periodista que creé en el Centro Knight, así que me siento cómodo con las clases online.
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