Río Grande: un avión sanitario se estrelló a poco de despegar y murieron los cuatro tripulantes
La base aeronaval estuvo cerrada hasta las 18.30, aunque el Learjet 35A cayó fuera de la terminal; los fallecidos son el piloto, el copiloto, el médico y una enfermera
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Un avión sanitario se estrelló a poco de despegar hoy en el aeropuerto de Río Grande, y murieron los cuatro tripulantes. La estación aeronaval estuvo cerrada hasta las 18.30, aunque la nave siniestrada cayó fuera de la terminal, en un sector militar.
Según confirmaron fuentes oficiales a LA NACION, se trata de un avión Learjet 35A, matrícula LV-BPA, operado por la empresa Flying America S.A., que se estrelló a las 14.17.
La aeronave había despegado a las 8.45 del aeropuerto de San Fernando, en la provincia de Buenos Aires, y había hecho una escala en Comodoro Rivadavia, de donde salió a las 11.30, antes de dirigirse a la segunda ciudad más importante de Tierra del Fuego en donde aterrizó a las 12.49. Allí dejaron a un bebe de cuatro meses junto a sus padres, y cuando intentaban regresar a Buenos Aires, se produjo la caída. A tan solo un par de minutos del despegue.
Accidente ocurrido con la aeronave Learjet 35, mat. LV-BPA, en el Aep. Int. Gobernador Ramón Trejo Noel, en la localidad de Río Grande, provincia de Tierra del Fuego, a las 17:36hs UTC / 14:36hs local. Investigadores se dirigen hacia el lugar del hecho. Investiga Sede Central.
— Junta de Seguridad en el Transporte (@JSTsucesos) July 1, 2022
“En carrera de despegue se accidentó, impactando en el sector de la base aeronaval”, indicaron en el primer parte sobre el accidente fatal.
Por la tarde, fuentes judiciales informaron a la agencia Télam que las víctimas fueron identificadas como Claudio Canelo, de 52 años, comandante de la aeronave; Héctor Vittore, de 51, que oficiaba de copiloto; el médico Diego Ciolfi, de 56 años y la enfermera Denise Torres García, de 30. Habían llegado hasta la ciudad austral contratados por una empresa de salud privada.
Además, las mismas fuentes revelaron que los cuerpos de las cuatro personas “quedaron calcinados” y esta tarde permanecían “dentro de los restos de la nave a la espera de las primeras pericias”. El accidente motivó el inicio de una causa penal en la que interviene el Juzgado Federal de Primera Instancia de Río Grande, a cargo de la jueza Mariel Borruto, y el fiscal Federal Marcelo Rapoport.
La nave figuraba con habilitación vigente para la realización de este tipo de vuelos desde el 19 de octubre de 2021 y hasta el 19 de octubre de 2023, según la nómina oficial de empresa autorizadas para transporte aéreo sanitario (STAS).
Sobre la tripulación la agencia estatal informó que Canelo era un experimentado piloto que pertenecía a una familia ligada a la actividad aeronáutica civil y Vittore, oriundo de la localidad bonaerense de La Reja, fue despachante operativo de la compañía aérea Dinar, entre 1994 y 1996; piloto de aviación del ejército entre 1995 y 2011 y desde el 2009 prestaba servicios para Flying América S.A. Diego Ciolfi era un pediatra oriundo de la localidad de Caleta Olivia, provincia de Santa Cruz y se desempeñaba en el Hospital Zonal de esa localidad.
En tanto, la enfermera Denise Torres García era oriunda del barrio porteño de Núñez, y había realizado sus estudios de enfermería en la Universidad de Buenos Aires y trabajado también el Hospital Italiano de la Ciudad de Buenos Aires.
La empresa privada que operaba la aeronave, y que tiene su base en el aeropuerto de San Fernando, en la zona norte de la provincia de Buenos Aires, informa en su web que “es una empresa aérea de capitales privados especializada en vuelos ejecutivos, de carga y sanitarios, abocada a brindar un servicio de máxima seguridad, calidad y eficiencia a través de un equipo de profesionales altamente capacitados para brindar un servicio a la medida exacta de cada cliente. Operando desde los principales aeropuertos del país, Flying America realiza vuelos nacionales como vuelos internacionales siempre manteniendo los más altos estándares de seguridad y calidad”.
LA NACION quiso hablar con la firma, pero evitaron ampliar información porque dijeron que se encontraban abocados a atender la situación que derivó en la muerte de las cuatro personas.
La firma, además del Learjet 35A siniestrado, cuenta con otras cinco aeronaves, “cuyo mantenimiento cumple con todas las normas nacionales e internacionales, con inspecciones periódicas que aseguran un perfecto funcionamiento. Son aviones confortables, seguros y muy versátiles”, según indican en su web.
En tanto, remarcan: “Nuestros aviones Learjet 35 A y Metro III están equipados con paneles de instrumentos duplicados uno del lado del comandante y otro para el copiloto, lo que ofrece mayor seguridad de vuelo, por lo que en caso de alguna falla siempre existe un instrumento de reemplazo”.
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