Reynaldo Sietecase: "Soy periodista, no soldado"
En medio de un enfrentamiento que no admite grises, el periodista rosarino propone "racionalidad" en la profesión; en su libro Kamikazes, hace un recuento de los puntos que considera positivos y negativos de los 10 años del kirchnerismo
En un país en el que hay dos propuestas fuertes que no admiten grises, la racionalidad en el discurso es un elemento fundamental. Así opina Reynaldo Sietecase, periodista de larga trayectoria y autor de varias novelas. Por primera vez, Sietecase se apartó momentáneamente del género literario para escribir un libro periodístico, centrado en la política. Y no cualquier política, si no la que definió a la Argentina en los últimos 10 años. " Kamikazes , los mejores peores años de la Argentina", es, dice el rosarino, un intento de equilibrio.
"Yo rechazo completamente la idea de contar desde una supuesta neutralidad", asegura, en una entrevista con LA NACION, pero sostiene que "hoy el periodismo vive una lógica de guerra" en la que "si criticás al Gobierno sos una especie de traidor a la patria. Y si de pronto adherís a alguna política es porque te compró el kirchnerismo".
¿Cómo surge la idea del libro?
Este año cuando gané el Martín Fierro por mi laburo en radio, hice un comentario y eso me generó una suerte de polémica con Jorge Lanata. Me quedé toda la semana pensando en esa discusión. Y llegué a la conclusión de que pasaba algo raro en la Argentina. De que si criticás al gobierno sos una especie de traidor a la patria. Y si de pronto adherís a alguna política del gobierno es porque te compró el kirchnerismo. Es una lógica tan estúpida que me hizo pensar mucho en eso.
Empecé a madurar la idea de poder contar estos diez años, que tienen una gran intensidad política, de otra manera.
Según quién te cuenta lo que pasa o lo que pasó estos diez años, o es una maravilla y estamos cerca de la revolución social, o esto es una catástrofe manejada por una dictadura. Y no es ni una cosa ni la otra. La defensa de los intereses de los medios ha hecho que los productos periodísticos se vayan degradando, porque dejó de ser importante si algo es cierto.
¿Cómo fue la selección de temas?
Me quedó mucho afuera. Elegí 10 para hacerlo abarcable y que el libro tuviera un tamaño digerible para el lector. No es un libro para especialistas. Aunque muchos colegas me dijeron que está bueno porque hago un raconto de algunas cosas. Me dicen "tenés una mirada entre 678 y 9, 10, 11".
Yo rechazo completamente la idea de contar desde una supuesta neutralidad. A mí no me da lo mismo que el Estado intervenga en la economía o que no intervenga, que los derechos humanos se respeten o no se respeten. Me parece tremendamente injusta la sociedad argentina. Y desde ese posicionamiento trato de contar los hechos.
En general, cuestiono más lo que no hizo el Gobierno que lo que hizo mal.
¿Cómo te definís políticamente?
Tengo una formación intelectual, cultural y familiar de izquierda. Si necesitan ubicarme en algún sitio estoy parado ahí. Pero nunca milité políticamente. Es más, siento que es incompatible la militancia con el laburo periodístico. A mí no me parece mal que haya militantes que hagan periodismo. Lo que me preocupa es que tus ideas puedan llegar a tergiversar lo que tenés que contar. Por eso yo digo que en nombre de la causa o la defensa de un gobierno determinado omitas cosas, manipules, cambies cosas, es tremendamente cuestionable. Lo mismo si lo hacés en nombre de los intereses de una empresa.
Creo que ahí hablamos de mala praxis periodística.
Decís que te preocupa más lo que no hizo el Kirchnerismo que lo que hizo mal. ¿Qué le falta hacer, en tu opinión, a este Gobierno?
No logró bajar la pobreza como debería. Pero esto se lo planteo a todos los gobiernos. Creó muchos puestos de trabajo, es verdad, pero sigue habiendo muchas personas que trabajan en negro.
Tampoco desconcentró la economía. No hizo una reforma fiscal profunda. Creo que el Estado tiene que ser mucho más eficaz.
La Justicia sigue siendo uno de los grandes problemas. En materia seguridad, se reaccionó tarde, recién en 2010 con la creación del Ministerio.
La Justicia sigue siendo uno de los grandes problemas
No hubo cambios en Transporte, que es un desastre. A pesar de que el kirchnerismo se plantea como la antítesis del menemismo siguió en ese plano la misma política. Subsidios a empresarios sin control, el sistema que no cambia.
¿Qué pensás que puede cambiar con la Ley de Medios?
Es un país bárbaro la Argentina, estamos discutiendo si cumplir o no una ley. Debería cumplirse para todos y con el mismo rigor. Si la ley sólo sirve para enflaquecer a Clarín, no sólo es un grosero error político del Gobierno, sino también puede llegar a ser una traición a todos los que de buena fe acompañaron la idea de una nueva ley de medios de la democracia.
Son mis expectativas, pero en realidad, no sé qué va a pasar. Y espero que no sea nada dramático.
En una parte de tu libro decís: "Está claro que los trabajadores de prensa no podemos incidir en la conformación del mapa mediático. Lo que sí podemos hacer es establecer pautas mínimas sobre cómo ejercer la profesión". ¿Cómo se logra un balance?
Cuando pasó lo de Tres Poderes , nos habían planteado hacerle una nota al dueño del canal (De Narváez). Era algo muy difícil, preferíamos no hacerlo. Cuando insistieron, propusimos hacer una entrevista profunda, en serio. ¿Cómo explico si no que le hago una entrevista tonta al dueño del canal? Me dijeron que sí. Fue una entrevista muy rigurosa. Yo creo que él no sabía que venía a una entrevista así. Eso fue el principio del fin de nuestra presencia en el canal. Pero a la larga para mí fue bueno.
Yo siempre digo: me compran mi fuerza de trabajo, no mi opinión. Para poder trabajar en un medio, uno debe tratar de defender la agenda periodística. No es fácil.
Es una lucha cotidiana. Implica roces, discusiones. La independencia de los medios de comunicación debe ser con respecto al poder político. Después, es una empresa que tiene su lineamiento ideológico y eso es lógico.
Me compran mi fuerza de trabajo, no mi opinión
De los periodistas el concepto de independencia tiene que ver con poder decidir a quién entrevistar, cómo hacer la nota. Claro que tiene mucho más margen de maniobra un periodista que tiene 20 años en la profesión que un cronista o un movilero.
El problema en la Argentina y en el mundo es que cada vez hay más dueños de medios que no son empresarios de medios. Y eso afecta los contenidos.
Y como dice Kapuscinski: cada vez hay más periodistas bancarios. No están motivados, están mirando el reloj para ver a qué hora irse. Y el periodismo es una actividad full life. Y un compromiso ético.
"Soy periodista, no soldado", decís. ¿Es posible pararse en un equilibrio entre las dos propuestas que se oponen hoy?
Hay que intentarlo. Yo lo intento, no diga que salga bien. Trato de ser fiel a mí mismo, ser honesto. Me equivoco, hay días que me sale bien, días que me sale mal. No es una tarea sencilla.
Si te parás en el medio hoy, te critican de los dos lados. El kirchnerismo genera a su vez un nivel altísimo de adhesión y de odio visceral.
Si te parás en el medio hoy, te critican de los dos lados
Antes era más racional. Hoy hay una lógica de guerra. Y al dejar de ser importante la verdad,.
Hay que ser un poco más racionales. Si el libro sirve para algo, espero que sea para que las cosas vayan por un parámetro más racional.
¿Cuáles son las características básicas de un buen periodista?
Curiosidad, persistencia, pasión por la verdad y trabajo duro.
¿Tenés referentes en el periodismo?
Para mí el más importante es Tomás Eloy Martínez. Tanto en la ficción como en el periodismo. Fue un gran maestro del periodismo. Justamente él decía que el periodismo es una de las pocas profesiones en donde menos lugar hay para las verdades absolutas. Y hoy vemos que todos están aferrados a sus verdades absolutas.
Y también aprendí mucho de mis colegas: Lanata, Caparrós, Tenembaum, un montón de gente. Se aprende mucho viendo a trabajar al de al lado.
Y también de Mario Trejo, que era un poeta. Aprendí para la literatura y para el periodismo.
Y muchos de esos colegas piensan distinto que yo. Pero las opiniones para mí son circunstanciales.
En tu libro hablás de los "fachos de la red", en referencia a los que comentan con posturas extremas en las redes sociales y los foros de los medios. ¿Para vos es algo positivo este espacio? ¿Te parece que si hubiera existido antes hubiera sido igual de virulento o es producto de la coyuntura actual?
Regular sobre Internet sería quitarle el espíritu. Me parece bien que la gente diga lo que quiera, pero yo he aprendido a relativizar lo que dicen, salvo que sean aportes interesantes, porque hay mucho odio, ¿qué te suma un insulto? Además, el anonimato ayuda, cualquiera insulta desde el anonimato.
Yo creo que esto está potenciado por este nivel de enojo. Tiene que ver con el gobierno que construye confrontando, y con la oposición que es muy virulenta. También con la construcción que hacen algunos comunicadores.
¿Qué te generaron los cruces con Lanata ?
Más que nada me da un poco de tristeza. Estamos viendo el país completamente diferente. No sé si volvería a trabajar con él, dudo que él quiera. Yo aprendí muchas de las cosas que sé de Lanata. Respeto que él esté parado donde él quiera. Pero me molesta el insulto. Me sorprende verlo tan enojado. Jamás me vas a escuchar decir algo descalificador de Lanata. Sí me da tristeza, y me confunde que muchas de las cosas que critica yo las aprendí de él.
Yo aprendí muchas de las cosas que sé de Lanata
Uno de los capítulos de tu libro está dedicado al tema de la seguridad, algo que viene siendo foco de debate y reclamos en la Argentina ¿Considerás que hay, como sugieren algunos, una manipulación mediática de la inseguridad?¿Cuál es el rol del periodismo en este campo? ¿Hay una falta de responsabilidad en la manera de informar estos hechos?
No es que hay una manipulación mediática. Pero Argentina tiene una situación particular: tiene 5 canales de cable transmitiendo las 24 horas. Cinco canales que te transmiten el mismo homicidio todo el día. El tema central de la mayoría de los noticieros es el policial. De alguna manera eso influye en lo que la gente siente.
Acá lo que hay es una sobre abundancia de información, que es muy impactante. Para mí el minuto a minuto de la TV es una catástrofe. Condiciona los contenidos. Era algo exclusivo de los programas de chimento y ahora funciona también en los noticieros. Por eso han desaparecido los programas periodísticos de la tele. Y el que funciona bien es el de Lanata que es un show.
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