Restricciones: "Cortar a las 23 nos mata", el malestar de los comerciantes de Pinamar
PINAMAR.– Malestar. Esa es la sensación que dejó en los comerciantes y empresarios vinculados a la diversión nocturna de esta ciudad el anuncio del gobierno nacional de que, a partir de mañana, se restringirá la circulación desde las 23 hasta las 6. Sobre todo, consideran que la medida será un golpe muy fuerte en la economía del sector y que alentará a la organización de fiestas clandestinas.
Hugo Latorre, de 47 años, que está a cargo de la cervecería La Única, lo pone en estos términos: "No sabemos bien cómo nos vamos a manejar con el horario. La noche es nuestro fuerte. Solemos abrir hasta las 4. Esto nos mata, nos corta todo".
Para los turistas y comerciantes, esta temporada de verano es un torbellino de emociones. Desde que comenzó el mes, empezó a correr el rumor de que el 15 se iba a retroceder a fase uno o que habría restricciones severas por la suba de casos de coronavirus. Pero el martes pasado llegó la bocanada de aire fresco. Axel Kicillof, luego de reunirse con varios intendentes, definió que no habría nuevas medidas. Sin embargo, hoy el Gobierno anunció que implementará "toques sanitarios" en todo el país, desde las 23 hasta las 6.
Gustavo Palmer, vocero de la Cámara de Discotecas y Bares de la provincia de Buenos Aires, también está frustrado por las ideas y vueltas de las autoridades. "Se decía que no, después que sí. Ayer yo tuve 130 personas en mi bar. Me vinieron a inspeccionar y estuvo todo bien, todos con distancia. Nos mata, cortar a las 23. Hay gente que espera trabajar en el verano para subsistir. Van a quebrar muchos comercios, pero me da lástima porque veo que está todo prolijo en Pinamar. Además, qué van a hacer los pibes, se van a juntar en casas sin protocolo. Nosotros estamos midiendo hasta el alcohol, no permitimos que nadie tome mucho".
Adrián Greco, de 49 años, es el dueño de La Única, en Bunge y Libertador. Abrieron hace cinco años. Trabaja junto a su familia, sus hermanos y 14 empleados. Él considera que se van a adaptar a las medidas que disponga el Presidente, pero que no podrá mantener el mismo plantel de personal que tiene ahora.
"Para nosotros es un problema gigante. Tenemos que bajar a la mitad de los empleados, bajar a la mitad de proveedores. Todo por la mitad. Quedaría solo el turno de día, porque en la costa se sale a comer tarde, después de la playa que termina a eso de las 19.30, recién a las 22 se sientan a cenar en un restaurante. Yo conozco cómo es. Hace 24 años que trabajo en Pinamar y cerrar a las 23 sería un desastre".
Fiestas ilegales
"Las fiestas se van a dar igual de manera clandestina. No sé si una restricción horaria va a frenar eso. Creo que podrían haber tomado otro tipo de decisión", dice Antonella Cónsoli, de 19 años, que es de Mendoza y vino de vacaciones a Pinamar.
En igual sentido piensa Ignacio Ferraro, de 23 años: "Puede haber menos gente circulando, pero la clandestinidad va a seguir existiendo. De hecho, creo que a los chicos los va a incentivar aún más a salir".
"Me parece que está bien la medida del Gobierno. Hay fiestas clandestinas, pero no tantas como se cree. Pinamar es mucho más tranquilo de lo que se ve y hay muchos controles, sobre todo, después de Año Nuevo", dice Abril Palacios, de 19 años, que llegó de la Capital. Y agrega: "Creo que las fiestas clandestinas que se armen, ahora serán a la tarde".
En el municipio de Pinamar se vieron escenas preocupantes con las fiestas al atardecer Cientos de chicos bailando y tomando, uno al lado del otro, sin distancia social, fue la imagen que se repitió durante el fin de semana pasado en las playas del sur.
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