En la ciudad, rindieron 5600 egresados de medicina, enfermería y bioquímica; en todo el país el número asciende a 7300; las entidades profesionales ya alertan que quedarán áreas vacantes
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Un joven tenía el dedo índice de la mano izquierda hundido en su frente. Con la mano derecha movía la lapicera con nerviosismo. Al agitarla, impactaba la hoja donde figuraban las preguntas de su examen y generaba un ruido molesto para la compañera que tenía a su lado, quien, con un gesto sutil, le tocóaba el brazo para que se detuviera. Ambos estaban rindiendo la evaluación para luego ingresar a alguna residencia en enfermería, bioquímica y medicina. Se encontraban en uno de los pabellones de La Rural, y no eran los únicos, había 5600 personas con el mismo objetivo.
Esta mañana se rindió el Examen Único en todo el país. Unos 7300 graduados universitarios en alguna de esas tres disciplinas a lo largo y ancho de la Argentina buscan ingresar en el Sistema Nacional de Residencias del Equipo de Salud, para cubrir 5848 vacantes en 70 especialidades de medicina y en todas las de bioquímica y enfermería a partir de septiembre próximo en hospitales y centros privados del país. La evaluación se da en un contexto, como publicó LA NACIÓN el 20 pasado, de pérdida de interés de los egresados argentinos en seguir esa formación de posgrado remunerada. De acuerdo con registros oficiales, subió a casi un tercio la proporción de extranjeros para ocupar esos cupos en medio de una crisis de recursos humanos sin precedente en el sistema de salud argentino. Además, hay vacantes que sociedades médicas advirtieron que no lograrán cubrirse en su totalidad, como pediatría.
Esta instancia de examen, que evalúa a los graduados de universidades públicas y privadas, se realizó de manera simultánea de 9 a 13 en las sedes dispuestas por cada concurso en todo el territorio nacional. Se trata de un instrumento de evaluación que consta de 100 preguntas de opción múltiple, con cuatro opciones de respuesta donde una sola es la correcta y cada ítem vale 0,5 puntos.
Es una especie de repaso de todo lo estudiado hasta la fecha. Malena Tomaso y Azul Lanzilotta, ambas de 25 años, estudiaron desde febrero para hoy poder estar a la altura y conseguir lo que quieren, que es entrar al Hospital Italiano, aunque en distintas especialidades. Tomaso va por cirugía pediátrica y Lanzilotta busca ser médica clínica.
“Estamos quemadas”, dijo Tomaso, que salió del pabellón de La Rural para buscar algo de aire fresco. “Nos juntamos con otros compañeros a hacer ejercicios de opciones múltiples, tal como es este examen. La verdad que fue un montón de esfuerzo”, comentó Lanzilotta. “Totalmente, y los últimos meses la intensidad del estudio fue aún mayor. Es realmente muy cansador y estresante, pero estamos contentas”, afirmó Tomaso.
En el interior del pabellón que tiene su ingreso por la calle Cerviño primaba el silencio. Las hileras de los postulantes eran vigiladas por asistentes, que en muchos casos son residentes, quienes evitaban que alguien se copiara de otro compañero o mirara el celular. Incluso, cuando alguien quería ir al baño, iba acompañado.
Emiliano López, director nacional de Talento Humano, área que depende del Ministerio de Salud de la Nación, explicó que el resultado de este examen luego les permite a los postulantes aplicar a una u otra residencia. “Se hace un promedio entre las calificaciones de cada alumno durante la carrera, más la nota que sacó en este examen y en base a eso se saca un puntaje. Las residencias más requeridas, como, por ejemplo, en pediatría en el el Garrahan, requiere de un puntaje más elevado para poder ingresar”, detalló López.
En cuanto a la corrección de semejante cantidad de evaluaciones, el método, explicó López, es complejo y está semiautomatizado. “Los alumnos llenan una grilla con los resultados. Luego se trabaja con el Correo Argentino para llevar esos exámenes hacia el lugar donde se realiza la lectura de manera digital y luego la computadora entrega el resultado”. Se estima que las calificaciones se conocerán a partir del 10 de julio próximo.
Por su parte, Laura Garau, directora general de Docencia, Investigación y Desarrollo Profesional de la Ciudad, describió que a los postulantes se les asigna la bibliografía que tendrán que estudiar y se los orienta, pero que, a grandes rasgos, este examen es un repaso general de la carrera.
Este año, indicó López, el número de alumnos que rinden es alto. A nivel nacional fueron 7300, en 2022 se presentaron 7100, en 2021 rindieron 7400, en 2020 hubo un total de 8700 y en 2019 también dieron el examen, como hoy, 7300. Es decir, a pesar de los constantes reclamos salariales por partes de los residentes que se expusieron desde el año pasado, el número de postulantes se mantiene.
Pediatría, una especialidad en crisis
Como publicó LA NACIÓN el 20 pasado, las residencias más buscadas son enfermería, con más de 1000 postulantes –más del doble que los cargos ofrecidos–, seguida de cirugía general, anestesiología, pediatría, clínica médica, tocoginecología, diagnóstico por imágenes y ortopedia/traumatología.
Entre los 5028 argentinos lo más demandado es, en orden, enfermería, anestesiología, cirugía general, pediatría, clínica médica, tocoginecología, cardiología, oftalmología, medicina general/de familia y diagnóstico por imágenes.
En tanto, la principal búsqueda de los extranjeros se inclina a cirugía general, diagnóstico por imágenes, enfermería, ortopedia/traumatología, cardiología, pediatría, otorrinolaringología, dermatología y clínica médica.
Si bien está dentro de las especialidades más requeridas, pediatría se encuentra en estado crítico. Es la que más oferta de cargos tiene este año: 837, incluidos los cupos articulados con neonatología o terapia intensiva. Pero aun cuando todos los postulantes aprobaran el examen, quedaría vacante un 40% de los puestos ofrecidos, como había anticipado la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) a este medio. Lo mismo se aplica a clínica médica, medicina general y/o de familia, terapia intensiva, psiquiatría infantojuvenil o neonatología, especialidad en la que se ofrecen 36 vacantes y hay solo seis postulantes.
Gabriel es residente de cardiología en un hospital porteño y hoy se ofreció como voluntario para controlar que nadie se “machetee”. El control es muy estricto, algo que, como relató, fue más complejo cuando el examen se tomó de manera virtual en 2020 y 2021, por las restricciones que impuso la pandemia del nuevo coronavirus. “Por suerte todo volvió a la normalidad. Este, sin dudas, es el examen que le marca la vida a los chicos”, indicó Gabriel, quien prefirió no dar su apellido.
En la puerta del lugar, muchos residentes promocionaban sus lugares de trabajo e invitaban a los postulantes a anotarse. Por ejemplo, Cami Amor, de 29 años, hace la residencia de medicina general en el Centro de Atención Primaria Nº3 de San Martín. Ella fue a buscar residentes para que pudieran conocer su experiencia trabajando en ese espacio. “Vengo acá porque muchos desconocen que existe esta residencia y la verdad que se hace un trabajo muy interesante, enfocado en el cuidado integral del paciente y en el respeto de sus derechos. Por eso, no quiero que, por desconocimiento, queden vacantes sin ocupar en la residencia”, relató.
Lo mismo sucedía con un grupo grande de kinesiólogos, que llevaron carteles y folletos para promover las residencias, sobre todo de la provincia de Buenos Aires, para que el foco no solo esté puesto en la Ciudad.
“Me parece muy bien lo que hacen, uno siempre tiene dos o tres lugares en la cabeza, y a veces te obsesionas con un hospital, cuando hay muchos lugares interesantes para trabajar”, dijo Gabriela Novoa, de 30 años, que acababa de rendir el examen y quiere ser cardióloga.
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