Relatos y vivencias de la Regata del Bicentenario

La flota de grandes veleros se despidió de Cartagena de Indias, en Colombia, este pasado domingo 23 de abril. Llevan 110 días navegando alrededor de América del Sur y es Colombia el tercer país visitado que cumple su Bicentenario en este año 2010. Ya solo quedarán por honrar los 200 años de Venezuela y finalmente de México.

Se agregó a ellos el velero Eagle de Estados Unidos y, además, la flota navega ahora junto a varios modernos buques de la Armada de distintos países, como Francia, Holanda, Estados Unidos y Panamá que se han unido para acompañarlos hasta su destino final en Veracruz, México. Con todas las naves, los marinos que hoy están navegando en la flota superan la cantidad de 4000 reunidos en este memorable encuentro. Una cifra que se fue acrecentando en naves y tripulaciones durante todo el recorrido.

Cartagena de Indias, la histórica ciudad amurallada, los había recibido con el agradecimiento y la alegría de quien da la bienvenida a muchos amigos que, viniendo desde muy lejos, llegaban a saludar sus 200 años de libertad. Tan grande fue la cantidad de gente que pacientemente esperaba su turno para subir a los navíos, que la fila llegó a tener la increíble extensión de 1,5 kilómetros, según lo atestiguaron los medios locales.

El presidente de Colombia condecoró los Pabellones de las naciones de cada uno de los veleros con la "Orden al Mérito Naval Almirante Padilla" en el grado de "Gran Oficial", una distinción y reconocimiento a quienes han dado todo de si y de sus naves en aras de fomentar la paz y la hermandad entre los pueblos de América latina.

La flota ya soltó sus amarras de Cartagena de Indias y navega con rumbo a La Guaira, en Venezuela, donde un recibimiento similar los aguarda. Y será entonces que su "buque escuela", el Simón Bolívar, pasará a ser el guía de la flota mientras naveguen sus aguas. Este fraterno encuentro, que no tiene precedentes en la historia de la navegación a vela, nos anima a soñar, tal como lo hicieron los Libertadores San Martín y Bolívar, en una gran comunidad de naciones latinoamericanas unidas por una historia y un sentimiento común, pero, por sobre todo, por un ideario que hoy está simbolizado en el lema "con los mismos vientos de libertad" bajo el cual están navegando.

Cuando despuntaba el sol del 25 de mayo, nuestra Fragata Libertad ya navegaba las aguas del Mar Caribe y abordo se preparaba la formación para rendir honores al Bicentenario de la querida patria, tan lejana en la distancia pero tan cercana en los corazones de toda la tripulación.

A las 8 de la mañana, se dispuso la formación en cubierta, con sus impecables uniformes blancos y su comandante dio inicio a los actos de la celebración del 200 aniversario de la Revolución de Mayo. Las estrofas del Himno Nacional Argentino, acompañadas por la banda de música de abordo y cantadas por la tripulación impecablemente formada, resonaron en la inmensidad del mar, dando inicio a la celebración. Fue entonces que las aguas y el cielo parecieron colorearse de azul y blanco, cuando varios navíos, subiendo al tope nuestra bandera saludaban a la distancia y rendían honores, dando la sensación de estar diciendo todos ellos, junto a nuestra gente, "al gran pueblo argentino salud".

(*) El autor es navegante, socio del Yacht Club Argentino y miembro de la Asociación de Amigos de la Fragata Libertad.