"Regularizar la propiedad de la tierra"

"El desafío que plantea la situación de la población que vive en villas y asentamientos no es menor. Pero hay una posibilidad de avanzar hacia una solución", apunta Agustín Algorta, director social de Un Techo para mi País, la ONG que anteayer presentó el relevamiento que detalló, entre otros puntos, que en los últimos cinco años se instalaron 90 nuevas villas en el Gran Buenos Aires.

"Un dato que no es menor es que en más del 70 por ciento de los casos, los 864 asentamientos que hay en el Gran Buenos Aires, son tierras fiscales, la mayoría de jurisdicción municipal. Creemos que en los casos en los que sea posible se debe avanzar hacia una regularización de la propiedad de la tierra. Ya sea por la vía de la cesión o de la venta del terreno a precios accesibles para sus habitantes", explica Algorta.

El informe que se difundió ayer se realizó a través de un estudio realizado por 600 voluntarios de la agrupación entre el primer y el tercer cordón del conurbano bonaerense. Así, se determinó que en total hay más de medio millón de familias que viven en esta situación, siendo los partidos de La Matanza, Quilmes, Moreno, Pilar y Merlo los que más cantidad de villas registran.

El problema central

"Este es un proceso que sigue en crecimiento, más allá de los contextos económicos, porque pone de manifiesto el problema del acceso a la vivienda que afecta al país. Para los estratos más bajos, la toma de tierras se configura como la única posibilidad de acceder a un techo, así como para muchos integrantes de la clase media, una vivienda sólo es accesible por medio del alquiler", agrega.

En cuanto a la composición de los nuevos asentamientos, Algorta apunta a tres grupos: los migrantes de países limítrofes o de provincias vecinas, los nuevos núcleos familiares que no tienen dónde expandirse y terminan tomando nuevos terrenos, y la llegada de nuevas familias que no pudieron seguir pagando el alquiler en la casa, pensión u hotel en que vivían.

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