Recrudecen las dudas y el temor de los pacientes a someterse a endoscopias
Lo admite la asociación de especialistas; entre 20% y 50% bajó la cantidad de esas prácticas médicas
Dudas, confusión y hasta temor en los pacientes es lo que perciben en sus consultorios los profesionales que integran la asociación Endoscopistas Digestivos de Buenos Aires (Endiba), la filial más grande de la Federación Argentina de Endoscopia, y representa al 60% de los especialistas del país.
Desde la entidad afirman que los detalles que se fueron difundiendo en las últimas semanas, durante el juicio oral por la muerte Débora Pérez Volpin, en el que hoy se escucharán los alegatos y se conocerá la sentencia de los dos médicos imputados, la anestesióloga Nélida Puente y el endoscopista Diego Bialolenkier, reavivaron esas reacciones en los pacientes a los que se les indicaba una endoscopia digestiva o tenían turno para hacerse el estudio.
Lorenzo Padín, presidente de Endiba, insistió en que se trata de una práctica segura: "Un endoscopio de fibra flexible es un instrumento liso, con una punta roma, que no puede causar una lesión punzante. La endoscopia digestiva es un estudio mínimamente invasivo que se hace con un control visual minucioso mientras el endoscopio ingresa por el esófago, el estómago y el duodeno".
Rafael Escobar, vicepresidente de Endiba, sostuvo en un comunicado: "A diario recibimos pacientes que no quieren hacerse una endoscopia digestiva como consecuencia del temor generado por las noticias que circulan en los medios sobre esta práctica, las cuales carecen de veracidad. Lo único que provocan es confusión y desinformación".
La asociación había informado en febrero pasado que la realización de este estudio había disminuido entre un 20 y 50% en los hospitales y centros privados. En las últimas semanas, según comentó Padín, los miembros de la entidad señalan, por ejemplo, que aumentó la necesidad de dedicar más tiempo de la consulta a hablar con los pacientes sobre la seguridad del estudio para reducir el temor o evitar que se asusten si se le indica.
El uso más común de la endoscopia digestiva alta es el estudio del reflujo gastroesofágico, mientras que la de la colonoscopia es la detección temprana del cáncer colorrectal, recomendado a partir de los 50 años. "En uno de cada cuatro pacientes se detecta una enfermedad que se puede tratar y, diagnosticada a tiempo, evitar que avance al cáncer", dijo Padín.