Recrudece el conflicto por el último pulmón verde del sur del conurbano: la Universidad de La Plata, cuestionada
Se trata de un emblema histórico del partido de Lomas de Zamora y bastión ecológico provincial, que corre con un destino incierto por la venta de parte de sus tierras
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El último bastión verde del conurbano sur agoniza. La reserva Santa Catalina, emblema histórico del partido bonaerense de Lomas de Zamora y pulmón ecológico de la provincia de Buenos Aires, corre con un destino incierto. Tras un año de protestas por la autorización de la venta de espacios naturales que componen el predio, hoy la posibilidad de que sea adquirida por privados está más cerca.
La Universidad de La Plata (UNLP), propietaria de gran parte de los lotes, abrió en mayo la licitación millonaria de una porción de los terrenos que posee en la zona. La presentación del pliego con el que intenta desprenderse de las tierras hizo recrudecer el conflicto con la comunidad local, ambientalistas y la municipalidad. Y fue el preludio de una contienda legal que se batalla en dos frentes: un amparo en la justicia federal impulsado para frenar la venta y un proyecto de expropiación en la Legislatura bonaerense que busca extraerla con urgencia de la mano de los privados, declarar sus terrenos de utilidad pública y que se avance con la gestión de un parque natural. Más allá de que cuenta en la actualidad con la protección de la ley provincial que le otorga el estatus de reserva ecológica, esto no evitó en los últimos años la lenta y silenciosa mutilación del ecosistema a través de la compra de parcelas que fueron diezmando las más de 700 hectáreas de bosques, pastizales, humedales, lagunas, el área micológica y la fauna.
El bosque, en un tiempo antiguo un campo llano, fue plantado hace casi 200 años por una colonia escocesa que arribó al país. De los barcos descendieron inmigrantes forjados con el espíritu de la dendrolatría, el arte sacro de los druidas de adorar los árboles y la naturaleza. Un grupo, de los 220 escoceses que llegaron en la fragata “Symmetry of Scarborough”, se radicó en el municipio de Lomas de Zamora y echó raíces.
Además de la riqueza silvestre, entre sus múltiples sitios históricos alberga al Instituto Fitotécnico, el prestigioso centro de investigación de ciencias agrarias inaugurado en 1883 que funcionó como casa de estudios donde se graduó la primera camada de ingenieros agrónomos del país y de toda la región latinoamericana. La UNLP pretende avanzar con la venta bajo el argumento de que Santa Catalina está localizada en el ámbito del conurbano bonaerense, rodeada por una de las villas más densamente pobladas de la zona –denominada igual que la reserva– y dejó de constituir un área rural.
“El mismo día que se publicó el pliego para la licitación se armó lío, y salimos a protestar y comunicar la situación. Fue una sorpresa para la comunidad lomense y para el propio Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires, que venía negociando hacía un año con la universidad una permuta para que se intercambiaran tierras y se pudiera finalmente implementar la reserva”, dijo a LA NACION Alberto De Magistris, científico y titular de la ONG Pilmayqueñ.
En junio de 2022, en la asamblea del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP se votó a favor de que se autorice la venta o permuta de los terrenos que posee en Santa Catalina –actualmente 356 hectáreas– junto con sus inmuebles. La repercusión de la votación generó manifestaciones en contra por parte de ambientalistas y vecinos de Lomas de Zamora, reacción que evitó que en lo inmediato se avanzara con la venta y abrió en paralelo un proceso de negociación en el que intervino la municipalidad, la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) y el Ministerio de Ambiente provincial para la permuta de tierras, es decir, el intercambio de terrenos en propiedad del Ejecutivo bonaerense por los de Santa Catalina.
“La negociación llevó meses y participó la AABE. Con muchas idas y vueltas se llegó a fines de año con el acuerdo casi cerrado. Las conversaciones ya eran de puro corte técnico nomás, los últimos detalles de zonificación, el uso de los diferentes edificios históricos del predio y las distintas actividades que podían realizarse en el marco de una reserva en vía de implementación para ser administrada por Ambiente. En febrero de 2023 nos dimos cuenta de que la intención de la universidad era no avanzar y se enfrió la posibilidad de un acuerdo. En mayo, sin previo aviso, publicaron la licitación, por lo que la municipalidad y el ministerio cerraron las negociaciones y decidieron avanzar con un proyecto de expropiación”, agregó De Magistris.
El pliego “engañoso”
Mediante el pliego UOC 118-00, la UNLP llamó ese mes a la licitación pública de quince hectáreas, un sector verde en uno de los márgenes de la reserva que limita con una zona residencial de Lomas de Zamora. La superficie total equivale aproximadamente a quince canchas de fútbol profesional.
Se fijó como valor de referencia inicial de venta $1169 millones. Los oferentes debían presentar un depósito de garantía del 5% del precio de la oferta que realizaran y, como criterio de selección del comprador, la UNLP estableció que se elegiría “la oferta que resulte más conveniente a los intereses de la universidad” o la que “ofrezca el precio más alto”. La decisión de licitar no requirió de una nueva intervención del Consejo Directivo porque en 2022, más allá de las protestas, se había aprobado la venta o permuta del predio.
La operación fue tildada de “engañosa” por Marina Lesci, intendenta interina de Lomas de Zamora, toda vez que en las 16 páginas del pliego publicado no se menciona nunca la palabra “reserva”, sino que utiliza en su reemplazo el término “paisaje protegido”.
En una conferencia de prensa, en relación al conflicto Lesci señaló: “La universidad arrancó con un proceso engañoso porque hablaba de un paisaje protegido cuando estamos hablando de una reserva natural, lo cual le otorga al predio de Santa Catalina un estatus jurídico y de protección mucho mayor”.
Santa Catalina está jurídicamente protegida por tres declaratorias: Lugar Histórico Nacional, Patrimonio Histórico Municipal, y Reserva Natural Provincial por la ley 14.294 aprobada en 2011 por la Legislatura bonaerense, que declaró de interés público su conservación.
Batalla judicial y expropiación
La decisión unilateral abrió la contienda legal entre la UNLP y la municipalidad, que presentó un amparo para frenar la venta. El Juzgado Federal en lo Contencioso Administrativo Civil y Comercial Nº 3 de Lomas de Zamora dictó entonces una medida cautelar de no innovar y le ordenó a la universidad que suspendiera su accionar por un plazo preventivo de tres meses. La licitación sigue publicada en la sección de Pliego de Compras de su web oficial, pero se agregó una circular informando que está suspendida momentáneamente por la interposición de la cautelar.
Fuentes de la municipalidad señalaron a LA NACION que, vencido el plazo, solicitarán a la justicia federal la extensión de una prórroga y que se encuentran alineados con las autoridades del Ejecutivo bonaerense y el Ministerio de Ambiente en el proyecto que presentó el diputado Federico Otermín, del frente Unión por la Patria y actual presidente de la Cámara de Diputados provincial, para declarar la Reserva Santa Catalina de utilidad pública y expropiar las tierras de dominio privado.
“En Santa Catalina reside el mayor valor patrimonial y natural del distrito de Lomas de Zamora y uno de los más relevantes de la cuenca Matanza-Riachuelo y la provincia. Tiene presencia de bosques nativos, humedales y pastizales, además de edificios centrales para la historia agraria nacional. Es de los pocos pulmones verdes que quedan en el conurbano sur”, dijo a LA NACION Daniela Vilar, ministra de Ambiente bonaerense.
Y agregó: “Está protegida desde 2011, pero las tierras que la conforman son de dominio privado y para que la ley de protección se cumpla, los titulares tienen que brindar su consentimiento para la implementación de la reserva. La ley dispuso que en caso de oposición del propietario, el Poder Ejecutivo propiciará, en caso de conveniencia, la expropiación del inmueble”.
Los dos propietarios mayoritarios de las tierras de Santa Catalina son la UNLP y Covelia, la empresa de recolección de basura, que concentran el 90% de la superficie, destacó la ministra.
“Las 356 hectáreas que corresponden a la UNLP están incluidas en el proyecto de expropiación. Estas tierras abarcan casi toda la superficie de bosque, pastizal y la sede histórica. Las tierras donde se encuentran el humedal y la laguna son propiedad de Covelia, según la información que consta en el Registro de la Propiedad. Estamos tramitando la demarcación de la línea de ribera para determinar la zona de la laguna y el humedal, sobre la que se aplican restricciones al dominio y deben quedar registradas en titularidad de la Provincia”, sostuvo Vilar. Por otro lado, la ministra señaló que mantienen conversaciones con la universidad para alcanzar un acuerdo.
LA NACION se comunicó por varias vías con Ricardo Andreau, decano de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP, y representantes de la empresa Covelia, pero no tuvo una respuesta.
Santa Catalina es la última resistencia verde que sostiene en una zona rodeada por la villa homónima, la más densamente poblada de todo el conurbano bonaerense, en donde viven 7850 familias, que representan 24.021 personas, de acuerdo con el último censo de barrios populares realizado por el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap).
De sancionarse la ley de expropiación, el panorama que se abre es que se realice una tasación a valor fiscal de los terrenos. Ante aquel escenario, la UNLP puede aceptar la oferta de compra por el precio que le fije el Estado o ir a juicio. “Que se judicialice aún más el tema y no se pueda avanzar con la reserva de Santa Catalina es una situación que nadie quiere”, advirtió, por último, De Magistris.
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