Reconocen una cesión de Borges
La Corte revocó un fallo que otorgaba a María Kodama los derechos de autor de tres de sus obras
Un fallo de la Corte Suprema de Justicia echó por tierra la demanda por derechos de autor que María Kodama, viuda de Jorge Luis Borges, impulsó contra el periodista Osvaldo Ferrari, que publicó tres libros de diálogos con el célebre escritor.
La causa, iniciada hace ocho años, apuntaba a dejar sin efecto la cesión de derechos de autor que Borges le había otorgado a Ferrari, con quien mantuvo una serie de diálogos durante un año y medio, que antes de transformarse en libros fueron publicados en semanalmente en un diario de la Capital. El abogado que lleva la causa de Kodama, Mario Orlando, al ser consultado por La Nación prefirió no opinar sobre el fallo, que dijo desconocer (pese a haber sido dictado el 18 de abril último). Lo que sí se apresuró a confirmar Orlando fue el caracter de Kodama como "heredera universal" de las obras de Borges.
Los derechos en disputa
Según el fallo de la Corte, no obstante, el universo de los derechos de Kodama es finito y no está en eterna expansión. De acuerdo al testamento de Borges, Kodama quedó como única heredera de sus obras, las cuales no incluyen los libros de anécdotas, las biografías, los diálogos y, en fin, "los libros periféricos a las obras", como los definió Bonifacio del Carril, director de ediciones de Emecé, la editorial que viene publicando las obras de Borges desde 1951 y que tiene contrato de exclusividad con María Kodama para publicar todas las obras de su marido.
"A una cesión de derechos, ningún testamento los puede tocar", dijo a La Nación Osvaldo Ferrari, a quien le corresponde el 50% de los derechos como coautor, y el otro 50% por una cesión explícita de Borges.
Ferrari vivió todo el juicio, de ocho años de duración, como una "persecusión" en la que la misma existencia de los libros estuvo en peligro: "Lo paradójico es que todo este tiempo he tenido que defender los libros contra la persona que más debería defenderlos, porque son los últimos diálogos de Borges".
A los argumentos legales, Ferrari (quien trató a Borges durante 20 años, por tener a Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo como amigos en común) le adosó un complemento moral: "Kodama intentó desconocer la voluntad expresa de Borges".
Los tres libros se llamaron: "Borges en diálogo" (Editorial Grijalbo, 1985), "Libro de diálogos" (Sudamericana, 1986) y "Diálogos últimos" (Sudamericana 1987), títulos acaso poco variados unos de otros, pero que comprenden infinidad de comentarios y opiniones, las últimas palabras públicas de Borges sobre literatura y temas generales, desde la identidad de los argentinos hasta el hombre en la luna.
Los diálogos salieron al aire, desde los estudios de Radio Municipal, de marzo de 1984 a noviembre de 1985. Al mismo tiempo, el diario Tiempo Argentino los fue publicando en forma semanal.
Las conversaciones tan fluidas entre Ferrari y Borges no podían tener contraste más violento que las ásperas palabras de abogados, juicios y expedientes, en una causa que en primera instancia se resolvió a favor de Ferrari.
Kodama apeló y, en segunda instancia, logró una resolución favorable de la Sala G de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil. Finalmente, la Corte Suprema se inclinó por el fallo inicial, por entender que la decisión de la cámara "padece severos defectos de fundamentación".
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