Cuenta regresiva para el uso exclusivo de la receta electrónica: cómo será la transición hacia esta herramienta clave
Regirá desde el 1° de julio, con un período de adecuación para evitar problemas en el acceso a medicamentos o estudios; reunión de ministros de Salud
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En consultorios, farmacias, laboratorios de análisis clínicos o centros de estudios ya casi no se ven recetas u órdenes en papel a una semana de que empiece a regir en el país el uso exclusivo de sus versiones electrónicas o digitales. En esa cuenta regresiva, en la que resta adaptar a alrededor de un 30% del sistema de salud del país, según estiman las autoridades sanitarias nacionales, no serán los pacientes los que esta vez adviertan los “ajustes” pendientes para llegar a tiempo con la adecuación de las plataformas online de prescripción y la inscripción al día de los profesionales.
De hecho, este lunes, a las 15, los ministros de Salud de la Nación y las provincias se reunirán de manera virtual para definir el estado de situación del nivel de adecuación en cada distrito y allanar obstáculos, como la conectividad o los padrones de los matriculados actualizados, camino al 1° de julio.
También, los responsables de las plataformas que médicos, centros de atención o profesionales ya vienen utilizando deberán terminar de incorporar, si no lo tenían aún, la indicación por nombre genérico de los medicamentos y el diagnóstico para el cual se indica. Con todos los requisitos que incluye el modelo incorporado a la reglamentación de la ley de receta electrónica, accederán a un código único de identificación una vez que se reinscriban en el Registro Nacional de Plataformas Digitales Sanitarias (Renapdis).
Hay, al momento, alrededor de 80 plataformas en uso, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud de la Nación. A través de ese código, que opera también a los fines de seguridad informática, y los datos del profesional con matrícula al día en su ficha de la Red Federal de Registros de Profesionales de la Salud (Refeps), como así también del paciente, apunta a evitar en la práctica el uso de recetas fraudulentas y garantizar la trazabilidad desde la prescripción hasta la dispensa. El Renapdis, según explicaron desde la cartera sanitaria nacional, “unifica el registro de todas las plataformas existentes para mejorar los procesos de modernización e interoperabilidad entre sistemas” a partir del mes que viene.
El megadecreto presidencial de diciembre pasado ya había fijado el 1° de julio próximo como el plazo límite para “alcanzar la digitalización total en la prescripción y la dispensa de medicamentos” y órdenes médicas. Mediante el decreto N°345, de abril pasado, el Poder Ejecutivo reglamentó esa obligatoriedad de uso en toda indicación para tratamientos, estudios u otras prácticas, como así también en las farmacias, donde ya se trabaja con sistemas online de dispensa y validación de coberturas.
“La receta electrónica será obligatoria en todo el país. No es un nuevo sistema que elimina las plataformas digitales que ya funcionan en el sistema de salud, sino que las amplía, las hace más eficiente, las integra y las estandariza”, habían dicho a este medio, en ese momento, fuentes de la cartera a cargo de Mario Russo.
En diálogo con LA NACION, desde el ministerio habían anticipado como “segundo paso”, tras reglamentar la ley vigente desde 2020, iba a ser la integración de todos los sistemas en uso para la trazabilidad de los tratamientos que se indican y utiliza la población. Esa es información clave para, por ejemplo, actualizar la canasta básica de medicamentos con cobertura o estimar carga de enfermedad, y que siempre estuvo dispersa por la alta fragmentación del sistema y ausente al momento de tomar decisiones o asignar recursos en salud pública, como viene informando este medio.
Reuniones
La semana pasada, entre los feriados, hubo reuniones con PAMI y la Superintendencia de Servicios de Salud para relevar la adecuación de las obras sociales y las prepagas. Ante la consulta, el equipo a cargo de digitalizar sistemas e información sanitaria, estimaron que un 70% de coberturas y prestadores ya adoptaron la prescripción electrónica, con un 30% que falta por incorporar y se encuentra principalmente concentrado en el sector público, incluidos algunos de los hospitales nacionales. Hacia adentro de las provincias, esas proporciones difieren y es lo que se revisará en la reunión de ministros del lunes.
La conectividad, sobre todo en los lugares alejados de las ciudades o periféricos, y la actualización de los padrones de los profesionales en condiciones de emitir recetas u órdenes están entre los principales obstáculos a resolver en los próximos días. Queda también por resolver la prescripción por vía electrónica de medicamentos más controlados, como los opiáceos u opioides. Ahí, la migración depende exclusivamente del Ministerio de Salud nacional, según concedieron en diálogo con este medio.
Frente a este escenario, a partir del 1° de julio, se abrirá una etapa de transición de 180 días para abandonar completamente el uso de papel aun cuando ya regirá la obligatoriedad de la prescripción electrónica a través de plataformas que estén habilitadas o camino a adecuarse a la reglamentación. Eso alcanza, también, a las farmacias.
“Queremos evitar que, por algún motivo que tenga que ver con la implementación, alguna persona no pueda acceder a un medicamento o un estudio que necesite. Por eso establecimos ese período, en el que prevemos que aún van a convivir el papel con las nuevas recetas y órdenes”, señalaron a LA NACION desde Salud.
Se aguarda que, en los primeros días de esta semana, el Gobierno publique en el Boletín Oficial el plan de implementación que definió la Secretaría de Calidad en Salud, a cargo de Leonardo Busso.
“Como en todo proceso de digitalización de la información, y a fin de garantizar el acceso a la salud, las implementaciones de sistemas digitales (y, en este caso, de recetarios electrónicos) deben contemplar un soporte alternativo para situaciones de contingencia o fuerza mayor”, señalaron, por escrito, desde esa área.
Aclararon a la vez que, mientras las plataformas terminen de completar su inscripción definitiva en el Renapdis, “los profesionales que no cuenten con recetarios electrónicos podrán confeccionar recetas en papel y las personas, con esas recetas, podrán obtener sus medicamentos en una farmacia como hasta ahora”. Pero una vez que todas las plataformas estén al día en el nuevo registro, indicaron a LA NACION que ese recurso “permanecerá como condición de excepción en zonas de difícil acceso o sin conectividad”. Este, también, está entre los puntos que debatirán los ministros en la reunión de este lunes.
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