Coronavirus: reacomodar la rutina en el hogar para que los chicos afronten el aislamiento

Las medidas de contención del coronavirus decretadas por el Gobierno obligan a reacomodar las dinámicas diarias puertas adentro en los hogares. Ante el anuncio de suspensión de las clases se presenta para las familias un nuevo desafío: cómo afrontar el nuevo panorama con los más chicos en casa.

La administración pública, museos, centros e instituciones educativas y culturales trabajan en propuestas para llevar contenidos a los hogares. Cuadernillos didácticos, clases virtuales y una grilla específica para los canales de la TV Pública, Encuentro y Pakapaka son algunas de las previsiones. Las pantallas como soporte, considerando su uso responsable, se convierten en estos casos en un aliado destacado para la formación educativa y, por añadido, para la distracción.

El Ministerio de Cultura de la Nación trabaja en estos momentos en una batería de alternativas lúdicas y educativas para desarrollar indoor. Por su parte, el Ministerio de Educación y la Secretaría de Medios y Comunicación Pública nutrirán la oferta de los canales públicos con contenidos educativos y didácticos a partir de hoy.

Repensar el ocio

Mientras se definen las programaciones, LA NACION habló con especialistas en contenidos infantiles y juveniles que aportan su mirada para convertir los días de aislamiento en una oportunidad para repensar los modelos de ocio, juego, aprendizaje y el encuentro en familia.

Fernando Salem, creador de los personajes de Zamba y Siesta, guionista y director, opina: "Necesariamente, un montón de gente va a mirar contenidos en tablets o en la tele, pero lo interesante no es ver todo el tiempo contenidos sino también procesarlos con los chicos y darles una instancia de reflexión compartida con ellos", señala el realizador. Como ejemplo, propone revisar material histórico u obras clásicas de la literatura después de ver capítulos de Zamba o Siesta, o pensar sobre lo que propone Petit, serie basada en los libros de Isol Misenta.

Fabricio Ballarini, neurocientífico, investigador del Conicet y protagonista del programa televisivo ¿NeuroQUÉ? (Pakapaka), en el que, con explicaciones simples, introduce a su sobrina en el funcionamiento del cerebro, considera que este puede ser un buen momento para explicar a los chicos cuestiones como el mecanismo del sistema inmune o lo que es un virus. "La cuestión es que entiendan lo que ocurre pero sin generar miedo en ellos. Es una posibilidad, así como seleccionar lo que ven en la tele o en YouTube, o realizar experimentos", sugiere.

La docente y cantante de música infantil Magdalena Fleitas cree que, ante este cambio de rutinas, "la sabiduría será transmitir a los niños y niñas la confianza en el gran mundo interior que son los hogares. Podemos leer, cantar, bailar, crear instrumentos o enseñarles cómo eran nuestras infancias cuando no había televisión y la vida social era más reducida. La salud también pasa por compartir y habitar la alegría", opina la educadora, que tuvo la iniciativa de componer una "cumbia anticoronavirus" para afrontar la crisis sin miedos.

Fleitas recuerda que hay material en las redes para inspirarse y adelanta que docentes e instituciones preparan contenido virtual. En redes sociales como Instagram, algunos usuarios (mama.educadora, aprender_jugando) ya comparten propuestas: hacer una torta, teatros de sombras, el mapa del tesoro, escribir un diario, realizar un picnic en el living o plantar una lenteja.

Instituciones como el Malba ya disponen de recursos online, como Mundologías, una guía para recorrer algunas obras de su colección en la que padres y chicos pueden leer sobre la vida y obra de artistas, responder a preguntas para reforzar la comprensión, dibujar sueños como hacía Tarsila do Amaral o inventar coreografías tras analizar pinturas como Baile de Tehuantepec, de Diego Rivera.

Brenda Funes, madre de una niña de tres años, afirma que la preocupación de muchos padres pasa ahora por compatibilizar sus trabajos con el cuidado de sus hijos o resolver con quién dejarlos.

"Los niños no forman parte de las poblaciones en riesgo; la suspensión de clases es para evitar la transmisión entre ellos y las que sí lo están", dice la jefa de Infectología de Pediatría del Hospital Italiano, Analia De Cristófano. Y aclara que si no asisten a clases, tampoco deberían juntarse con amigos, y recomienda enseñarles a higienizarse.

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