El femicidio de Chiara Páez , la joven de 14 años que fue asesinada en Rufino, Santa fe, por su novio de 16, fue el caso que motivó la primera marcha #NiUnaMenos el de 3 junio de 2015. Ese día marcó un antes y un después en la agenda feminista actual del país. Así también lo vivieron las activistas que venían pregonando por los derechos de las mujeres desde mucho tiempo antes. Como la médica Mabel Bianco, que en la década de los ‘80, envalentonada por la indignación que sentía ante el menosprecio de sus compañeros en un hospital repleto de hombres, cofundó FEIM (Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer). En ese entonces, Bianco no era la única que observaba desigualdades: Ada Beatriz Rico, que se define como feminista de toda la vida, sintió en 1988 que seguir considerando al femicida Carlos Monzón como un "campeón" no estaba nada bien; y años más tarde cofundó La casa del encuentro.
Pero además de estas asociaciones civiles apartidarias, varias agrupaciones feministas se gestaron de manera simultánea al #NiUnaMenos. Así nació, entre otras, el colectivo feminista Mala junta, liderado por la socióloga Victoria Freire y que surgió bajo el ala del partido político Patria Grande. O la agrupación MuMaLá (Mujeres de la Matria Latinoamericana), dirigida por la educadora popular Raquel Vivanco y que es una vértebra del partido Libres del Sur. Y para hacer hincapié en la desigualdad económica que se da entre hombres y mujeres, la economista Mercedes D'alessandro cofundó Ecofemini(s)ta.
Todas ellas, pertenecientes a partidos políticos o completamente apartidarias, dan talleres en barrios, apoyan la campaña nacional por el derecho al aborto seguro, legal y gratuito ; defienden los derechos LGTB (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) y trabajan por las desigualdades sociales y económicas de las mujeres. En cada marcha feminista, ellas se dan la mano con pañuelo verde al cuelloy, al son de los tambores, cantan: "Ahora que estamos juntas, ahora que sí nos ven, abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer".
Aquí, un repaso sobre cómo empezaron y qué hacen ahora:
Victoria Freire, de Mala junta: "No legalizar el aborto es avalar que mueran mujeres en lugares clandestinos"
Agrupación: Mala junta. Surgió en: 2015. Partido político al que pertenece: Patria Grande
"En 2004 una amiga me dijo de ir al encuentro de mujeres que se hacía en Mendoza, ese fue mi primer acercamiento con el movimiento feminista. No tenía prejuicios pero tampoco expectativas; cuando llegué, me encontré con una ciudad copada por mujeres, fue impresionante y me cayó la ficha sobre de qué lado quería estar". Cuando Victoria Freire cursaba el secundario en un colegio de Caballito (varios años antes de ese viaje a Mendoza) no se consideraba feminista. Era un tanto crítica con quienes se pronunciaban a favor del aborto y le interesaba poco compartir actividades del centro de estudiantes. Pero fue observar la disparidad de género en ámbitos familiares, educativos y laborales lo que la llevó a encolumnarse con convicción en las filas del feminismo. Y a presidir, hoy, una agrupación política que pisa fuerte en cada marcha con cánticos y carteles alusivos.
Para las militantes de Mala Junta la política no es indiferente. Les es imposible pensar que combatir la violencia contra las mujeres puede ser viable sin combatir la desocupación o la paridad salarial. La referente de la agrupación no teme en diferenciarse, por ejemplo, de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, con quien no se identifica en su postura sobre el aborto. Entre sus causas de lucha también está la de la liberación de Milagro Sala y el esclarecimiento del caso Maldonado .
Aunque de adolescente a Freire no le "cerraba" pronunciarse a favor de la interrupción voluntaria del embarazo, tiempo después eso también cambió. "Empezar a vivir la sexualidad cambia la concepción. Y cambia a partir de conocer amigas que tuvieron que atravesar por una situación de interrupción del embarazo; cambia a partir de conocer que hay un movimiento vivo y activo en nuestro país con miles de mujeres construyendo un reclamo", dice. Y opina que una "idea moral" sobre el aborto todavía recorre a la sociedad. "El aborto ya puede realizarse cuando está en riesgo la salud de la mujer o ante una violación. Si se piensa que legalizar el aborto es legalizar el homicidio entonces no legalizarlo es avalar que mueran mujeres en lugares clandestinos". La activista también dirige el Observatorio de Géneros y Políticas Públicas de su agrupación.
Mabel Bianco, de FEIM: "Se ha avanzado mucho, pero siempre queremos más"
Asociación civil: Fundación para el Estudio y la Investigación de la Mujer (FEIM). Surgió en: 1989. Partido político al que pertenece: apartidaria.
Cuando Mabel Bianco hacía la residencia en Medicina en el hospital municipal de Haedo, el despectivo trato de sus compañeros varones hacia ella y sus colegas le generaba indignación. "Cuando hacía guardias, por ejemplo, las mujeres no podíamos estar en la sala de residentes porque éramos la primera camada de tres mujeres y ahí estaban solo los varones. A nosotras nos dieron una pieza que tenía dos camas y éramos tres, era todo así".
Bianco, siempre se consideró feminista. En 1989 cofundó FEIM para luchar por mejorar las condiciones de vida de mujeres, niñas, adolescentes y jóvenes. A lo largo de su historia realizaron numerosas campañas feministas: No comamos perdices fue una de ellas.El fin era concientizar sobre la no idealización del romanticismo y del casamiento. También realizaron campañas junto a Unicef: Decilo como quieras, pero informate antes, una iniciativa dirigida a adolescentes para desterrar mitos vinculados al embarazo e informar sobre la maternidad y la paternidad no planificados. Desde 2005, FEIM lleva adelante conjuntamente con el Centro de Estudios de Estado y Sociedad el proyecto Aportes a favor de la despenalización del aborto en Argentina y desde 2009 puso en línea la página
Pero la acción principal de la asociación -cuenta Bianco- está en los barrios. Allí, bregan por la eliminación de la violencia contra las mujeres, trabajan por los derechos sexuales y reproductivos y previenen el contagio del VIH, entre otras cosas.
La referente aduce que, si bien la sociedad ha dado grandes pasos, todavía queda un largo camino por recorrer. "¿Cuántas directoras de hospital se ven? ¿Cuántas jefas de servicio? La medicina sigue siendo un ámbito de gran discriminación. Dentro de la sociedad, en términos generales, se ha avanzado mucho, pero siempre queremos más".
Raquel Vivanco, de MuMaLá: "Las mujeres de distintos sectores sociales no la pasamos igual"
Agrupación: Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá). Surgió en: 2010. Partido político al que pertenece: Libres del Sur
"En MuMaLá asumimos un feminismo con identidad popular, no somos las feministas que están construyendo teoría o solo pensando desde un lugar donde no tienen contacto con las mujeres que peor la pasan, porque las mujeres de distintos sectores sociales no la pasamos igual", expresa Raquel Vivanco. La cordobesa milita en política desde el secundario y se reconoce como educadora popular. En la agrupación que coordina tienen una fuerte presencia en barrios como Ciudad Oculta o la 31, donde forman a mujeres que a su vez promueven los derechos de la mujer. "Saben por ejemplo cómo acompañar a una mujer que está atravesando por una situación de violencia a una comisaría", explica. Trabajan codo a codo con las mujeres de Barrios de Pie.
Hoy, además de coordinar MuMaLá y presidir el Observatorio de la violencia contra las mujeres Ni Una Menos -que pertenece a su agrupación-, es asesora de la diputada por Libres del Sur Victoria Donda. En ese partido milita desde 1996, pero admite que por ese entonces aún no se consideraba feminista, sino que eso decantó con el tiempo. "En 2001 hubo un auge en el crecimiento de las organizaciones sociales y se dio un fenómeno de feminización de la pobreza y de la protesta social porque el 80% de quienes se sumaron a participar en esas organizaciones fueron mujeres. Ahí comencé a asumir mi militancia desde un lugar de género o de identidad. Las mujeres comenzaron a tener una responsabilidad más colectiva, a exteriorizar cosas que hacían puertas adentro, como cocinar. Así nacieron los comedores populares por ejemplo", expresa.
En el Observatorio que preside denuncian situaciones de desigualdad laboral; monitorean la aplicación de la ley 26.485 de protección integral a las mujeres, donde constataron, por ejemplo, que la mayoría de las provincias no cuenta con patrocinio letrado gratuito para las mujeres que lo necesitan. Además, llevan un registro nacional de femicidios ("al menos 298 mujeres fueron asesinadas en 2017 en el país"), un informe sobre violencia en el espacio público ("el 63% de las mujeres se siente insegura al transitar un espacio público") y realizan encuestas sobre acoso callejero ("las encuestadas atravesaron por situaciones como: bocinazos, silbidos, ataque sexual").
Al igual que las otras agrupaciones citadas, MuMaLá apoya la campaña nacional por el derecho al aborto. "Ninguna mujer, si le das la chance de elegir, elegiría atravesar por una situación de aborto clandestino. Cuando llegaste ahí es porque no tuviste acceso a la información o a los métodos anticonceptivos. Se puede dar ante una relación forzada o porque se rompió un método anticonceptivo, son infinidad de causas por las que las mujeres llegamos a atravesar por un embarazo no deseado", señala.
Mercedes D’Alessandro, de Economía femini(s)ta: "Si sos feminista no podés tener a una empleada precarizada"
Agrupación: Economía femini(s)ta. Surgió en: 2015. Partido político al que pertenece: apartidaria.
Mercedes D’alessandro, oriunda de Posadas, Misiones, gestó Economía femini(s)ta (EF) desde Nueva York, adonde se fue a vivir cuatro años atrás junto a su marido. Su adicción a las redes sociales la llevó a verse cara a cara con el feminismo casi sin darse cuenta: "Soy muy adicta a las redes, tengo una gran participación y ahí me encontraba muchas veces discutiendo con economistas sobre cualquier cosa: devaluación, kirchnerismo. Y está eso de que te ningunean por ser mujer; de todos los profesionales solo había una, dos o tres mujeres. Eso sucede hasta el día de hoy", cuenta. "Ahí empezamos con Magalí (Brosio), con Violeta (Guitart) y con Agurtzane (Urrutia) a decir ¿Qué hacemos con esto?’, y a ver no solo que no había mujeres sino que tampoco se debatía sobre los problemas de las mujeres. Si miras los datos sobre desempleo te encontrás con que las mujeres tienen mayor precarización laboral, más desempleo. Les decías a los varones eso y te decían: ‘No, no puede ser, yo gano igual o menos que mi mujer’. Y si le dabas el paper con la información te decían que seguro estaba mal la metodología aplicada. Siempre te van corriendo el arco", agrega la autora de Economía feminista, cómo construir una sociedad igualitaria sin perder el glamour.
Para esta organización, que se creó con el objetivo de visibilizar la desigualdad de género a través de la difusión de datos, estadísticas, contenidos académicos y producción original, la brecha salarial se cerraría recién en 2186. Romper el techo de cristal, bregar por la igualdad de salarios entre hombres y mujeres y por el trabajo doméstico remunerado son sus principales banderas. "Creo que hay que romper el techo de cristal, pero romperlo no puede ser a costa de sostenerse sobre la explotación de otras trabajadoras. Hay un montón de mujeres que para poder llevar adelante su vida laboral, su carrera, tienen una empleada doméstica a la que le pagan mal y la tienen en negro. Ahí hay una contradicción para mí. Si sos feminista tenés que valorar el trabajo doméstico y si vas a contratar a una persona para que realice estas cosas por vos tiene que ser en buenas condiciones, no puede estar precarizada".
Una marca registrada de EF son las acciones colaborativas. Una de ellas es Menstruacción. Con esta campaña buscan que se deje de estigmatizar a la menstruación y piden la eliminación del IVA sobre todos los productos de gestión menstrual, como tampones o toallitas y su provisión gratuita.
Ada Beatriz Rico, de La casa del encuentro: "Los días previos y posteriores a una manifestación nos desbordan las consultas"
Asociación: La casa del encuentro. Surgió en 2003. Partido político al que pertenece: apartidaria.
Ada Beatriz Rico, cofundadora de la primera asociación civil en llevar un registro nacional de femicidios, en 2008, cuenta que en días anteriores y posteriores al 3 de junio de 2015 -marcha de #NiUnaMenos- las consultas por parte de mujeres que se encontraban en situaciones de violencia y que pedían ayuda en La casa del encuentro las desbordaron. Tuvieron que poner más guardias para recibir a quienes solicitaban ayuda. "Los días previos y posteriores a una manifestación ya sabemos como es, nos desbordan las consultas", dice ahora.
Además de dar talleres y capacitaciones, las puertas de La casa…están abiertas de lunes a viernes para recibir a cualquier mujer que se acerque a pedir ayuda. El abordaje no es sencillo: se realiza con psicólogas, trabajadoras sociales y abogadas que saben que, en muchos casos, la víctima continúa conviviendo con su agresor. "De la violencia no se sale de un día para el otro, lleva años", expresa. "Nosotras tratamos de estar lo más cerca posible de estas mujeres para que sepan que siempre estamos y que no las juzgamos". Reciben a unas 200 mujeres por mes. Rico explica que el fin último del abordaje es intentar que la mujer tome distancia de ese hombre agresor, pero sabe que eso no siempre se da y que múltiples factores inciden en ello.
La cofundadora reconoce y remarca que esa marcha de 2015 generó un quiebre en la sociedad actual, pero cuenta que el movimiento feminista en la Argentina se dio mucho tiempo atrás. En lo personal, su militancia se despertó con el femicidio de Alicia Muñiz en manos de su expareja Carlos Monzón, boxeador. "Tengo 63 años, y recuerdo el 14 de febrero de 1988 cuando ocurrió el femicidio de Muñiz cómo se dividió la sociedad entre los que decían 'Viva el campeón' y quienes hablaban sobre el homicidio de una mujer". Ahí, dice, su cabeza hizo un click: "Con feministas de mi generación dijimos ‘No nos quedemos calladas, tenemos que hacer algo’". Así abrieron su primera sede.
Referente histórica, expresa que respeta y valora a cualquier compañera que "le ponga el cuerpo" a la lucha feminista, pero se diferencia de las agrupaciones partidarias. "Dentro de La casa del encuentro todo nuestro accionar es político, pero no tiene banderas políticas-partidarias. Nos definimos como feministas populares, para nosotras el cambio cultural se debe hacer con todas las personas. Nosotras decimos que la prostitución no es trabajo. Que el aborto es seguro, legal y gratuito, y que la heterosexualidad no es obligatoria".
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