¿Quién es Andrés Palau? La “oveja descarriada” heredera de un legado que convocará a una multitud en Mendoza
El reconocido predicador evangelista estadounidense, hijo del referente Luis Palau, capta cada vez más la atención en los países que visita; ya está en la Argentina para su festival el fin de semana
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MENDOZA.– Una juventud sin rumbo, marcada por los excesos. Una “oveja descarriada” que encontró, pisando los 30 años, un camino en la fe. Por eso, a los 58, Andrés Palau, el reconocido predicador evangelista estadounidense, hijo del referente internacional Luis Palau, fallecido en 2021, no deja de rendirle honor al legado de su padre, captando cada vez más la atención en los países que visita, con un mensaje claro: “No importa de qué historia vengas; hay que tomar una decisión personal para cambiar tu vida”, expresó en diálogo con LA NACIÓN. Y ahora va por más: bien al estilo de su padre, en un lugar al aire libre para “no sentirse acorralado” como puede ocurrir en un estadio, se prepara para liderar un megafestival artístico gratuito en esta provincia, donde se espera la presencia de más de 50.000 personas en las inmediaciones del histórico Parque General San Martín, con el soporte de cantantes como Manuel Wirtz y Rodrigo Tapari. De hecho, en 2005, la visita de Luis Palau fue histórica y sorprendente: se cerraron los portones por la respuesta de la gente que quería asistir.
“Hay que escuchar a Dios, que nos habla al corazón. Es un llamado para todos, de unidad. Oramos para tener un festival en la Argentina hasta que me muera y que mis hijos también continúen”, se entusiasma con el show de música y “buenas noticias”, que se realizará este viernes y sábado en el Prado Gaucho del emblemático paraje mendocino. Mientras se alista para el encuentro con los fieles locales y las familias de los diferentes credos que quieran acercarse, no deja de recordar ni un segundo todo lo que aprendió en su casa, pero también los dolores de cabeza que provocaba en su hogar. La vida secreta de un necio. El terrible viaje desde la vergüenza a la gracia es el título de su libro, en el que deja plasmadas todas sus vivencias, con un crudo relato de sufrimiento y superación frente a las adicciones, como el alcohol y las drogas, además de relaciones tóxicas.
“Mamá y papá fueron unos padres maravillosos. Yo no conocí a Dios hasta que cumplí 27 años. Amaba a mi familia, pero me encantaba irme de fiesta. La Biblia dice que cada uno de nosotros como oveja se descarrió y eligió su propio camino. Mis tres hermanos no siguieron este tipo de vida; no se extraviaron tanto, llegaron más rápido a los caminos de Dios”, expresó el conferencista religioso y motivador internacional, quien vive en Portland, Oregón, Estados Unidos, junto a su mujer Wendy (56), quien lo acompaña en su paso por Mendoza, y sus tres hijos. De hecho, su esposa también será parte activa del espectáculo y de diferentes actividades, como un encuentro especial con mujeres de diferentes edades y la visita a la Penitenciaría provincial “con el objetivo de que conozcan a Dios” y saber que “a pesar del sufrimiento, siempre está con nosotros”, expresó la mujer a LA NACIÓN, con una sonrisa, haciendo hincapié en otro mensaje que consideran determinante en momentos de crisis como el actual: “Sí, hay esperanza”.
Andrés se mostró expectante por el nivel de convocatoria con los mendocinos. A cada instante recordó lo que vivió en su juventud para que la gente se identifique con su historia, pero siempre focalizando en el camino recorrido de reflexión y sanación, tratando de imitar el ejemplo de su padre. Una y otra vez vuelve a ese lugar en tiempo y espacio.
“Mi papá era una persona auténtica: vivía lo que predicaba. Siempre estuve rodeado por ese mensaje, pero estaba lejos de Dios, hasta que sentí el llamado; mientras seguía de fiesta, pero empezaba a tomar más responsabilidades, trabajando en una empresa, y no quería que me despidieran. Fue en ese momento que mis papás me invitaron a un festival y les dije que no, pensando que era en el frío de Boston, en febrero, pero me dijeron que era en Jamaica. Entonces pensé: Bob Marley, cerveza roja y acepté”, recordó. “Cuando llegué ahí me di cuenta de que había un ambiente diferente, que algo estaba sucediendo. Dios había orquestado muchas cosas en mi vida; entre ellas, conocer a Wendy, que recién llegaba a los caminos de Dios”, expresó, emocionado.
Palau también se refirió a las dudas y cuestionamientos que reciben sobre la forma económica de sostenerse. En este sentido, aclaró que no piden ningún tipo de aporte monetario, salvo que alguna persona o empresa manifieste su interés en realizarlo.
“No pedimos nada, todo esto es gratuito. No estamos cerrados a la idea de ofrendas; la Biblia enseña a dar, a ser generosos, pero nosotros no pedimos nada a cambio y menos en este tipo de eventos. Hay quienes confían en nuestro mensaje, en que vale la pena lo que predicamos. Hay amigos e iglesias que se suman para que podamos desarrollar lo que hacemos”, comentó Andrés, quien reconoce que es una figura destacada dentro la Iglesia evangélica a nivel internacional, con un rol especial, de común denominador, sin pertenecer a ningún bando. “No soy pastor, soy evangelista, predicador, con un rol importante que busca la unidad para continuar el legado de mis padres, que fueron un ejemplo y, sobre todo, que terminaron bien, limpios, sin que saltara ningún escándalo”, completó el líder religioso, con el objetivo puesto en repetir este tipo de evento cada cinco o diez años.
Los festivales y la cita local
A lo largo de los años, los festivales de Palau pasan por diversos países, donde reúnen a multitudes, más allá de la religión predominante en estos sitios. No solo la Argentina es una de las naciones elegidas para encontrarse con los seguidores, sino que hacen grandes convocatorias en Estados Unidos, Inglaterra y varias regiones de África, a las que se suman este año Alemania, Albania, Perú y República Dominicana, con el objetivo de estar en China en 2025. “Hay países que son cerrados para fiestas abiertas y públicas, por lo que hay que ir a sitios cerrados. Por eso, aquí en la Argentina disfrutamos de poder tener esta libertad”, destacó Wendy.
En tanto, Palau analizó el presente argentino, que atraviesa una profunda crisis económica y social, como un momento importante para acercarse a la fe. “Es una gran oportunidad. Cuando la gente se da cuenta de que todo aquello en lo que puso su fe le falló y se cayó, se preguntan ‘¿A dónde pongo mis esfuerzos ahora?’. Les decimos que pongan su fe en Jesús, que confíen en él , caminen con él, que va a traer equilibrio y bienestar a todas las demás áreas de tu vida”, expuso en el encuentro con LA NACIÓN previo al festival,
Dejó otro mensaje para los “descarriados” y la importancia de hacer un giro en sus vidas. “Yo no era la peor persona del mundo, pero no le agregaba valor a la sociedad. Tenía adicciones y malas relaciones; además no era honesto, tenía una máscara. El cambio en mi vida fue la disciplina. No soy una persona perfecta, pero sí una persona transformada. Cosas simples a tener en cuenta: paga tus impuestos, no abuses de sustancias, no tires el dinero en apuestas y cuida a tu familia. Tuve un gran problema con las drogas y el alcohol, y Dios me sanó; pude encontrar el equilibrio, sin excesos. Y está claro que aquí en Mendoza voy a tomar una buena copa de vino”, concluyó Palau.
Cumbia, pop, música urbana y electrónica de la mano de artistas como Manuel Wirtz, Rodrigo Tapari, Redimi2 y DJPV acompañarán a Andrés y Wendy Palau en un festival para toda la familia. Serán dos días llenos de actividades para grandes y chicos. El viernes 22 comenzará a partir de las 19, mientras que el sábado 23 desde las 14 y hasta las 18 habrá un paseo solidario en la Rotonda del Rosedal del Parque San Martín, donde se brindará atención médica para niños y adultos, además de cursos de RCP.
También, se presentará la Fundación CONIN y la Red de Acompañamiento a Mujeres en Estado de Vulnerabilidad. Profesionales darán charlas para prevención de adicciones y suicidio, brindarán asesoría legal general y de familia, habrá acompañamiento a mujeres en vulnerabilidad, se entregará ropa, se ofrecerán servicios de barbería y embellecimiento de manera gratuita.
Paralelamente, en el Prado Gaucho se realizará un festival infantil desde las 14 hasta las 17.30, con la presentación de la obra de teatro El reino del revés. Asimismo, habrá juegos inflables, pintacaritas, payasos y muñecos gigantes, entre otras actividades para los más pequeños.
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