Quién era Isabella Marino, la joven que murió tras caer de un colectivo en movimiento
La joven de 18 años había comenzado pocos días atrás el curso de ingreso a la carrera de Veterinaria en la UNLP; la Justicia investiga el confuso episodio
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LA NACION
Isabella Marino, la joven estudiante que murió en el límite entre Berisso y La Plata tras caer de un colectivo en un confuso episodio, tenía 18 años y un futuro profesional por delante. Sabía lo que quería desde que decidió salir de su ciudad natal, Gaiman, en Chubut, para emigrar a la capital bonaerense: ansiaba ser veterinaria. La semana pasada, había iniciado el curso de ingreso a esa carrera en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
El año pasado Marino había finalizado su cursada en la Escuela Agrotécnica N.º 733 “Benito Owen” de su ciudad. Su estadía en el colegio no pasó desapercibida. Tras conocerse su fatal accidente, las autoridades educativas la recordaron por la expresión de su sonrisa, la empatía para con sus compañeros y “la frescura” que la caracterizaban.
Un allegado de la joven, en contacto con el diario El Día, aseguró: “Isabella era una persona que siempre tenía una sonrisa en la cara, que tenía un corazón inmenso, que siempre era amable, siempre reía con los amigos, que siempre ayudaba a los compañeros, que siempre que necesitabas alguien con quien hablar siempre se ponía como voluntaria, que siempre estaba dispuesta a trabajar y aprender nuevas cosas, con una gran predisposición y una excelente estudiante, con un gran futuro y que lamentablemente terminó de esta manera”.
Por el momento ningún miembro de su familia habló con los medios. Sí se sabe que su padre es un funcionario público de Chubut: trabaja en el Instituto Provincial de la Vivienda. Además su tía es actualmente empleada en la comuna de Gaiman.
Confuso episodio
Isabella cayó el pasado viernes, alrededor de las 13, del interno N.º 5 de la línea colectivo 214 que estaba en movimiento. Una de las principales hipótesis, mientras la investigación sigue su curso para intentar dilucida qué fue lo que ocurrió, es que la joven se habría dado cuenta de que la línea que había tomado iba hacia el lado contrario que ella quería ir y entonces descendió del rodado desde la puerta delantera.
Una testigo presencial habría contado que intentó bajar del transporte público cuando el vehículo estaba en marcha, lo que ocasionó su caída y lesiones. Una cámara de seguridad registró la violencia del impacto contra el pavimento cuando cayó. Lo que se alcanza a percibir es que el autobús circulaba rápido.
Tras el golpe la estudiante fue diagnosticada con muerte cerebral en el hospital Larraín. Sus padres decidieron entonces que sea desconectada y que se donaran sus órganos.
Mientras tanto la Justicia platense avanza en la investigación con los peritajes y, según indicaron fuentes policiales a LA NACION, ya imputó al chofer de la unidad, un hombre de 32 años, bajo la carátula de lesiones culposas. La causa penal está a cargo del fiscal titular de la UFI 10 de La Plata, Carlos Vercellone.
Por su parte voceros de Unión Platense, empresa que gestiona la Línea 214, indicaron al portal 0221.com.ar que se pusieron “a disposición” tanto de la familia de la víctima como de la Justicia y agregaron que esperarán a que “los peritos realicen su trabajo como corresponde” y que no harán conjeturas apresuradas sobre lo sucedido, “respetando a la joven víctima, sus familiares y la gente involucrada”.
El conductor del colectivo fue separado de sus funciones momentáneamente, agregaron las fuentes.
LA NACION
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