Es un período crítico en que las medidas para proteger la salud mental pueden limitar el daño a largo plazo, como minimizar el riesgo de sufrir trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad y depresión
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Por Martha Henriques
Cuando estalló la invasión rusa a gran escala el 24 de febrero de 2022, Iryna Frankova, una médica y psicóloga clínica que trabajaba en la Universidad Médica Nacional de Bogomolets en Kyiv, sabía que tenía que actuar rápido.
Necesitaba comprobar que sus seres queridos estaban bien y que ella no corría un peligro inminente. Se preguntó también si debía marcharse y en ese caso, a dónde.
Pero había otra pregunta urgente. Ucrania pronto enfrentaría una crisis de salud mental y, por su experiencia con conflictos anteriores, sabía que esto era algo que se dejaría de lado precisamente cuando la ayuda podría tener un mayor impacto: justo al principio.
Después de un trauma, hay una ventana de oportunidad conocida como las “horas doradas”, un período crítico en que las medidas para proteger la salud mental pueden limitar el daño a largo plazo, como minimizar el riesgo de sufrir trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad y depresión.
“La idea es que necesitamos llegar a la gente en una etapa muy temprana después de la exposición al trauma, para poder prevenir consecuencias en la salud mental”, le dice Frankova a BBC Future.
Por una lado, esto puede parecer de sentido común: un momento particularmente bueno para ofrecer consuelo a alguien es cuando está conmovido por el shock.
Pero la evidencia muestra que estos pequeños gestos de apoyo -algo tan simple como recordarle a alguien que no está solo- reduce el riesgo de desarrollar condiciones que permanecen por años.
Ventana de oportunidad
“Hay algunas cosas que podemos hacer en las horas doradas que pueden causar daño y aumentar el riesgo de desarrollar TEPT, y, al mismo tiempo, hay otras cosas que podemos hacer que pueden reducir ese riesgo”, señala Frankova.
El término “horas doradas” se refiere a las primeras horas hasta alrededor de tres días después de una experiencia traumática, una fase crucial en la consolidación de la memoria.
“Es una ventana de oportunidad cuando la memoria a corto plazo puede no convertirse en una memoria a largo plazo”, explica Frankova. “Nuestra tarea consistió en decirle a la gente exactamente qué sería dañino y qué sería beneficioso”.
La pregunta es, cuando todo un país está bajo sitio, su infraestructura es un blanco, y el movimiento al aire libre es peligroso o imposible, ¿cómo brindas esta información esencial antes de que se acabe esa fase?
Para los trabajadores de salud mental en la línea de frente hay dos fases cruciales de ayuda temprana. La primera es la directamente comparable con los primeros auxilios físicos, dice Agatha Abboud, encargada de salud mental y apoyo psicosocial del Comité Internacional de la Cruz Roja en Kyiv.
“Es el triaje de personas que necesitan hablar con alguien solo para calmarse, solo para sentirse conectados, para recordar el entorno y quiénes están a su alrededor”, explica Abboud. “Porque este es el período en el que las personas se sienten más agitadas o más ansiosas”.
Después de estos primeros auxilios psicológicos viene la fase de “intervención temprana”, señala Abboud. “Es similar a cualquier condición médica: cuanto antes la trates, menos probable será que se torne compleja en el futuro”.
“Si la ignoras, puede convertirse en algo más serio. Y aquí en Ucrania no estamos hablando de una persona pasando por una situación. Es toda una población la que atraviesa la misma situación”.
Llegar temprano a aquellos que más necesitan una intervención temprana -comunidades aisladas en la línea de frente del conflicto- es un desafío. En el caso de Ucrania, hay muchas personas mayores y familias, a veces sin hijos, y algunas personas cuyos trabajos hacen que no hayan podido o querido irse.
Dada su proximidad con la violencia, incluso sus familiares no pueden ir a visitarlos.
“Hemos entrenado voluntarios, psicólogos que van a visitar comunidades, especialmente en la línea de fuego. Así que ahí es donde vamos, los visitamos y simplemente vemos cómo están”, dice Abboud.
Herramientas digitales
Reforzar el sentido de comunidad es una de las estrategias más efectivas. “Hacemos sesiones grupales, donde la gente puede expresar sus pensamientos y sentimientos”, relata Abboud. “Aprenden el uno del otro, y crean una conexión”.
Pero llegar en persona hasta estas comunidades aisladas puede ser un desafío logístico, sobre todo de forma rápida para brindar apoyo dentro de la ventana de las “horas doradas”.
Una forma rápida y accesible, señala Frankova, es usando herramientas digitales.
Cuando estalló la guerra, Frankova había estado trabajando desde hace varios años con Artem Lezin, un especialista en computación y desarrollador de aplicaciones, que también se había desempeñado como viceministro de cultura y políticas de información de Ucrania, y con Sophiia Lahutina, médica y psicoterapeuta en Kyiv.
En ese momento, los tres se enfrentaron con situaciones personales extremadamente complejas. Aún así, decidieron lanzar su último proyecto.
Habían estado desarrollando una aplicación basada en evidencia llamada “Friend. First Aid”, para brindar de forma rápida y accesible ayuda en temas de salud mental después de un trauma, a través de un bot de charla (o chatbot) en el servicio de mensajería Telegram.
Lezin, fundador de la aplicación, había estado trabajando en ello desde el comienzo de la pandemia de Covid-19. Cuando comenzaron a caer bombas sobre Kyiv y otras partes del país, el equipo decidió que era hora de lanzar el proyecto. Al día siguiente, el 25 de febrero, se activó el chatbot en Ucrania.
Cuando la gente accedía al chatbot, se les preguntaba primero si estaban en riesgo imediato de sufrir heridas o violencia física. Luego, los usuarios recibían información basada en evidencia y recomendaciones sobre qué hacer y qué no.
Al abrir la aplicación y elegir el idioma (ucraniano, ruso o inglés), y tras agregar información básica, el chatbot pregunta por tu nivel de estrés, luego pregunta si estás en una situación segura y tienes acceso a agua y comida.
Luego siguen preguntas referidas al aislamiento y la soledad, lo cual es algo muy común entre las personas que han sufrido experiencias traumáticas.
En las primeras horas después del trauma, un influyente metaanálisis de 68 estudios sobre los predictores de TEPT encontró que buscar ayuda y establecer comunicación con personas significativas reduce el riesgo de desarrollar esta condición.
Evidencia clíncia mostró también que brindar orientación en la nueva situación y retomar la rutina en la medida de los posible también ayuda.
La aplicación le informa a los usuarios lo importante que es la comunicación con los seres queridos como “arma” para luchar contra las consecuencias del estrés. “Durante la comunicación podrás sentir la cercancía con esta gente y el apoyo psicológico. Recuerda esto: esta gente te ama y quiere que te sientas bien”, dice la aplicación en sus mensajes.
Auge
Otras acciones bien intencionadas, en cambio, como las sesiones informativas que incluyen recordar los eventos traumáticos, no son tan efectivas en estas horas y pueden de hecho ser dañinas.
“Nuestro chatbot recomienda enfáticamente no participar en sesiones informativas o grupales”, explica Frankova. Revivir los recuerdos puede reforzarlos a medida que pasan de la memoria a corto plazo a la de largo plazo, dice.
Estas recomendaciones rápidamente empezaron a compartirse a través de los celulares en Ucrania en la primavera de 2022. A las pocas semanas de lanzarse, el chatbot tenía 40.000 usuarios.
“Creo que nuestro producto se hizo tan popular porque lo lanzamos el segundo día desde que empezó la guerra, cuando todavía había un vacío y nadie estaba diciendo nada sobre la salud mental”, señala Frankova.
“Es obvio por qué. La gente está en shock. Cuida de su salud física, pero al mismo tiempo necesita una guía de cómo lidiar con un ataque de pánico mientras está sentada en un refugio durante un ataque con misiles”.
A un año de la guerra, la aplicación alcanzó los 81.000 usuarios, y el servicio se está expandiendo y ahora ofrece una conversación con profesionales de salud mental. Pronto el servicio también estará disponible en WhatsApp.
Conexión en persona
Puede que el chatbot sea la intervención más accesible de forma inmediata, pero, para algunos, la conexión en persona es particularmente importante.
Esta es el área de especialización de Nathalie Robelot-Timtchenko, una profesional de salud mental experta en terapia de artes expresivas basada en Cambridge, Massachusets, que vivió en Kyiv entre 2014 y 2021.
“Cuando empezó la invasión (....) fue realmente muy difícil saber cómo ayudar y qué, de hecho, tendría impacto”, dice Robelot-Timtchenko.
Ella hizo un llamado al día siguiente para buscar profesionales de salud mental que estuviesen dispuestos a donar su tiempo brindando apoyo a la gente en ucrania. Llamó a esta inicitiva First Aid of the Soul (Primeros auxilios del alma) y a la semana contaba con 450 personas que se ofrecieron como voluntarios de distintas partes del mundo.
“Ese fue uno de nuestros primeros proyectos (...). Teníamos un equipo bastante grande trabajando simplemente en recoger material”, dice.
Por ejemplo, el equipo juntó información sobre cómo calmar a los niños cuando se está en un ambiente estresante como un refugio antibombas, con información sobre cómo mantener un contacto físico tranquilizador y el uso de frases y palabras simples para discutir la situación y los sentimientos.
Para las primeras semanas de 2022, First Aid of the Soul comenzó a ofrecer grupos de apoyo en una escuela en la que había trabajado Robelot-Timtchenko. “Para abril, estábamos ofreciendo entrenamiento a diferentes profesionales de salud mental en Ucrania”
Uno de sus primeros objetivos fueron los primeros auxilios psicológicos, seguidos de terapias de movimiento y relajación como yoga, antes de centrarse en otras áreas.
Brindar apoyo en persona ha sido crucial para apoyar la resistencia ucraniana. “Recientemente hemos estado en Ucrania. Pude hacer un taller con niños que son desplazados internos”, explica Robelot-Timtchenko.
“Estos niños han pasado por un infierno, pero todavía tienen una sonrisa en el rostro. Todavía hablan de sus superhéroes y el taller se centró en encontrar fuerza interior y en desarrollar resiliencia. Eso es lo que tratamos de hacer, traer un poquito de esperanza”, agrega.
Híbrido
First Aid of the Soul hace ahora unos 45 talleres por mes, virtualmente y en persona, y ha logrado llegar a cerca de 6.000 personas a través de sus grupos de apoyo, talleres y entrenamientos. Todo eso con un presupuesto de unos pocos miles de dólares, dice Hanna Scott, directora de operaciones de la organización.
“98% de la gente que participa en nuestros talleres dice que quiere volver”, comenta. “Es una cifra muy buena”.
Scott cree que la naturaleza híbrida de la organización (virtual y en persona) ha jugado un rol clave en esto. “Significa que tenemos acceso a una red internacional con algunos de los mejores profesionales del mundo y, si la gente no tiene una buena conexión a internet, la podemos ver donde sea que esté”.
Ahora que pasó un año desde el comienzo de la guerra, los desafíos de salud mental en Ucrania siguen evolucionando. Esto sirve para mostrar cuán vital es brindar no solo primeros auxilios físicos a aquellos atrapados en situaciones traumáticas sino atender también sus necesidades psicológicas.
Además de intervenir en las horas doradas después de una instancia traumática, el desafío es cada vez más brindar apoyo que pueda ayudar a la gente a superar el trauma crónico y prolongado de la guerra.
“Ahora, cuando hablo contigo, se escuchan sirenas afueras”, dice Abboud. “En cuanto suena una sirena, la gente se preocupa por saber si su hijo en el jardín de infantes está bien. Si su esposo, que está en la línea de frente, está bien”.
En esas situaciones, recordar prestarle atención a tu propia salud mental en el largo plazo es un desafío constante. Tomar en cuenta el apoyo al propio personal de la organización es una parte integral de la misión, dice Abboud, que a menudo intercambia sus servicios con otras organizaciones profesionales con las que trabajan en la zona.
“La realidad es que nadie está listo para procesar realmente lo que está pasando”, dice Robelot-Timtchenko. “La guerra sigue ocurriendo. Por eso, todos los días la seguridad del equipo se ve amenazada”.
“Creo que el procesamiento (de esta información) ocurrirá mucho más tarde, cuando la guerra...”. Robelot-Timtchenko se detiene y sonríe. “Cuando Ucrania gane”.