Musonda tiene 31 años, nació en Lusaka, capital de Zambia y prefiere que lo llamen por su apellido, Machiko, porque su nombre allá "es demasiado común". Forma parte del colectivo de alrededor de 50 mil estudiantes extranjeros que eligen Buenos Aires para cursar carreras de grado y posgrado (menos del 3% de la matrícula).
"Soy el primer zambiano en ir a la UBA", cuenta orgulloso por el máster arancelado que está realizando en la Facultad de Farmacia y Bioquímica. El programa contempla siete meses de cursada en Buenos Aires y otros cinco en Friburgo, Alemania.
Participa de Study Buenos Aires, el programa del Ente de Turismo porteño para posicionar a la Ciudad como la capital latinoamericana para estudiantes internacionales. Entre otras cosas, lo ayudaron a conseguir alojamiento, tramitar la SUBE y le ofrecen distintos tours.
De Argentina sabía poco y nada antes de llegar: apenas conocía a Messi y Agüero y tenía cierta vaga imagen –que ya descartó- del Amazonas y anacondas, confiesa risueño.
Una vez en Buenos Aires se sorprendió al descubrir que, evidentemente, viene de una sociedad más conservadora. "Me impactó la forma de vestir. De donde yo vengo es difícil encontrar a una mujer que muestre las piernas o vista polleras cortas. Y definitivamente allá las mujeres no fuman". Se sorprendió al conocer que en este país existe el matrimonio igualitario y una ley de identidad de género, pero está abierto a conocer diferentes ideas culturales: "Me imaginé que iba a encontrarme con formas distintas de vivir que en Zambia".
En Lusaka trabaja como profesor en una de las instituciones más prestigiosas de Zambia, el Evelyn Hone College. En Buenos Aires alquila un piso compartido junto a una venezolana, un francés y un argentino en Recoleta y pasa sus días feliz entre clases y laboratorios.
Amor por comprender
"La biología es parte de mí, desde el colegio secundario que quiero saber todo sobre el cuerpo humano", cuenta. ¿Por qué eligió la UBA, la universidad de un país que conocía poco y nada? Buscando posibles másters en la web, lo convenció la cantidad de horas de práctica que ofrecía el programa de la UBA. "En Zambia no tenemos estas facilidades, no por los contenidos, que son similares, pero desafortunadamente nos faltan máquinas y equipos de laboratorio", señala.
Encontrar el programa que le interesaba fue mucho más fácil que obtener la visa para venir a estudiar a Buenos Aires: como Argentina no tiene embajada en Zambia, tuvo que volar a Sudáfrica para desde ahí completar físicamente los papeles necesarios, que "son muuuuchos", asegura revoleando los ojos. "Es muy gracioso, me parece que es más fácil conseguir una visa de los Estados Unidos o Inglaterra que una de Argentina. Tengo un amigo que fue a estudiar a Glasgow y simplemente mandó papeles por correo y le devolvieron el pasaporte sellado", cuenta.
Está muy contento con la UBA pero dice que "faltan aéreas donde los estudiantes puedan conocerse, estudiar y discutir. Acá después de clases cada uno se va para su lado". Eso no le impidió hacerse amigos en su clase.
"No me gusta la comida argentina"
"En mi opinión, la comida argentina suele estar poco cocida", lanza Machiko, y pronto explica que en Zambia se comen guisos de muy larga preparación. El plato tradicional de su país se llama nshima y es una especie de pasta de harina de maíz, que se suele acompañar de distintos encurtidos. Hay ciertas combinaciones de sabores típicamente argentinas que no puede comprender: "Por ejemplo, el pollo: lo cubren con huevos y le agregan pan. Para mí, eso es muy extraño". Machiko no tiene problemas en decir que no le gustan las milanesas.
Increíblemente, el apellido Machiko es de origen japonés: en épocas de la construcción de una ruta muy importante en Zambia, un trabajador japonés llamado Machiko se destacó por su generosidad con un pueblo, y desde entonces, algunos decidieron adoptar su nombre. En japonés, significa "persona que es muy afortunado y suertudo".
¿Te sentís reflejado por ese nombre?
Definitivamente. Vengo de una familia muy humilde, soy el tercero en terminar el colegio y el primero en poder viajar a otros países. Mis padres murieron cuando yo era muy chico y la expectativa de vida en Zambia es de aproximadamente 40 años.
¿Cuántos años esperás vivir?
No menos de 90.
Temas
Más leídas de Sociedad
CABA 2025. Cuándo empiezan las clases en la ciudad de Buenos Aires
ACV. Advierten que es necesario crear redes para la rápida atención: cada minuto se pierden dos millones de neuronas
Expectativa en Punta del Este. Las señales que anticipan el regreso de los argentinos y un verano “explotado” de turistas