Que no atente contra la libertad
Hay un concepto fundamental y prioritario, y es que toda herramienta es válida siempre y cuando no atente contra el objetivo de fondo. ¿Cuál sería? Que las pulseras parecerían ser una herramienta de seguridad y control. Pero ¿control de qué? Si es para identificar, facilitar, organizar y ordenar a los chicos que son de una misma institución educativa es correcto, pero si se utiliza con otros fines, se pone en duda el concepto de libertad en una experiencia tan importante como lo es un viaje de estudios. Los objetivos de para qué va a ser utilizada esta herramienta deben ser comunicados y deberían contar con la autorización previa y contractual de los padres.
Si se comunica, no debería atentar contra la libertad, pero no hay que perder de vista la motivación de este tipo de viajes. Es una experiencia grupal de fin de un ciclo y si la pulsera sirve para mantenerlos unidos no está mal. Pero, insisto, padres e hijos deben estar informados con anticipación, por escrito y de manera contractual, para qué se va a utilizar este método. Si la herramienta surge de las propias agencias que organizan los viajes es de suponer que no atentarán contra su propio negocio. Distinto sería que a los chicos les pusieran una pulserita de control sin que estuviera claro el tipo de control que involucra el mecanismo.