Qué es el Parkinson y cómo afecta a las personas
Solo detrás del Alzheimer, el Parkinson es el segundo trastorno neurológico progresivo más frecuente: uno de cada tres diagnósticos es antes de los 64 años.
En el país, se estima que hay unas 90.000 personas que viven con esta condición, de acuerdo con la Asociación Civil Enfermedad de Parkinson (Acepar), que acompaña a personas y familiares con este trastorno. Es que uno de cada dos pacientes necesita a un familiar o la asistencia de un familiar u otra persona para hacer tareas cotidianas.
"El 30% recibe el diagnóstico antes de los 65 años", comenta Gabriela Ferretti, médica clínica, neuróloga y legista. "Como no es una enfermedad de notificación obligatoria y las personas no mueren de Parkinson, el valor estadístico es relativo. Pero entre el 1% y el 1,5% de la población puede tener Parkinson, sobre todo en los mayores de 75 años", agrega la divulgadora científica de Grupo Medihome.
Alejandro Andersson, neurólogo, director del Instituto de Neurología de Buenos Aires y presidente de la Fundación Neuroconciencia, explica que se trata de una condición que "tiene que ver con la destrucción de un tipo de neuronas de un área específica del tronco encefálico. Hay que perder más del 70% de esas neuronas dopaminérgicas de la sustancia nigra para que aparezca el primer síntoma". Y esa pérdida, según agrega, ocurre por distintos motivos, además de la edad: "Hoy se conoce cada vez más la importancia de las predisposiciones genéticas y del ambiente", agrega el especialista.
Rigidez muscular de las extremidades que causa dolor y fatiga, temblores en las manos, la cabeza o los brazos y las piernas, la lentitud de los movimientos y la pérdida de reflejos, con un deterioro evidente del equilibrio y el andar, figuran entre los principales síntomas. "Empieza a manifestarse con cansancio, apatía y lentitud", indica Ferretti.
Detección temprana
Aunque aún no tiene cura, desde hace varios años ya se insiste en su detección temprana porque sirve para iniciar una combinación de tratamientos a cargo de equipos multidisciplinarios. "El diagnóstico es fundamentalmente clínico, a través de los síntomas, que pueden incluir o no el temblor en reposo, y el examen físico. El tratamiento apunta a indicar medicamentos que aumenten la dopamina en el cerebro que está disminuida. Pero son muchas las estrategias terapéutica disponibles", agrega Ferretti.
Y, para Andersson, los tratamientos disponibles permiten sostener "muy bien" a los pacientes hasta 20 años. "Actualmente, contamos con muchas herramientas para tratar el Parkinson. Cuando se detecta tempranamente, se orienta a los pacientes en un estilo de vida más saludable, que los ayudará a compensar la enfermedad", dice.
Para Ferretti, también es fundamental, más allá del tratamiento farmacológico, la rehabilitación para mantener el máximo tiempo posible la coordinación y la agilidad. Se utiliza la kinesiología, la fonoaudiología, la actividad física, además de la estimulación para sostener la interacción social. "Muchas veces, los pacientes se ven tan mal que se quieren quedar en la casa y se aíslan. La rehabilitación es fundamental y la internación domiciliaria es una herramienta que facilita esa rehabilitación en casa, sobre todo en este momento de cuarentena por la pandemia de Covid-19", continúa la especialista.
En los casos avanzados, en los que se perdió la movilidad, por ejemplo, Andersson comenta que pueden aparecer otras complicaciones potencialmente fatales asociadas con la postración. "Esas condiciones son múltiples y van desde una infección respiratoria o urinaria hasta lesiones en la piel llamadas escaras por la falta de movilidad", detalla Andersson. Y Ferretti coincide.