¿Qué es el skiplagging? Conocé al hombre que ayuda a viajar en avión por menos plata
Aktarer Zaman es el fundador de un controvertido sitio web que revela trucos para mejorar las tarifas aéreas; el más notable, el de los vuelos con ciudad oculta
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NUEVA YORK.– Encontrar una buena oferta para volar a menudo implica monitorear diligentemente y establecer alertas de precios, comparar programas de millas o puntos, contratar nuevas tarjetas de crédito, volar desde un aeropuerto inconveniente a una hora inoportuna y mucho más.
Algunos viajeros van más lejos y reservan conexiones y a veces incluso se las saltan a propósito. Esta solución, llamada skiplagging o “vuelos con ciudad oculta”, consiste en comprar un itinerario con una escala que sea el destino previsto y saltarse el último tramo del vuelo. Algunos viajeros emplean esta táctica cuando les sale más barato que comprar un vuelo directo.
Aktarer Zaman fundó un sitio web llamado Skiplagged en 2013 para ayudar a los viajeros a descubrir estas ofertas. Sin embargo, el “vuelo con ciudad oculta” está prohibido por las compañías aéreas, que en ocasiones castigan a los viajeros que lo hacen, quitándoles sus millas de viajero frecuente e incluso demandando a los pasajeros. United Airlines, American Airlines y Southwest Airlines han demandado a la empresa de Zaman a lo largo de los años, y una demanda interpuesta por American sigue en curso.
Pero en una conversación con The New York Times, Zaman, de 32 años, dijo que más de 12 millones de personas han utilizado su sitio web en los últimos 12 meses. Dijo que el skiplagging ofrece una ventaja significativa para los viajeros preocupados por los precios, y que se siente impulsado para darles poder.
—¿Cómo descubriste inicialmente el ahorro que puede suponer saltarse un vuelo intencionalmente?
—Al principio, fue solo curiosidad. Acababa de graduarme de la universidad, tenía un trabajo esperándome en Amazon, en Seattle, y estaba buscando vuelos desde la ciudad de Nueva York. Vi que costaba la mitad volar de Nueva York a Seattle, con escala en San Francisco, que volar directamente de Nueva York a San Francisco. Entonces empecé a saltar de un sitio web a otro intentando comprender qué estaba pasando. Las compañías aéreas operan con un modelo de centros de conexiones, o “hub-and-spoke”, lo que significa que fijan los precios en función del mercado y no de la distancia. Ha sido así durante décadas. Así que en este ejemplo, la aerolínea tenía un gran control sobre el mercado de Nueva York a San Francisco, pero quizá no sobre el mercado de Nueva York a Seattle. Quería ver si, como ingeniero, podía crear un programa que me ayudara a encontrar eficazmente estas tarifas. Antes de Skiplagged, era bastante difícil encontrarlas. Durante el día trabajaba en Amazon, y durante las noches, trabajaba en esto. Lancé el sitio en septiembre de 2013. Un año y medio después, United Airlines y Orbitz me demandaron, y la demanda atrajo mucha más atención de los medios de comunicación y exposición e interés de los consumidores. El número de usuarios creció y sentí que había una gran demanda de mi producto. Dejé Amazon para dedicarme a Skiplagged de tiempo completo.
—¿Fuiste vos quien acuñó el término skiplagged?
—El mérito es de mi hermana pequeña… y de Selena Gomez. Mi hermana tenía entonces 12 años, estaba obsesionada con Selena y acababa de ver en Twitter que tenía jet lag por volar mucho. Mi hermana sugirió skiplagged porque ahora la gente se saltaría muchos vuelos. Compré el dominio skiplagged.com unos días después.
—¿Tu empresa es una agencia de viajes online? ¿Cómo gana dinero Skiplagged?
—El sitio te muestra vuelos con ciudades ocultas, vuelos que otras empresas te mostrarán y otros trucos para viajar, pero los vendedores de boletos son las compañías aéreas o las agencias de viajes. Trabajamos con grandes empresas como Priceline y otras empresas de viajes, y transmitimos la información de los clientes, pero en realidad no emitimos ningún boleto. La información es lo que la gente viene a buscar: la mayoría solo busca información y comparación de precios. Pero algunos quieren reservar a través de nuestra plataforma y puede que les cobremos una pequeña comisión por el servicio, entre cero y 35 dólares, o puede que enviemos al usuario a un proveedor de viajes con el que trabajemos, quien nos dará una comisión si se produce una venta. Así es como nos mantenemos sostenibles. Es suficiente para que podamos seguir con el negocio y ser rentables.
—Mientras crecías, ¿cuál era la forma de viajar de tu familia?
—Mi primer vuelo fue en 1997, cuando llegué a Estados Unidos desde Bangladés. Tenía 5 años. Más grande, volé dos veces más para ver a mi familia en Bangladés, pero no nos íbamos de vacaciones. Para nosotros, el dinero era difícil de conseguir. Comprendo el impacto de las pequeñas cantidades de dinero. Esa es una de las cosas que motivan a Skiplagged. La persona promedio que se beneficia de Skiplagged ahorra literalmente casi el 50 por ciento del precio de su boleto.
—¿Con qué frecuencia creés que otras personas hacen skiplagging? ¿Es una amenaza real para las compañías aéreas?
—Cada mes, unas 25.000 personas hacen skiplagging a través de nuestra plataforma. Decimos a la gente que no lo haga con demasiada frecuencia con la misma compañía aérea. No estoy para nada de acuerdo en que las compañías aéreas estén perdiendo dinero. Es muy posible que estas ventas no se hubieran producido de otro modo. Y no olvidemos que estos viajeros están pagando realmente por ambos segmentos, el que vuelan y el que se saltan.
—¿Podrían las compañías aéreas cerrar esta laguna si quisieran?
—Sí, son sus propios precios los que lo permiten. Si quieren acabar con el skiplagging, podrían hacerlo mañana mismo. Una forma de hacerlo sería reducir las tarifas aéreas a las ciudades que son los centros de conexión. La razón de que el precio sea tan alto es que controlan este mercado y quieren maximizar sus ganancias. Es la razón por la que existen las ciudades ocultas.
—Tres compañías aéreas importantes han demandado a tu empresa. Y recientemente, aunque aún no se emite la sentencia final, un jurado federal ordenó a Skiplagged pagar a American Airlines 9,4 millones de dólares por infracción de derechos de autor. ¿Qué gravedad tiene esto?
—Podría habernos destruido. Pero ganamos todo lo que necesitábamos ganar para poder seguir operando el negocio como hasta ahora. El juicio era sobre derechos de autor, o su logotipo y marca registrada, o su nombre. El juicio no tiene ningún efecto sobre si podemos tener el negocio. Cuando analizás los detalles, en realidad es una gran victoria para Skiplagged. Y la indemnización de 9,4 millones no es definitiva. Quedan varios meses de fases procesales.
—¿Crees que el skiplagging ha llegado para quedarse? ¿Es ético?
—No es tan arriesgado como lo pintan. Creo que la ética es una decisión personal. ¿Son éticos estos precios? Están motivados por la ganancia. El objetivo de Skiplagged es dar opciones a los viajeros y poder a las personas.
Por Christine Chung
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