¿Qué es el síndrome de Guillain-Barré que sufre Fabiana Araujo?
La conductora y ex modelo se encuentra internada en terapia intensiva por esta enfermedad que ataca el sistema nervioso
Fabiana Araujo, conductora y ex modelo, se encuentra en terapia intensiva en el Hospital Alemán, donde le detectaron el síndrome de Guillain-Barré, un trastorno de salud que ataca el sistema nervioso.
Todo comenzó el sábado pasado, cuando Fabiana comenzó a sentir que sus piernas se adormecían, por lo que hizo una consulta con su médico. Araujo venía de una gastroenteritis que la dejó con las defensas muy bajas, pero tras hablar con los especialistas le detectaron este síndrome.
Los síntomas pueden comenzar con visión borrosa, cosquilleos, falta de equilibrio y pérdida de reflejos en brazos y piernas. También puede haber palpitaciones, contracciones musculares y entumecimiento facial hasta llegar a experimentar -ya en casos graves o de emergencias- ausencia temporal de la respiración, babeo y desmayo.
"El síndrome de Guillain-Barré es una enfermedad de baja incidencia en la población, ya que se manifiesta en uno a tres casos cada cien mil personas y afecta los nervios periféricos del sistema nervioso del cuerpo, principalmente en la médula espinal", afirmó a LA NACION el doctor Alberto Dubrovsky, jefe del Servicio de Neurología y Enfermedades Neuromusculares del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro.
Según el especialista, la polirradiculoneuropatía inflamatoria desmielinizante de curso agudo -así se llama la enfermedad- se caracteriza por lesiones o disfunciones en las que participan múltiples nervios periféricos y raíces nerviosas.
"El sistema nervioso central del cuerpo conecta en forma directa el cerebro, la médula espinal y los músculos del cuerpo. Los nervios transmiten la información sensitiva de los músculos al cerebro [como por ejemplo el dolor ante un pinchazo], el cual baja las órdenes motoras a los músculos a través de la médula espinal, más precisamente por medio de los nervios”, indicó Dubrovsky,consultor de la Clínica de Dolor y Enfermedades Neuromusculares de Ineco.
Este síndrome de Guillain-Barré afecta de dos formas diferentes el sistema nervioso de una persona y le genera un cuadro que puede darle una muerte repentina si no es tratado a tiempo o si su cuadro se agrava con otra enfermedad como la diabetes o una afección cardíaca.
Origen de la enfermedad
Desde una bacteria hasta un virus, que uno puede contagiarse en la calle o luego de la aplicación de una vacuna para prevenir una enfermedad, una persona puede sufrir este síndrome. No es propiamente la bacteria o el virus el que produce el daño, sino la reacción del propio cuerpo a través de su sistema inmunológico, un complejo mecanismo nervioso, que no puede distinguir entre lo propio y lo extraño.
“Falla el sistema inmunológico para combatir infecciones internas ya que se equivoca y ataca a los nervios periféricos del cuerpo. Por eso se la encuadra como una enfermedad autoinmune", precisó el experto, que aclaró que "los nervios son manojos de cables llenos de miles de filetes, como los cables de cobre", pero en vez de estar cubiertos por plástico, están cubiertos por mielina, una sustancia que cumple una condición vital en la conducción del sistema nervioso.
Nervios dañados
"La polirradiculoneuropatía afecta de dos formas: si está comprometida la mielina, los nervios quedan al descubierto y comienzan a fallar. Es una patología desmielizante aguda. Pero si está dañado el nervio por dentro, es decir el axón, que es la prolongación de las neuronas tanto motoras como sensitivas, el cuadro es más grave y necesita de más tiempo para recuperarse, aunque muchas veces deja secuelas irreversibles", indicó Dubrovsky.
Para tener un completo reconocimiento de la diferencia entre una y otra forma se necesitan varios estudios que demandan muchos días. Además, los síntomas previos como diarreas o falta de capacidad para respirar pueden ayudar a los profesionales a saber si se está ante un caso que reviste mayor gravedad.
Alberto Rivero Jefe de sección de Neurología del Cemic, explicó a LA NACION que un virus o bacteria son disparadores de la enfermedad, donde el paciente comienza a manifestar debilidad muscular, problemas motrices y hasta parálisis en los músculos de la cara o de los pulmones.
"Es muy difícil en un primer momento interpretar el síndrome Guillain-Barré, que si no es diagnosticado y tratado a tiempo puede agravarse hasta dejar secuelas muy graves en el organismo", precisó el experto, que aclaró que la mayoría de las veces, los signos de la infección original desaparecen antes del comienzo de los síntomas de Guillain-Barré.
"La intensidad o el impacto clínico de esta enfermedad en la que se produce un error en la información del sistema inmunológico, que en vez de atacar el agente patógeno, ataca estructuras sanas del organismo, no impacta de igual forma en cada persona. Dependerá de su estado físico, de su edad y de su estado de salud en general. Una persona deportista o con un cuerpo atlético va a responder mejor que una persona con sus pulmones comprometidos o con una cardiopatía severa", agregó Rivero, neurólogo del Instituto Fleni.
El especialista explicó que hay dos grandes grupos etarios que padecen este síndrome: los adultos jóvenes, que se recuperan con mayor facilidad y los adultos mayores que presentan en general mayores secuelas.