Punta del Este: así celebraron los argentinos Año Nuevo, la noche más convocante
Unos 100.000 argentinos festejaron la llegada de 2024 con múltiples propuestas en el corredor esteño; cómo seguirá la agenda
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PUNTA DEL ESTE (enviada especial).– Tras mucha expectativa, el despliegue fue, en cuanto a propuestas, incluso mayor que el último año. Anoche, en la principal ciudad balnearia de Uruguay, miles de personas salieron a festejar la llegada del Año Nuevo en una postal que fusionó lujo y exclusividad.
Los 100.000 argentinos que andan de vacaciones por acá celebraron con rituales de mesa fría, asados o salidas a comer exclusivas propuestas. No faltaron tradiciones de todo tipo en la noche más convocante de Punta del Este, donde las fiestas multitudinarias marcaron la agenda después de la medianoche.
Como todos los años, en la zona de la península, los muelles de la Playa Mansa volvieron a llenarse de locales y turistas. Agolpados, los espectadores vieron en primera fila un show de fuegos artificiales que se extendió durante casi media hora. Se alzaron las copas en los brindis y lo que siguió fue el comienzo de los festejos.
El tránsito se comenzó a cargar en todos los rincones de la ciudad a partir de la 1 de la madrugada. El movimiento se correspondía con los encuentros –principalmente entre amigos– antes de dirigirse a las fiestas.
El barrio privado Laguna Blanca, en la zona de Manantiales, vio el ingreso de cientos de jóvenes a pie o en auto. De punta en blanco, la mayoría de los grupos se reunieron en un puñado de casas, que ya son históricas sedes de previa antes de las celebraciones. La movida se replicó en los casonas con vista a la playa Montoya, en La Barra.
La ruta 10, principal arteria de circulación que conecta La Barra hasta José Ignacio, se volvió un desfile de autos estacionados en medio de un fuerte operativo de seguridad. Desde antes de la medianoche, la Policía limitaba y controlaba el tránsito, que en los momentos pico se convirtió un tanto caótico.
Thomas Breda (24), Gerónimo Lallana (25), Bruno Ferre (23) y Agustín Lavallén (23), cuatro amigos de la ciudad de Córdoba, llegaron a Punta del Este en auto un día antes de despedir el año. “Siempre venimos y, a pesar de que todo está carísimo, decidimos con tiempo venir una semana porque tenemos dónde alojarnos”, explicaron a LA NACION, antes de ingresar a la fiesta de Jet, en el parador Casa Mar de Manantiales.
Para llegar desde la Punta, los jóvenes habían tenido que desembolsar US$100 para pagar un taxi; es un tramo de poco más de 12 kilómetros.
Punta del Este se convirtió en una suerte de megacumbre de habitués argentinos, liderada principalmente por turistas de alto poder adquisitivo. Los brasileños, en tanto, ganaron terreno en el corredor esteño: hay un 20% más que el último verano.
“Es el lugar donde siempre veranean mis amigos y mi familia, por eso me encanta venir”, señaló Agustina Maculan, porteña de 30 años que también eligió Punta del Este para sus vacaciones.
En general, ante varias consultas de este medio a los veraneantes que celebraban la llegada de 2024, todos coincidían. “Todo carísimo para nosotros, tremendo. Pero hacemos lo posible para seguir viniendo, aunque sea unos días”, señalaron Manuel y Belén, quienes pidieron la reserva de su apellido.
Los brillos, el glitter en la cara y el uso de colores blancos para recibir el año ya se volvieron un uniforme para la amplia mayoría. Las propuestas musicales de cada fiesta se diferenciaban, sobre todo, en ofertas electrónicas y de cachengue. Algunas, por el alto nivel de afluencia de brasileños, lideraban auténticas fiestas de Reveillion con sonido de artistas locales.
La fiesta Jet, que dijo haber convocado a 6000 personas, repitió el esquema del último año e implementó un sistema cashless. La gente debía pasar por una estación para recargar una tarjeta, ya sea con efectivo o crédito. Así pasaban a las barras, donde había oferta de todo tipo de bebidas. ¿El precio de una cerveza? 15 dólares. ¿De un trago clásico? Unos 30 dólares. ¿Una botella de gin? 200 dólares. Las bebidas sin alcohol: un agua, 12 dólares; un pack de seis aguas o seis gaseosas 60 dólares.
Los paradores y restaurantes Narbona, Club de Playa y El Placer fueron solo algunas de las otras sedes esteñas que convocaron miles de personas. Los llamados Big Five –los grandes hoteles cinco estrellas, Enjoy, Fasano, Vik Retreats, The Grand Hotel y Solanas– también hicieron bailar a locales y turistas hasta pasadas las 7 de la mañana.
After y más fiestas por delante
Tras las mega recepciones de 2024, el calendario se abre a más celebraciones. Con la música electrónica como uno de los eternos protagonistas en el Este, el DJ francés David Guetta regresa para otra edición en el balneario uruguayo para su presentación en la Parada 6 de la Playa Brava, el 2 de enero. Por su parte, el italiano Marco Carola encabezará el line up de Music On, el martes 3 en Open Park.
El abultado calendario de eventos continúa: Black Coffee, en un evento también en la parada 6 de la Playa Brava, el 4 de enero; en la misma fecha se dará cita al DJ Hernán Cattaneo, en La Susana, José Ignacio y la fiesta Bresh, en Open Park, mientras que el parador y restaurante Medio y Medio será el anfitrión de una noche con Catupecu Machu.
Las noches seguirán con más propuestas para todos los gustos. En lo que se espera será una intensa alta temporada, el Gobierno municipal recibió, según pudo saber LA NACION por fuentes oficiales, al menos 62 pedidos de fiestas para Año Nuevo y los días que lo rodean.
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