Puerto Madryn: llegaron las primeras ballenas de la temporada
Al menos dos ejemplares de ballena franca austral fueron avistados en el golfo Nuevo por los guardafaunas del área protegida de "El doradillo", una playa de arenas blancas cerca de la ciudad chubutense de Puerto Madryn, al sur de Península Valdés.
Los "adelantados" de la temporada fueron divisados a unos 15 kilómetros al norte de esa ciudad del noreste del Chubut, sobre el punto más occidental del golfo nuevo, y según escribieron hoy los vigías del mar en las redes sociales los ejemplares "se encontraban a unos 1.500 metros de la costa".
"En rigor no es un hecho curioso porque regresan al golfo todos los años y cada vez parece que lo hacen más temprano, pero igual nos llenan de emoción y asombro verlas regresar, por eso lo compartimos", explicó hoy el guardafaunas Juan Carlos López a Télam.
La temporada oficial para el avistaje de cetáceos comienza en junio y se extiende hasta diciembre, por lo que estos primeros ejemplares forman parte de un proceso paulatino hasta que se completa la población.
Los censos reportan que más de 1.400 ejemplares de ballena franca austral, entre machos, hembras y crías, se instalan cada temporada en los golfos, aunque el número es mucho mayor en la "zona de amortiguación", como se llama a la franja costera próxima a la península y que no siempre es detectada por los conteos que se hacen desde el aire.
Los últimos datos, difundidos en 2018 por el Centro Nacional Patagónico en plena temporada indican que "en total se pudieron contar en los censos aéreos 774 hembras con 387 crías y alrededor de 250 adultos, entre hembras o machos solitarios que llegaron a copular".
Los mamíferos, que pueden pesar 50 toneladas y medir unos 15 metros de largo, cumplen allí con el ciclo vital de apareamiento, parto y adiestramiento de sus crías.
En 2015 investigadores y biólogos comenzaron a colocar dispositivos satelitales en la zona dorsal de algunos ejemplares de estas ballenas (Eubalaena australis) para determinar su recorrido por el océano Atlántico.
El seguimiento satelital permitió determinar que Península Valdés "es su punto de encuentro como centro de reproducción al que asisten hembras y machos siempre", señaló Enrique Crespo, investigador del Centro para el Estudio de los Sistemas Marinos, a Télam.