Puerto Iguazú: susto por el escape de dos pumas en un refugio en pleno fin de semana extralargo
Alguien rompió un candado y escaparon por una puerta de servicio; son hembras y una de ellas aún no fue recapturada; debieron evacuar el santuario
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POSADAS.- Dos pumas hembras se escaparon el sábado pasado del refugio donde fueron criadas en cautiverio y dispararon los protocolos y las alarmas en la ciudad de Puerto Iguazú, que estaba colmada de turistas por el fin de semana extralargo.
El hecho ocurrió el sábado a la tarde, un día en que llovió torrencialmente, cuando en un aparente acto de vandalismo alguien rompió el candado de una puerta auxiliar que se usa para ingresar troncos, ramas y otros elementos al refugio Güirá Oga, que se dedica a criar y recuperar animales.
El predio del santuario está ubicado sobre la ruta 12 casi en la entrada a la ciudad de Puerto Iguazú y a unos 10 kilómetros del Parque Nacional Iguazú.
Si bien las dos pumas son consideradas amigables con el ser humano, están castradas y fueron criadas en cautiverio, sus responsables admitieron que no deja de representar un peligro un felino de gran tamaño que “no le tiene miedo al hombre”.
“Inmediatamente, activamos nuestros protocolos de contingencia para tal fin y lo primero que se realizó fue la evacuación de todos los visitantes que en ese momento se encontraban recorriendo y a todo el personal no afectado al área de manejo del refugio. Se comunicó a Parques Nacionales, al Ministerio de Ecología, al Policía provincial, al Ejército Argentino, a miembros de la comunidad Fortín M´borore y a vecinos inmediatos al refugio”, señaló Güirá Oga en un comunicado.
Además, se formó un equipo integrado por “personal veterinario, técnicos y cuidadores de animales”, que rápidamente encontraron a la primera puma “cerca del recinto y se logró su captura por medio de dardos anestésicos”.
Pero la otra puma, hasta la tarde de este lunes, aún no se había podido recapturar, aunque ya había sido localizada. “Está cerca del recinto, nunca se fue a más de 50 o 60 metros, pero todavía no está a distancia de tiro para que el veterinario le aplique el dardo adormecedor”, explicó Jorge Anfuso, uno de los directores y cofundador del refugio Güirá Oga.
Antecedentes
En septiembre de 1999, en Iguazú un puma atacó y mató a un niño de casi dos años, hijo de un guardaparques en el área de las Cataratas, en un recordado episodio que, incluso, hizo cambiar los planes del entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, que planeaba reunirse con su par Carlos Menem en este lugar.
Con el puma todavía dando vueltas por el Parque Iguazú, la personal de Seguridad de la Casa Blanca decidió modificar de antemano la sede del encuentro entre los dos presidentes que se iba a realizar semanas después.
Sin embargo, aquel episodio fue una excepción para los especialistas, que destacan que excluyendo ese hecho trágico, nunca antes pumas atacaron a humanos en el Parque Iguazú o en otras áreas protegidas donde viven.
También provocaron temor en julio del año pasado cuatro pumas que aparecieron deambulando por las calles del centro de Villa Gesell, hasta que finalmente fueron capturados.
En cautiverio
Según relató Anfuso a Radio Iguazú esta mañana, las dos hembras que se escaparon el sábado llegaron a Güirá Oga hace unos años en un operativo en la zona del parque Urugua-í, donde guardaparques provinciales detectaron una venta que intentaban hacer cazadores furtivos a un coto en Corrientes.
“Cazadores furtivos mataron a la madre de estas pumas, que son hermanas, y se llevaron a las crías que iban a ser vendidas a un coto de caza en Corrientes, los guardaparques hicieron un trabajo de investigación y determinaron quiénes eran los chacareros que estaban en el tema y en pocos días pudieron neutralizar la operación”, explicó Anfuso.
Güirá Oga es un refugio de animales silvestres fundado hace 25 años por Anfuso y Silvia Elsegood, naturalistas, especialistas en la rehabilitación de aves rapaces y directores del establecimiento.
“Prestamos un servicio a la sociedad”, explicó Anfuso, cuando comentó que en Güirá Oga se reciben también loros, monos y otros animales de los cuales se terminaron deshaciendo familias que inicialmente los querían adoptar, pero luego se arrepintieron.