Pruebas Aprender: tras el año sin presencialidad, evalúan en matemática y lengua a estudiantes de sexto grado
Irene León, directora de la Escuela N° 28 “Juana Manso”, una primaria pública de José León Suárez, en el partido bonaerense de San Martín, llegó a las 8.40 al establecimiento. En sus manos tenía las cajas con las pruebas Aprender listas para los alumnos de sexto grado, para examinar su nivel en matemática y prácticas del lenguaje. El año pasado esta evaluación nacional no se realizó por la falta de presencialidad escolar, por lo que ahora hay gran expectativa sobre los resultados del relevamiento, que se conocerán el año próximo.
“En matemática los chicos ven situaciones problemáticas, cálculos sencillos. Y en prácticas del lenguaje se trabaja sobre todo la interpretación de textos literarios. En esta escuela hay 65 alumnos de sexto. Hay un curso a la mañana y dos cursos a la tarde”, describió León.
Las pruebas Aprender, que son una evaluación estandarizada y de carácter censal, abarcan hoy a aproximadamente 770.000 estudiantes de sexto grado de unas 23.000 escuelas de todo el país. Además de las asignaturas mencionadas, se aplicarán cuestionarios complementarios para los estudiantes y también para los equipos directivos, con el objetivo de obtener información sobre el nivel académico y las condiciones de enseñanza y aprendizaje.
Luego de un año sin presencialidad en buena parte de las instituciones educativas de la provincia de Buenos Aires, Irene León destacó que en la Escuela N° 28 los estudiantes han podido sostener un buen nivel de aprendizaje y que el número de alumnos que asisten a clases se mantuvo.
“Acá no bajó la matrícula luego de la pandemia, al contrario. La evaluación que hicimos de nuestra escuela es que los chicos no vinieron tan en cero como pensábamos. La verdad que, además, la modalidad de burbujas hizo que se pudiera trabajar con mayor tranquilidad, aunque aún no se recuperaron todos los contenidos de 2020, pero estamos trabajando para profundizar en los temas prioritarios”, agregó la directora.
Luego de la suspensión de las pruebas por la pandemia, el Consejo Federal de Educación aprobó el 7 de julio pasado que se retomará la evaluación dentro del Plan Nacional de Evaluación 2021-2022. Estos exámenes permitirán sistematizar y poner en valor evidencias diversas sobre el estado de la educación argentina, para así poder componer un mapa de situación.
“Con la presencialidad plena en todas las escuelas del país, se hace posible implementar una herramienta como esta y así́ conocer la situación educativa de cada chica y cada chico de la Argentina. Los resultados nos van a permitir analizar, reflexionar y tomar las decisiones para cumplir con nuestra responsabilidad de seguir recuperando aprendizajes”, sostuvo el ministro de Educación nacional, Jaime Perczyk.
Datos preocupantes
Las pruebas se realizan un día después de que se difundieran datos preocupantes. Según las conclusiones de un estudio desarrollado en 2019 por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (Llece), supervisado por la Unesco, que relevó el desempeño en lengua, matemática y ciencias sociales de estudiantes de 3° y 6° grado de 16 países de la región, la Argentina está por debajo del promedio latinoamericano en cuatro de las cinco evaluaciones.
En septiembre de ese mismo año se tomaron las últimas pruebas Aprender. El operativo se realizó entonces en 11.400 escuelas públicas y privadas de todo el país para evaluar a los estudiantes del último año de la secundaria. Matemática fue para los estudiantes una pesadilla: en esa asignatura obtuvieron la peor nota. El 72% estaban por debajo de los niveles deseados, y de este porcentaje cuatro de cada diez alumnos no pudieron responder a los contenidos mínimos. Solo el 28,6% alcanzaron un nivel satisfactorio o avanzado.
Carolina Goin es coordinadora en el Belgrano Day School, una escuela privada de la Capital. Esta mañana, como parte del nuevo operativo Aprender, le estaba tomando el examen de lengua a una división de sexto grado. Si bien tenían una hora para resolver el examen, algunos alumnos lo terminaron en menos de la mitad de tiempo.
“No nos hicieron consultas sobre contenido, sino sobre el diseño de la pregunta. Ellos no están acostumbrados al multiple choice y me preguntaban si solo una respuesta podía ser correcta, cosas así. Lo hicieron rápido; los primeros en entregar el examen de lengua lo hicieron a los 25 minutos. Se tomaron muy en serio la evaluación, porque les explicamos que esto se toma en todo el país y es muy importante”, dijo Goin.
A su vez, resaltó que, entre las preguntas, las que más impactaron a los estudiantes fueron las vinculadas al nivel socioeconómico de cada uno de ellos. “Les llamó mucho la atención las preguntas sobre nivel socioeconómico. Les preguntaban si en la casa tienen agua potable, cloacas. Algunos tal vez no conocen que hay casas sin los servicios básicos”, agregó.
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