Boletín Oficial: se habilitó la apertura de hoteles porteños desde el lunes próximo
Con un solo sentido de circulación para evitar el cruce entre personas, mamparas protectoras en la recepción, los salones de uso común inhabilitados y sin desayuno buffet ni servicio de valet parking los hoteles porteños comenzarán a trabajar el lunes próximo para recibir a los primeros huéspedes desde que comenzó la cuarentena por la pandemia de Covid-19. Estarán habilitados, en esta etapa de reapertura gradual de la ciudad, para aquellos trabajadores no residentes en la ciudad y para quienes deben realizarse algún tratamiento médico y necesiten alojamiento.
Solo 60 hoteles están en funcionamiento como parte de la red extrahospitalaria donde se aislaron a los repatriados y a pacientes leves de coronavirus, un total de 43.000 personas. Desde el lunes regirá el protocolo con fines no turísticos y el resto de los 1206 hoteles de la ciudad estarán en condiciones de ofrecer el servicio adaptándose a las medidas propuestas por el Poder Ejecutivo local que fueron avaladas por el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación.
El protocolo definitivo, al que tuvo acceso LA NACION, tuvo la revisión final el martes pasado en una reunión entre Horacio Rodríguez Larreta y representantes de las cámaras hoteleras y el Ente de Turismo. Allí terminaron de definirse, entre otras cosas, que los huéspedes deberán presentar el permiso de circulación en el que deberá constar el motivo del viaje a Buenos Aires y no tendrán la obligación de hacer una cuarentena preventiva de 14 días.
El protocolo se denomina "para la prevención y manejo de casos de Covid-19 en hoteles y para hoteles con fines no turísticos" y se asemeja al que está evaluándose aplicar cuando se autorice el turismo interno y externo. Las medidas más importantes, de uno y de otro, son similares. Finalmente, hoy se publicó en el Boletín Oficial el decreto 1519/2020 donde se habilita la apertura.
Los salones de uso común, además de spa, pileta y gimnasio, no estarán habilitados y solo se dispondrán los amenities al aire libre de uso individual. Se podrá transitar en un sentido de circulación en los distintos sectores del hotel de forma tal de evitar el cruce de personas. Esta medida deberá incorporar el uso de señalética para mejorar su aplicación.
El desayuno buffet estará suspendido y solo podrá realizarse mediante servicio a la habitación (room service) o take away; para esta última modalidad los huéspedes deberán retirar su desayuno listo en bandeja con un sistema de turnos y respetando el distanciamiento social. En dicho ámbito, como en todo sector de circulación, deberán utilizar tapaboca o barbijo.
El almuerzo o la cena también deberá ofrecerse con room service o take away de forma tal que se reduzca el contacto personal entre los huéspedes y los trabajadores. Además el protocolo sugiere retirar los productos de frigobares en las habitaciones y reemplazar el servicio con una carta plastificada o en código QR.
Entre las medidas que fueron presentadas a Lammens se incluye que no está permitido el servicio de bellboy (o botones) y valet parking, ya que ambas actividades implican manipular pertenencias de los huéspedes. También se recomienda habilitar un pre check in virtual el día anterior o previo a la llegada al hotel y el pago con plataformas digitales. Además, y en la medida de lo posible, se aconseja usar mamparas o pantallas en las cajas de cobro y recepción.
"Habilitar el alojamiento no turístico tiene lógica para los trabajadores no residentes en la ciudad que prefieren quedarse acá para preservar a su familia del riesgo que supone un posible contagio de Covid-19 y, además, para las personas con tratamientos médicos. En estos meses hubo casos de familias que dormían en una casa rodante mientras atendían sus problemas de salud", le explicó a LA NACION el director del Ente de Turismo, Fernando Straface, a su vez, secretario general y de Relaciones Internacionales porteño.
El funcionario adelantó que, además, se trabaja para la reactivación del alojamiento para el turismo convencional, el de reuniones o convenciones y en los protocolos para la atención al turista y las visitas guiadas. "Todo el paquete fue enviado al World Travel and Tourism Council (WTTC) para que le den a Buenos Aires la certificación de ciudad segura, el principal sello que una ciudad debe obtener para estar preparado. Aún no estamos invitando a la gente a que nos visite, pero les queremos decir que estamos preparándonos", sostuvo. Esta certificación ya la consiguieron Barcelona y Sevilla (España), Lisboa (Portugal) y Arabia Saudita.
Para las visitas guiadas se propuso programar y asignar turnos en forma electrónica, digitalizar los itinerarios, vouchers o mapas para evitar la manipulación de papel, rociar con desinfectante o solución hidroalcohólica el equipaje de los turistas y contar con la protección durante todo el recorrido, al igual que el guía.
Los Centros de Atención al Turista (CATs), en tanto, deberán tener señalizado el piso para que se mantenga la distancia mínima preventiva, procurar el ingreso de una sola persona por grupo, evitar la entrega de papeles y realizar el proceso de venta de visitas guiadas o entradas mediante plataformas digitales. En cuanto al turismo de reuniones se espera poder organizar las instrucciones y orientación a los concurrentes lo antes posible por correo electrónico o video y de acuerdo al predio o sede se deben monitorear los flujos de personas, rutas de acceso, áreas previas a las filas, áreas de conexión interior y hall interno, entre otras.
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