Protegen la casona de Lucio V. Mansilla
Los vecinos quieren un centro cultural.
Los vecinos del barrio de Belgrano tienen motivos para festejar: la tradicional casona situada en Tres de Febrero entre Olazábal y Blanco Encalada, en la que vivió el escritor Lucio V. Mansilla, no podrá ser demolida ya que fue declarada monumento histórico nacional.
Emplazada a pocas cuadras de Cabildo y Juramento, la casa tiene valor no sólo por su antigüedad, sino también por su estilo neoclásico, único en su tipo en ese barrio. La residencia fue construida en 1887 y por más de 60 años fue sede de la Escuela Normal Nº 10, el primer colegio secundario oficial de la zona norte de la ciudad, a la que asistió gran parte de la sociedad belgranense.
Ante el futuro incierto que corría la mansión, cuando apareció un cartel de venta adosado a su reja y arreciaron los rumores de una posible demolición, ex alumnas y vecinos de la zona se juntaron para conformar una comisión de defensa de la casona de Mansilla.
El principal obstáculo que se debía vencer era el económico: sólo el terreno donde se construyó la casona está valuado en alrededor de 2.000.000 de pesos, ya que mide unos 2600 metros cuadrados.
La comisión, apoyada por varias asociaciones vecinales, comenzó entonces una travesía por las oficinas de diferentes legisladores y funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para evitar la venta.
"Comprendemos que es propiedad privada. Nuestra propuesta es que el Gobierno se haga cargo y que se recompense al dueño otorgándole algún terreno en desuso", explicó Edda Poggeo de Vivo, presidenta de la comisión.
Mientras tanto, el propietario de la mansión, Jorge Alejandro Panelo, ya había decidido venderla a Creurban SA, empresa que donaría los terrenos a la Universidad de San Andrés para construir un centro de posgrado.
El 11 de agosto de 1999 la comisión de vecinos logró su primer éxito: la mansión fue declarada sitio histórico por la Legislatura porteña.
"Pero al ser declarada sitio histórico -contó Alicia Pangella de Presta, secretaria de la comisión-, la casa igual podía ser demolida, ya que el sitio era histórico, y no el edificio."
Alentados por la primera victoria, los vecinos continuaron las gestiones hasta que un año más tarde, el 6 de octubre de 2000, alcanzaron un objetivo de máxima. Por ley del Congreso Nacional, la casona fue declarada monumento histórico artístico nacional.
Sin embargo, los vecinos y ex alumnas no piensan detenerse. La comisión planea ahora lograr que el gobierno se haga cargo de la residencia y crear allí un centro cultural.
Villa Esperanza
Según cuenta el profesor Enrique Mayochi, presidente de la Junta de Estudios Históricos de Belgrano, el 5 de agosto de 1887 Mansilla compró a Nicanor de Elía la finca situada en la calle Tres de Febrero. Allí construyó la mansión, que bautizó con el nombre de Villa Esperanza. Apremiado por las deudas, el 6 de septiembre de 1892 el escritor debió vender la propiedad a don Eliseo Basch, quien poco tiempo después también se desligó de ella.
Desde 1914, la municipalidad alquiló la mansión, donde funcionó la Escuela Nacional Nº 10. La casa fue siempre un espacio de convocatoria. La escuela se mantuvo allí hasta 1982, cuando se trasladó a O´Higgins 2441.
Hasta 1991 la residencia fue alquilada por el municipio para albergar a la Dirección de Capacitación Docente. A principios de 1998 esta dependencia también se mudó, la casa se puso en venta y los vecinos decidieron unirse para su defensa.
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