Profundidad, cercanía y carácter, la expansión de una identidad viva
El desafío fue preciso y exigente: ¿cómo hacer para que un diario se presente, en función de la necesidad de sus lectores, en dos formatos? ¿Cómo lograr que las ediciones de lunes a viernes interpreten la movilidad de los días de semana, y las páginas del fin de semana respiren a su propio ritmo? La clave está LA NACION eligió presentarse a sus lectores con un diseño “limpio” y elegante, que ejerciera su funciones (ordenar los elementos en la página, conducir la mirada del lector) sin interferir, sino haciendo más simple y placentera la experiencia de lectura.
Bajo ese mismo prisma, el trabajo de diseño se focalizó en construir un diario compacto que responda a la misma identidad, y que además respondiera al motivo del cambio: la movilidad del lector de días de semana. El trabajo sobre la arquitectura de las páginas, las tipografías, los textos, las fotos y las infografías, se tradujo en páginas que habilitan dos velocidades de lectura: una veloz y simple para los elementos de primera lectura (títulos, bajadas, epígrafes), y una invitación a la lectura reposada que despiertan los textos largos. Ambas, focalizadas en mejorar la experiencia del lector frente al producto impreso.
La combinación de equipos que trabajaron sobre el proyecto fueron poniendo el ojo en los cientos de detalles y piezas que sumadas, al final, construyen un producto editorial. De allí que el lector se encontrará con algunos acentos de acuerdo con las secciones: la utilidad de los gráficos en las páginas de Economía, la extensión de los textos en la de Cultura o la expresividad de la fotografía en las de Deportes.
Parte del trabajo hecho sobre el nuevo formato para las ediciones de lunes a viernes redundará también en beneficio de las páginas de fin de semana. Más allá de su cambio de formato, se incorporan algunas piezas –esa marginalia tan importante como los textos principales– que los editores utilizarán como herramienta para contar la realidad durante toda la semana.
Aquel desafío preciso y exigente finalmente se traduce en un producto que, miembro de la misma familia, incorpora novedades que lo hacen más adecuado a su contexto de lectura, con la cuota de sorpresa y la cuota de familiaridad que, intuyo, será agradecida por los lectores.
La búsqueda de profundidad, de cercanía y de carácter, pilares que alientan el ejercicio periodístico de LA NACION, encontrará en las páginas del nuevo formato una oportunidad de expresión y expansión de una identidad que se mantiene viva.