Primer empleo: en qué sectores empiezan a trabajar los jóvenes argentinos y a qué edades
En un relevamiento de la consultora Bumeran, se resalta que las áreas de comercial, administración y gastronomía encabezan la lista de preferencias; los especialistas destacan el valor de la primera incorporación al mundo laboral
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El primer trabajo marca para siempre, señalan los especialistas. No importa si es en el área que el postulante desea desarrollarse profesionalmente o si está vinculado con la carrera que cursa, nunca olvidará esa primera oportunidad que lo conectó con el mundo laboral. Justamente para resaltar esa experiencia la consultora laboral Bumeran realizó la encuesta “Primer empleo”. Entre los principales datos del relevamiento se destaca que los tres sectores en los que mayoritariamente trabajan por primera vez los jóvenes argentinos son el que aglutina al comercial, a las ventas y a los negocios (22%); el que nuclea a la administración, la contabilidad y las finanzas (9%), y el que agrupa a la gastronomía y al turismo (8%).
“La principal marca que nos deja el primer trabajo a cada uno de nosotros es que nos va moldeando respecto a cuáles van a ser nuestras futuras actitudes, comportamientos, valores, principios, en nuestro recorrido profesional”, destaca Alejandro Melamed, consultor y especialista en el mercado laboral.
Si los datos se miran de acuerdo al género, se puede observar que las mujeres tuvieron su primer empleo mayoritariamente en las áreas de comercial, ventas y negocios (27%); atención al cliente, call center y telemarketing (12%) y administración, contabilidad y finanzas (10%). Mientras que la mayoría de los varones trabajaron por primera vez en áreas de comercial, ventas y negocios (16%); en producción y manufactura (12%); y en oficios (12%).
Al igual que las mujeres, las personas de otras identidades de género o que prefieren no referir a cuál tuvieron su primer empleo mayoritariamente en las áreas de comercial, ventas y negocios (17%); atención al cliente, call center y telemarketing (9%); y administración, contabilidad y finanzas (11%).
Primer empleo es un estudio de Bumeran en el que participaron 11.878 trabajadores de la región: 2436, de la Argentina; 2312, de Chile; 3182, de Ecuador; 1567, de Panamá y 2381, de Perú.
Carrera vs trabajo
Otro dato que se destaca en el relevamiento es que el 67% de los trabajadores argentinos estaban estudiando cuando tuvieron la oportunidad de conseguir un empleo por primera vez, frente a un 33% que solo trabajaba. Del porcentaje que estudiaba, el 72% se desempeñó en un área diferente a la de sus estudios, mientras que solo el 28% pudo trabajar por primera vez en un empleo relacionado con su carrera.
De este último grupo, la mayoría estaba estudiando Economía, Finanzas o Administración de empresas (23%); Ingeniería (13%) y Medicina, Enfermería o Farmacología (8%). Mientras que en el otro extremo se encontraban los que estaban cursando Turismo (1%); Sociología o Trabajo social (1%); y Psicología o Psicopedagogía (2%).
¿A qué edad los encuestados argentinos tuvieron su primer trabajo? El 49% respondió que entre los 18 y los 20 años; el 27% antes de los 18; el 18%, entre los 21 y los 25; el 4%, entre los 26 y 30; el 2%, entre los 31 y 35; el 0,36%, después de los 40 años y el 0,15%, entre los 36 y los 40 años.
Con respecto a la región la tendencia es similar: en Panamá, el 57%; en Ecuador, el 48%; en Perú, el 40% y en Chile, el 39%. Esto significa que la Argentina es el segundo país de América Latina en el que se comienza a trabajar a edad más temprana (49%).
“Sin dudas, la búsqueda del primer empleo en nuestro país se ve impulsada por una necesidad de independizarse económicamente y por el deseo de empezar a adquirir experiencia”, explica Federico Barni, CEO de Jobint, compañía de recursos humanos tecnológica que agrupa a Bumeran y Zonajobs, entre otras marcas de América Latina.
Motivos y sensaciones
¿Por qué comenzaron a trabajar los jóvenes argentinos? El 26% afirmó que fue porque necesitaba mantenerse económicamente, el 25% porque quería tener un empleo y estudiar a la par, el 24% para tener independencia económica, el 15% para adquirir experiencia, el 4% para poner en práctica sus conocimientos, y otro 4% para ejercer su profesión. Por último, el 2% porque su familia se lo sugirió.
La mayoría de los varones (26%) comenzaron a trabajar por necesidad económica, mientras que las mujeres (26%) lo hicieron para independizarse. En tanto, las personas de otras identidades de género o que prefieren no decirlo también comenzaron a trabajar mayoritariamente por necesidad económica (38%).
Sobre cómo se sintieron en ese primer empleo, solo el 1% de los argentinos se sintió incómodo. “Este punto es fundamental porque suele creerse que esta experiencia atemoriza o angustia a los que están por dar sus primeros pasos en el mundo del trabajo. Teniendo en cuenta los resultados de la encuesta, se puede evidenciar que los sentimientos que experimentan las personas frente a su primer trabajo son distintos. Se suele sentir ilusión y expectativa”, señala Carolina Molinaro, Head Regional de Marketing en Jobint.
Como dice la profesional, a pesar de los prejuicios, el primer empleo está relacionado con emociones más positivas de lo que se cree: el 81% relacionó su primera experiencia laboral con sentimientos positivos, y solo el 19% con negativos.
De ese 81%, el 53% se sintió entusiasmado durante su primera experiencia laboral; el 20%, motivado; el 5%, satisfecho y el 3%, en su lugar en el mundo. Mientras que del total de argentinos que vincularon su primer empleo con emociones negativas, el 16% se sintió nervioso; el 2%, perdido y el 1%, incómodo.
Por otro lado, solo el 3% reconoció que no logró adaptarse en su primer empleo, mientras que el 97% restante afirmó que pudo hacerlo. Esto se debió, en parte, a la ayuda de diversos motivos: el 41% destacó a sus compañeros de trabajo; el 36%, a su propio esfuerzo; el 15%, a su jefe y el 5%, a la ayuda de su familia.
Al momento de hacer un balance sobre la primera experiencia laboral, el 54% de los argentinos reconoció que su primer empleo le fue útil para relacionarse con el mundo laboral; el 20% indicó que cambió su perspectiva respecto al trabajo; el 11% afirmó que le ayudó a darse cuenta a qué no se quería dedicar; el 10% dijo que le sirvió para encontrar su vocación y el 5% revalidó que la carrera que había empezado era la de su vocación.
“La primera experiencia laboral definitivamente marca a los talentos. Como ellos mismos respondieron, el primer trabajo les muestra cómo es el mundo laboral, les ayuda a desarrollar muchas de las habilidades que van a necesitar en sus carreras y les permite empezar a descubrir si el camino que iniciaron es el que les gusta o no”, reflexiona Molinaro.
Por su parte, Melamed agrega que, aunque la primera experiencia laboral no necesariamente está vinculada con la que haremos el resto de nuestra vida, es muy importante: “Todos, independientemente de lo que trabajemos, siempre recordaremos el primer trabajo. Por eso, más allá de cualquier contenido que podamos incorporar, es fundamental que trabajemos en lugares donde podamos aprender y donde podamos tener buenos mentores, grandes referentes y buenos modelos que nos transmitan esos valores fundamentales”.