Preocupación. Por qué hace casi tres semanas que un hospital bonaerense tiene suspendido el servicio de gas
Por un robo de flexibles de cobre entre el medidor y la instalación, el Interzonal General de Agudos de Mar del Plata atraviesa dificultades en sus servicios; las autoridades del establecimiento no responden cuándo se normalizará la situación
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MAR DEL PLATA.- Un hecho delictivo menor, como el robo de algunos flexibles de cobre que ofician como conexiones entre medidor y la instalación domiciliaria, dejó sin servicio de gas al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), epicentro de la atención pública de alta complejidad de 16 municipios de la región.
Desde aquel paso de los delincuentes –madrugada del pasado domingo 6- transcurrieron casi tres semanas y hasta la fecha no solo no se restableció el servicio sino que, según confirman desde la empresa Camuzzi Gas Pampeana, prestadora del suministro en esta jurisdicción, desde la dirección del HIGA no se ha solicitado la reconexión.
La única novedad, de acuerdo a datos aportados a LA NACIÓN por fuentes de esta compañía, es la confirmación de un profesional matriculado que se contactó con la prestadora para confirmar que se hará cargo de las presentaciones requeridas para solicitar la inspección que dé nuevamente el alta del servicio cuando la red interior de este usuario esté en condiciones.
El impacto de este siniestro en el funcionamiento puertas adentro del HIGA fue abrupto en las primeras horas y días posteriores al robo de aquellas piezas, que vinculan la cañería exterior con la domiciliaria. Preparación de comidas, lavado de ropas de cama y quirófano son parte de las prestaciones que en aquel momento quedaron suspendidas de manera inmediata.
LA NACION intentó comunicarse con directivos del HIGA para consultar sobre situación actual de esas prestaciones de atención médica y si existen obras pendientes –cuáles, de qué magnitud y grado de avance- para solicitar la inspección previa a la conexión. Hasta el momento no hubo respuestas desde ese nivel ni desde el Ministerio de Salud bonaerense del que depende el establecimiento sanitario.
Según pudo confirmar LA NACIÓN, hay deficiencias en la red de distribución interior de gas en un sector de este edificio, lo que estaría explicando en los hechos la demora que se ve en la resolución pronta de este inconveniente.
Mientras tanto, aclararon los mismos informantes, la atención se brinda por estos días con relativa normalidad. En especial en el área de Guardia y quirófanos, que son las que implican la respuesta frente a las emergencias.
El bloque edilicio impactado por esta suspensión de la provisión de gas alcanza al área donde funcionan la cocina, el lavadero y también la esterilización.
Tareas derivadas a otros centros
Personal del HIGA consultado por LA NACIÓN reconoció que las mayores dificultades se dieron en momentos posteriores al corte. “Luego se fueron buscando alternativas”, confirmaron sobre las soluciones que llegaron por distintas vías. Por ejemplo, el lavado y la esterilización que se derivó al Hospital Interzonal Especializado Materno Infantil (Hiemi), también de la provincia de Buenos Aires. Y las comidas, que estarían llegando por el momento y ante esta emergencia en formato de viandas.
El área de internación, explicaron, no sufre inconvenientes ya que las conexiones que llevan gas dependen de otras bocas con medidores individuales que no fueron blanco de los delincuentes. Eso significa que en habitaciones para pacientes y sectores de consultorios hay disponibilidad, por ejemplo, de agua caliente.
Rodrigo Espinosa, gerente de Relaciones Institucionales de Camuzzi Gas Pampeana, explicó a LA NACIÓN que tomaron conocimiento de un problema en el HIGA como consecuencia del robo de los mencionados flexibles, presentes junto a los medidores de consumo. Es un hecho que reconocen habitual y recurrente no solo aquí sino en todo el país por el valor de reventa por kilo que tiene este metal, tal como ocurre también con cableados eléctricos, teléfonos o televisión por cable.
“Cuando arrancaron los medidores quedó el gas venteando, nos llamaron para que tomemos intervención y lo que hicimos fue cerrar ese paso”, indicó sobre la participación que tuvo la empresa en esa instancia.
El trámite que sigue, explicó, es que un profesional matriculado al servicio del cliente –en este caso el HIGA- debe solicitar la inspección para que la empresa certifique que está toda la conexión en orden y con condiciones de rehabilitación el suministro. “Es ese profesional el que garantiza que esas conexiones están en norma para volver a recibir gas”, dijo sobre el matriculado que, en estos casos, tiene “responsabilidad penal” frente a eventuales fallas y consecuencias que deriven en riesgos o daños para inmuebles o terceros
La única novedad que consta en la empresa es a partir de una nota escrita enviada desde la Dirección del HIGA en la que se anticipa que hay un profesional designado para intervenir en la resolución de este problema. “Lo que tengan que hacer dentro del hospital lo desconocemos”, remarca Espinosa para recordar que la empresa no da instrucciones sobre obras interiores sino de pautas que deben cumplir y de las que se hace cargo el gasista matriculado.
LA NACIÓN pudo confirmar que la revisión de las instalaciones disparó fallas importantes, en algunos casos por desgaste y en otras por cañerías que tienen décadas en servicio y ya no superan el nivel de exigencia para nuevas conexiones. Eso implicaría obras más profundas cuyo alcance aún no fue informado.
Sí se supo que, por el tipo de usuario, desde la empresa proveedora brindaron colaboración con técnicos propios que recorrieron el sector de establecimiento afectado y dejaron algunas recomendaciones a seguir para evitar contratiempos al momento de la inspección final.
Estos problemas en el HIGA derivaron en un pedido de informes realizado por el senador bonaerense Alejandro Rabinovich (JxC) para que, desde el gobierno provincial, se expliquen los motivos de la suspensión del suministro, obras por emprender, impacto sobre los servicios de salud que allí se brindan y acciones emprendidas hacia una resolución.
“Hay de parte de la provincia un abandono total del hospital”, dijo el legislador a LA NACIÓN. Y habla de un “silencio de radio absoluto” sobre el tema de parte de las autoridades sanitarias bonaerenses, cuyo ministerio está a cargo de Nicolás Kreplak, tanto del HIGA como en niveles superiores. “No hay ninguna obra iniciada y no vemos una solución a la brevedad”, remarcó Rabinovich.